sábado, 4 de julio de 2015

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

No había ningún mensaje que divulgar al mundo, sino sólo privado para mí. Debemos aprender a ser obedientes a la llamada de Dios. A menudo, las personas pierden la gracia y la complacencia de Dios por ser desobedientes, por no ser fieles a lo que Dios les ha confiado, y se convierten en un obstáculo para quienes desean hacer lo que Dios quiere.

A Dios no le gusta que seamos infieles o un obstáculo en la obra de la Virgen. De nada sirve que las personas digan que aman y ayudan a esta obra si no se comprometen en ella como deberían, participando en unidad y amor con todos los demás que están en el mismo camino espiritual. Son espinas que un día serán cortadas y desechadas, porque atraviesan y hieren a los demás, creando a menudo confusión, conflictos e intrigas. Cambiemos, pues, de lo contrario perderemos el tiempo disponible para la conversión, porque el tiempo pasa. Si no aprendemos en el amor de la Madre que nos quiere y nos acoge en su Corazón materno, sentiremos entonces el brazo fuerte del Señor que nos corregirá a su manera con su justicia, porque es Santo. Después de 21 años de apariciones, muchos dudan y cuestionan los mensajes de la Virgen con indiferencia y rencor, después de haber sido testigos de sus milagros y de su acción maternal, por lo que sufren.