Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania
viernes, 8 de diciembre de 2017
Fiesta del Inmaculado Corazón de María.
Después de la hora de gracia para el mundo, la Santísima Madre habla a Sus hijos a través de Su instrumento e hija Ana.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy hemos celebrado la fiesta de la Inmaculada Concepción. Esta mañana hemos tenido una Santa Misa Sacrificial digna, según el rito tridentino según Pío V. El altar de María estaba decorado con muchas rosas blancas. Estas rosas blancas encarnan la pureza, porque hemos celebrado la fiesta de la Inmaculada Concepción.
Los ángeles entraban y salían Disfrutaban de la Santísima Madre, a la que querían rendir homenaje en vuestra fiesta.
Hoy hablará la misma Virgen: Yo, vuestra queridísima Madre y Reina Celestial, celebro hoy la Fiesta de Mi Corazón Inmaculado. Este Corazón Inmaculado, amados Míos, os lo tiendo. Vosotros, Mis amados, que habéis dado consuelo a Mí y a todo el cielo, sois los amados del cielo porque creéis y confiáis.
Incluso entonces os apoyáis en el amor del Dios Trino cuando muchas cosas os parecen imposibles. Por eso sois los favorecidos del cielo. Yo, tu queridísima madre, obtendré la victoria. Ten un poco más de paciencia. El Padre Celestial también os pide paciencia, porque todavía quiere apoderarse de muchos corazones y conducirlos a la verdad.
Y hoy, amados Míos, habéis experimentado la cercanía del Dios Trino. Lo que os parecía imposible, hoy se ha convertido en verdad. A menudo tendréis que enfrentaros a ello de esta manera.
Se te ha invitado a un interrogatorio policial. A ti, hijita mía, sólo se te ha permitido revelar la verdad con la ayuda del Padre Celestial. Se te ha introducido todo. No podías decirlo desde tu interior. Te quedó claro que el Padre Celestial te permite reconocer esta Intervención Celestial. Tú, hijita Mía, debes ponerte a disposición como instrumento del Cielo. Así continuará, porque el Padre Celestial, en Su justicia, lo revelará todo. Pues muchas personas han de ser salvadas.
En esta casa, en la que Mi amada hija Katharina ha permanecido durante varios meses, han sucedido entretanto muchas cosas que deben ser reveladas. Tú, hijita mía, has sido citada hoy por la policía porque Yo lo he querido así y porque quiero sacar a la luz la verdad. Vosotros, mis amados elegidos, os habéis puesto hasta ahora a disposición de la imposibilidad. Habéis creído que Yo, la Madre Celestial, puedo revelaros la verdad. Hay muchas cosas que no podéis comprender, porque no conocéis ni el futuro ni el pasado. Esto, hijita mía, se te ha permitido aprender hoy. Te gustaría proteger y salvar a muchas personas de la arbitrariedad de ciertas malas personas. Algunas personas mayores no tienen la oportunidad de tener amigos que les ayuden en su necesidad. Se quedan completamente solas y, por tanto, están solas. Están expuestos a la arbitrariedad de las personas que les tratan de forma tan inhumana. No pueden resistirse a esta arbitrariedad. Por tanto, están a su merced.
Por eso he querido poner hoy un ejemplo para que tú, hijita Mía, te pongas a disposición y Dios Trino pueda revelarte algo que no procede de ti. Tú, hijita Mía, no puedes añadir todo lo que Yo te permita. Hoy se te ha permitido experimentarlo, porque hoy es mi fiesta, la fiesta de la Inmaculada Concepción. En esta fiesta se te permitirá experimentar esta verdad como un don de la gracia. Pero antes precedieron días de indecible temor.
¿Qué pasará con nuestra querida hija Catalina? Ella es cuidada y alimentada por Mí, por su amada Madre Celestial. Yo le mostraré que soy su Madre Celestial y que la cuido. En el futuro no ocurrirá nada que no deba ocurrir según la voluntad del Padre Celestial. Ocurrirán muchas cosas en las que pensáis que sólo ocurrirá lo malo. Pero entonces, mis amados, debéis creer y confiar en que Yo pondré todo en orden.
Muchas cosas están sucediendo de acuerdo con Mi Plan Divino y de forma diferente a lo que pensáis. El amor del Padre Celestial te acompañará. Traéis mucha alegría al Padre Celestial, porque creéis en Su omnipotencia y omnipotencia. Mucha gente le desprecia hoy en día y ya no cree que Él creó el mundo entero y que tiene el cetro muy firmemente en la mano.
En esta Navidad, el nacimiento de Jesucristo, el nacimiento de nuestro Salvador, mucha gente ya no cree en la encarnación de Jesucristo y en que Él nace en la Divinidad y en la humanidad y que quiere sacrificarse por toda la humanidad.
Todo corresponde a la verdad divina. Sólo aquellos, mis amados, que realmente creen y confían, pueden reconocer muchas cosas porque también sienten su pequeñez y debilidad. En esta debilidad Yo, el Dios Todopoderoso, mostraré Mi fuerza. Yo soy el Todopoderoso, el Dios grande y amoroso. Vuestra Madre Celestial se convierte en la Corredentora del mundo entero. Como Corredentora quiero llevaros de la mano, mis amados hijos de María. Quiero guiaros según la voluntad y el deseo del Dios Trino. Él os ama inconmensurablemente. Yo, vuestra queridísima madre, puedo haceros reconocer muchas cosas que antes os resultaban insondables. Esto corresponde a la verdad plena. Todo será revelado por el Padre Celestial en un futuro próximo. Todo lo que sigue ocurriendo según su voluntad antes de su poderosa intervención corresponde a la verdad. Continúa creyendo y confiando, así darás al Padre Celestial el consuelo que necesita en este momento tan difícil de la crisis de fe.
Te bendice ahora, tu queridísima madre y vencedora en todas las batallas de Dios, con todos los ángeles y santos en la Trinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Permanece fiel al cielo y confía en Su amor.
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