sábado, 13 de agosto de 2016

¡Sabéis que será pronto!

- Mensaje nº 1152 -

Hija mía. Mi querido hijo. Te amo y también a los tuyos. Por eso vengo a ti, hija mía, para que estés preparada para lo que está por venir.

Hija mía. Nunca desesperes. Sabes que el momento está cerca. Mi Hijo está preparado, pero aún se concede tiempo para el arrepentimiento. Vosotros, hijos Míos, que defendéis fiel, honesta y sinceramente a Jesús, no tenéis que temer la apostasía. Pero vosotros, que vaciláis en la fe y no reconocéis la verdadera palabra del Señor, que os lo digan: Leed la Biblia, hijos míos, y fortaleced vuestra fe. ¡No busquéis sensaciones, sino vivid como verdaderos cristianos! Sed humildes en todo lo que hagáis, digáis y seáis, ¡y nunca busquéis confirmación en el exterior! ¡Perseverad, amados hijos que sois, y no caigáis en los engaños del diablo! ¡Alejaos de los que pretenden proclamar la palabra del Señor y se ponen en el candelero! Alejaos de los que creen que pueden interpretar la palabra del Señor, ¡porque os llevarán por mal camino! Manteneos humildes y educaos en la Santa Palabra del Señor, pues todo está escrito, y nunca debéis poner vuestra humanidad en indicaciones de tiempo e interpretaciones (humanas), es decir, Debéis Confiar En La Palabra De Nuestro Señor, Pues Como Está Escrito, Así Será, Y Ningún Hombre Es Capaz De Cambiarla Por Su Propia Interpretación. ¡Esto no significa que la Palabra del Señor no pueda ser «explicada»! Significa que no debes poner nada humano en Su Palabra, pues eso cambia Su mensaje.

Hijos míos. Los tiempos en que vivís son muy confusos, y gran parte de esta confusión es creada por el más alto rango eclesiástico. Así pues, ¡estad alerta y no sigáis a los que huyen!

El tiempo que se os había prometido aún no ha llegado. Así que mantente firme en tu fe, permanece firme y ¡encuentra tu camino completamente hacia Jesús! Busca tus lugares santos donde puedas «llenarte» de silencio, fuerza y paz. Mantente fuerte, porque el tiempo de las pruebas es duro, y no todos pasarán . Amén. Que así sea.

Yo te amo. Haz que esto se sepa, hija Mía. Es sumamente importante.

Con profundo amor, tu Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Redención. Amén.