Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

lunes, 13 de marzo de 2017

Lunes después del 2º Domingo de Cuaresma.

Nuestra Señora habla después de la Santa Misa Sacrificial Tridentina según Pío V. a través de su voluntaria, obediente y humilde instrumento e hija Ana.

 

Hoy celebramos el Día de Fátima y Rosa Mística. Una Santa Misa de Sacrificio en el Rito Tridentino fue precedida por una Misa según Pío V.

El altar de María estaba, como siempre, adornado con abundantes adornos florales. Los ángeles entraban y salían y se agrupaban en torno al altar del Sacrificio y a María.

Hoy hablará Nuestra Señora: Yo, vuestra queridísima Madre de Dios, hablo ahora y en este momento, a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que hoy sólo repite Mis palabras.

Os daré algunas informaciones para el tiempo venidero. Amado pequeño rebaño, amados seguidores y amados peregrinos y creyentes de cerca y de lejos. Todos habéis resistido. No ha sido fácil para vosotros. En este último tiempo habéis tenido que soportar el sufrimiento más severo. Seguid resistiendo en estos últimos días, en estos últimos peldaños del Calvario, hasta el monte Gólgota.

Como todos sabéis, esta Iglesia modernista y católica está al final. Vuestro Padre Celestial os ha dado muchas instrucciones para este último tiempo, Su tiempo.

También os doy hoy, en este día, algunas instrucciones especiales. En el futuro, prestad más atención a las estrellas que están cambiando, porque los signos de este tiempo se verán en el sol, la luna y las estrellas. Habéis pasado por alto muchas cosas, Mis amados.

Yo, vuestra queridísima Madre, os acompañaré en el último camino. Si perseveráis y aceptáis todo de la mano del Padre, los sufrimientos más severos, los problemas más graves, podréis perseverar hasta el final. Pero si te rindes y pierdes la esperanza en el tiempo venidero, no podrás resistir. Pues sólo con el poder divino se puede pasar este último tiempo.

Para todos, Mis amados, no será fácil. Pero si Yo, vuestra queridísima Madre, os acompaño, será un camino de amor. Sufrir por amor es el mayor sufrimiento que puedas imaginar.

Aguantad en estos últimos días, en Mi tiempo. El Padre Celestial ya ha tocado en este último tiempo. Ya ha comenzado todo lo que está predicho en las Sagradas Escrituras. Quien conozca la Biblia también podrá creer. Los mensajes que os doy adicionalmente a través de los mensajeros del Padre Celestial están firmemente anclados en la Biblia.

Por desgracia, sólo unos pocos conocen las Sagradas Escrituras y afirman guiarse por la Biblia. Por desgracia, esto no es cierto. Como sabes, la verdad se hace pasar por mentira para dar preferencia a Satanás.

Todo saldrá a la luz, porque nada se ocultará.

A menudo no lo crees, porque el caos total ha llegado a la iglesia católica y modernista de hoy. Muchas personas que no creen firmemente no sobrevivirán a este último tiempo. Están ante el abismo y se precipitarán en el abismo eterno, si no quieren confesar la verdad.

A mis amados hijos de los sacerdotes les he estado llamando la atención durante mucho tiempo. Pero no quieren convertirse y no dan marcha atrás. Depende de su voluntad. Yo, como Madre Celestial, quiero que todos los sacerdotes celebren este último tiempo diariamente con la Verdadera Santa Misa Sacrificial Tridentina.

Ninguna otra cosa, Mis amados, puede salvaros todavía. Si no celebráis el Santo Sacrificio de la Misa de verdad, no podréis salvaros.

Sólo entonces podréis recibir la Sagrada Comunión, el Verdadero y Santo Sacramento. Este sacramento es tan santo que nadie que esté en pecado grave puede recibirlo. Por desgracia, ahora esto está legalizado, porque cualquiera puede ser admitido a la Sagrada Comunión, incluso los que se han vuelto a casar y se han divorciado. Por desgracia, hoy en día no se reconoce este pecado grave y los creyentes caen cada vez más en los pecados graves, porque ya no lo sienten ni lo consideran correcto.

Pero Yo, como Madre Celestial, os digo que sólo los que están en la gracia santificante pueden recibir los Santos Sacramentos. Ésta es la verdad plena, según la cual debe orientarse el verdadero católico.

Os amo y os bendigo ahora, con todos los ángeles y santos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sé amado y fortalecido con el Poder Divino y presta atención a los mandamientos de Dios, que te dan las directrices para tu vida futura.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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