Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

miércoles, 13 de diciembre de 2017

La Santísima Madre habla después de la Santa Misa Sacrificial en el Rito Tridentino según Pío V.

Por tu voluntariosa, obediente y humilde herramienta e hija Ana.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, 13 de diciembre de 2017, hemos celebrado una digna Santa Misa de Sacrificio en el Rito Tridentino según Pío V. El altar del Sacrificio y el altar de la Virgen María estaban ricamente decorados con diversas y hermosas flores. Los ángeles entraban y salían. Se agruparon en torno al sagrario y adoraron al Santísimo Sacramento. Transmitían paz y gratitud. Se postraron sobre su rostro con admiración. También rindieron homenaje a la Santísima Madre y le agradecieron el amor de Dios que quiere darnos. Por supuesto, vale mucho más que si experimentáramos el amor humano. Este amor no puede compararse con el amor humano.

La Santísima Madre hablará hoy, 13 de diciembre, Día de Fátima, Rosa Mística y Guadalupe: Yo, vuestra queridísima Madre, vuestra Reina y Vencedora en todas las batallas de Dios, hablo hoy, por medio de mi voluntaria, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está enteramente en la voluntad del Padre Celestial y repite sólo las palabras que vienen de Mí.

Yo, tu queridísima madre, estoy contigo En este momento quiero impartirte las instrucciones del cielo. Es una gran alegría y gratitud para vosotros poder celebrar este día con una Santa Misa de Sacrificio. Yo, vuestra queridísima Madre, os concedo diariamente las gracias y la disposición de las Gracias Divinas. Son los dones del cielo. Vosotros sois los presentes.

A menudo experimentáis muchas cosas en el mundo que no os hacen felices y contentos. Pero podéis dar gracias porque la gracia del Dios Trino está actuando. El contento te dará paz interior. Sabe que el Padre Celestial aún tiene posibilidades cuando las tuyas se hayan agotado. Él te ayudará y te asistirá en cada situación.

Experimentas esta felicidad interior, la satisfacción, incluso cuando se agotan tus posibilidades. La desesperación no se apodera de vosotros porque la paz ha entrado en vuestros corazones.

La gratitud, la paz interior y la alegría del nacimiento del Niño Jesús, éste es vuestro tiempo de preparación para la Navidad. La paz interior permanece en vosotros porque la fe impregna vuestro corazón. Puedes seguir siendo feliz, aunque el mundo sea un caos. Las imposibilidades del mundo no te embargarán. Te pido a menudo más paciencia y perseverancia. Confía más firme y profundamente y no dejes que nadie te arrebate esta fe.

A menudo se te hace difícil. Pero entonces reconforta al Padre Celestial con tu perseverancia. Confía en él y no en la ayuda humana. Puede ser falible, porque el hombre puede equivocarse en sus sentimientos.

Cree y confía cuando la cruz pese sobre tus hombros. Acéptala. Es la mayor felicidad aceptar tu cruz, como el Padre Celestial espera que hagas. Pues esta cruz te sirve para tu salvación.

Especialmente en este tiempo de preparación para la Navidad, estáis llamados a asumir, como expiación por los sacerdotes apóstatas, todo lo que os parezca desagradable. Podéis hacer muchos sacrificios. Debéis confiar cuando se agoten vuestras posibilidades humanas. Entonces el cielo podrá obrar en vosotros. Cuando te sientas impotente ante las dificultades, el Cielo aprovechará cualquier oportunidad para protegerte y demostrarte Su amor. Continúa dando testimonio de la verdadera fe, no guardes silencio cuando debas dar testimonio de ella, aunque te parezca desagradable confesarla ante los demás. El testimonio de la fe es muy importante en este tiempo de crisis de la fe católica.

Deseo de vosotros que, en este tiempo, deis al cielo la alegría de testimoniar y de agradecerle como el bien más elevado. Esta gratitud provoca una paz interior. Esta paz se transmite a otras personas que hasta ahora no podían creer. Puedes salvar a los sacerdotes si crees y confías profundamente.

Hay muchos sacerdotes que hasta ahora no se habían abierto a la fe. De repente, a través de tu oración y sacrificio, se les anima a querer creer. Esto les permite cambiar de vida de un momento a otro.

Habrá milagros de conversión en este periodo prenavideño. Sólo con vuestra expiación y oración, podréis salvar a muchas almas sacerdotales.

Os agradezco, Mis queridos hijos de María, que hayáis resistido hasta ahora y no hayáis desesperado. No os habéis rendido, sino que habéis perseverado hasta el día de hoy.

Yo, vuestra queridísima Madre, os amo Os bendigo en la Trinidad con todos los ángeles y santos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cree y confía, porque el amor del Padre Celestial es decisivo para ti. Para vosotros significa celebrar la época prenavideña de forma cristiana, católica y festiva. Alegraos cada día, amados Míos, porque el día de la Segunda Venida del Padre Celestial no está lejos.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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