lunes, 15 de agosto de 2016

¡Qué regalo!

- Mensaje nº 1153 -

sobre la Asunción de María Hija mía. Mi querida hija. Gracias por haber venido a honrarme. Me alegro/nos alegramos mucho (cielo unido).

Hija mía. Sí, hoy hay gran alegría en el Cielo. Es una fiesta especial, pero aun así Nosotros miramos con mucha tristeza hacia la tierra, donde la apostasía se hace cada vez más grande.

El mal se apodera de todo y Nuestros hijos fieles sufren. Sufren en la expiación, sufren en la injusticia, sufren en el odio, la ira y el resentimiento de los demás, sufren en silencio, sufren en el dolor, soportan el sufrimiento del mundo, y muchos de vosotros lo estáis pasando mal estos días, en estos tiempos tan difíciles, obteniendo fuerza y apoyo en y a través de Mi Hijo.

Hijos, creed, confiad y buscad el silencio. ¡Alejaos de las multitudes, de las opiniones de los demás y de la alegría impuesta!

¡Uníos completamente a Mi Hijo! ¡Él está ahí! ¡Él os espera! Él os consuela y os da fuerza, perseverancia y amor.

Hijos míos, ¡aguantad ! Dijimos que habría tiempos difíciles y que lo peor estaba por llegar. ¡Encontrad apoyo en Mi Hijo y rezad mucho y con fervor! ¡Sacrificaos, aceptad y sufrid con alegría por Mi Hijo!

Sabemos lo duro que es para Nuestros amados hijos, pero sabed: ¡el momento está cerca y todo llegará como se ha prometido, así que perseverad y regocijaos, pues sois los hijos que experimentarán el Nuevo Reino! ¡Sois los hijos elegidos de Dios a los que se da la paz del Señor!

Sois los hijos de Dios que experimentarán las promesas - ¡Qué regalo, amados hijos de Mi corazón que tanto os ama!

Aguantad. Yo estaré siempre con vosotros. Amén.

Con profundo y sincero amor, vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.