Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

domingo, 17 de diciembre de 2017

Domingo de Gaudete, 3er Domingo de Adviento.

El Padre Celestial habla después de la Santa Misa Sacrificial en el Rito Tridentino según Pío V. a través de Su voluntarioso, obediente y humilde instrumento e hija Ana.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, 3er Domingo de Adviento, Domingo de la Alegría, celebramos con toda reverencia la Santa Misa de Sacrificio en el Rito Tridentino según Pío V. El altar del Sacrificio y también el altar de María estaban tan ricamente adornados con flores como nunca antes lo habían estado. La Santísima Madre estaba rodeada de un mar de flores. Su manto blanco estaba radiante y su corona brillaba con muchos diamantes y perlas. Su rosario era blanco como su manto. Los ángeles y también los arcángeles entraban y salían. Adoraban al Santísimo Sacramento en el sagrario.

El Padre Celestial hablará hoy: Yo, el Padre Celestial, hablo ahora y en este momento, a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está totalmente en Mi Voluntad y repite sólo las palabras que vienen de Mí.

Amado pequeño rebaño, amados seguidores y amados peregrinos y creyentes de cerca y de lejos. Hoy, en el Domingo de Gaudete, el Domingo de la Alegría, quiero daros un mensaje especial.

¿Qué significa para ti Gaudete o Freudensonntag? «Alegraos, amados Míos, alegraos cada día, porque Mi segunda venida está cerca. Se os permitirá celebrar el nacimiento de Mi Hijo, el Hijo de Dios, en Navidad. También habrá un gran acontecimiento que no podréis creer. «Alegraos, sí alegraos, porque el Señor está cerca». Vosotros, mis amados, que creéis, ni siquiera podéis comprenderlo. Pero también vosotros, los que no creéis, caeréis horrorizados y también asombrados porque precederán verdaderos milagros, que ya os había profetizado.

Vosotros, Mis amados, anheláis el cumplimiento de vuestros deseos. Conozco vuestras preocupaciones. Pero debéis regocijaros hoy, en este domingo de alegría, por la gran fiesta que se acerca, la Navidad. No debéis quejaros de vuestras preocupaciones y necesidades, que naturalmente las tenéis. Pero la alegría debe predominar hoy en vuestros corazones. A través de ella recibís el Poder Divino. Y este don de la gracia es necesario para vosotros en este tiempo difícil. Dejad que fluya profundamente en vuestros corazones. No os preocupéis por cumplir vuestros deseos personales. Se os concederán a su debido tiempo. Lo que no puedes concebir sucederá. No experimentarás todo a la vez, pero paso a paso te daré a reconocer mi plan. Creerás y confiarás, aunque no veas nada. Todo se dispondrá y estará en orden. Todo se revela en mi justicia.

No os preocupéis por el cumplimiento de vuestros deseos, pues vuestro Padre Celestial sabe todo lo que se oculta en vuestros corazones. Debéis sentir la satisfacción en vuestros corazones y también la gratitud y la alegría. Esta gran fiesta está ya a la vuelta de la esquina.

Os habéis preparado y seguiréis haciéndolo. Muchas víctimas han precedido a estos días. Os gusta decir «Sí, Padre» sobre vuestros labios. «Como tú quieras, así se hará. Aceptamos nuestra cruz tal como Tú la has dispuesto. Tú nos darás la fuerza que necesitamos para esta fiesta de Navidad. Hay muchas cosas que no podemos captar. Dejarás que el Poder Divino fluya en nuestros corazones. Tu Madre Celestial y Reina de la Victoria nos dará muchas cosas para que mostremos siempre la voluntad de aceptar nuestra cruz. Aunque a menudo parezca demasiado difícil, Nuestra Señora nos dará la gracia de perseverar hasta el final. Muchas cosas, amados míos, no podréis comprenderlas, porque el tiempo venidero es insondable para vosotros y tan grande que sólo puedo explicároslo paso a paso, pues vuestro intelecto humano no puede captarlo.

No comprenderéis la grandeza de mi venida y de vuestra redención. Así pues, reza, sacrifícate y expía. Sobre todo, resiste hasta el último momento.

Los enemigos son numerosos también en este tiempo y sobre todo en el último tratarán de disuadiros de la verdad.

Por eso os digo: alegraos, alegraos cada día para que no perdáis vuestra fuerza. Os amo y estoy con vosotros todos los días hasta mi venida. Podéis esperarla porque estáis preparados para mi venida. Tu queridísima madre, el Santo Arcángel Miguel y también tus ángeles de la guarda te protegerán del mal. Pídeles a todos que bajen para que no sucumbas a la tentación. También vosotros, amados míos, no podréis comprender la grandeza de mi venida. Alegraos, pues el cielo está cerca.

El cielo se mostrará con muchos acontecimientos visibles. El acontecimiento se anunciará con un golpe de trombón. Entonces la cruz resplandeciente aparecerá por todo el firmamento. Entonces ya no seréis los perseguidos, sino las víctimas y los destinatarios de los dones de todos los acontecimientos mundiales. Nunca podréis comprenderlo.

Recordad que de este pequeño lugar Mellatz emanará todo lo que ni siquiera vosotros podéis captar, porque es Mi casa, Mi casa de gloria, que he construido para Mí. Vosotros sois Mis herramientas que Me habéis seguido. Sólo Yo determinaré lo que ocurrirá allí. Todo estará contenido en Mi Plan Divino. Os asombraréis de cómo ocurre esto.

Resistid, pues Mi amor es ilimitado e inflamará vuestros corazones. Estas llamas de amor irán mucho más allá de vuestras mentes.

Os amo y os bendigo en la Trinidad con vuestra queridísima Madre y Reina de la Victoria con todos los ángeles y santos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Alégrate, alégrate cada día, porque Yo estoy contigo. Los deseos de tu corazón se cumplirán.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.