Oraciones para unirse al Amor Santo
Oraciones enseñadas por el Cielo a Maureen Sweeney-Kyle en el Amor Santo, North Ridgeville, Ohio, EEUU
Índice
Oraciones y meditaciones del Rosario
Introducción
De una visión del 7 de octubre de 1998, Fiesta del Santísimo Rosario
Nuestra Señora viene como Nuestra Señora de Fátima. Extiende los brazos y dice: "Alabado sea Jesús. Ángel mío, anota estas palabras. Deseo hablarte de la oración en general y del Rosario en particular».
"La oración, en el mejor de los casos, es el lenguaje del amor entre Dios y el alma. La oración más eficaz surge de un corazón humilde y amoroso. Cuando el alma reconoce su propia pequeñez ante Dios, y al mismo tiempo recuerda cuánto ama a Dios, puedes estar seguro de que Dios escucha."
"Por eso el Rosario es tan poderoso y lleva consigo tantas gracias. Con el Rosario, naciones enteras pueden reconciliarse con su Creador. Con la cadena de oro de Mi Rosario, Satanás será atado y amordazado. Será totalmente derrotado y arrojado a las profundidades del infierno. Por tanto, comprende que siempre es Satanás quien intenta desalentar tu recitación del Rosario. Es a través del Rosario como el Amor Santo arraiga en los corazones y enciende la santidad personal. Cuando rezas el Rosario, meditando sus misterios, Yo estoy contigo. Los ángeles te rodean, la corte celestial te defiende y te asiste».
"Mi Rosario vencerá a Satanás y traerá la paz a los corazones y así al mundo. Guardo un favor especial en Mi Corazón para los devotos del Rosario. Animo a los oprimidos, protejo a los vulnerables, convierto a los incrédulos... todo a través de Mi Rosario. Pequeña Mía, haz que esto se sepa».
Oración antes del Rosario
Como pidió la Santísima Madre: Elevamos nuestros rosarios al Cielo y decimos:
Reina Celestial, con este rosario ato a todos los pecadores y a todas las naciones a Tu Corazón Inmaculado.
Leer más sobre el Santo Rosario
Gloria al Padre
Nuestra Señora de Guadalupe, 21 de septiembre de 1995
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
"Cuando reces el Gloria, empieza siempre TODA LA GLORIA SEA AL Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...."
Eyaculación para el no nacido
Para rezar durante el Rosario
Nuestra Señora, 19 de mayo de 1998
Jesús, protege y salva a los no nacidos.
«Reza esta pequeña oración a menudo y después de cada decena del Rosario».
Oración de Petición para Vivir en la Voluntad Divina
María, Madre de Dios, 28 de septiembre de 2001
(Tras el atentado terrorista del 11-S en EEUU)
Padre Celestial, durante este tiempo de crisis mundial, haz que todas las almas encuentren su paz y seguridad en Tu Divina Voluntad. Da a cada alma la gracia de comprender que Tu Voluntad es Amor Santo en el momento presente.
Padre Benevolente, ilumina cada conciencia para que vea las formas en que no está viviendo en Tu Voluntad. Concede al mundo la gracia de cambiar y el tiempo para hacerlo. Amén.
"Pide a tu país que rece esta oración. Comienza con Mis Siervos Misioneros del Amor Santo».
"Esta oración debe recitarse al principio del Rosario y antes del Credo. Además, debe propagarse por todas partes. Encargo esta tarea a Mis Siervos Misioneros del Amor Santo».
Oraciones después del Rosario
Salve, Santa Reina
¡Dios te salve, Santa Reina, Madre de Misericordia! ¡Nuestra vida, nuestra dulzura y nuestra esperanza! A Ti clamamos, pobres hijos desterrados de Eva; a Ti elevamos nuestros suspiros, enlutados y llorosos en este valle de lágrimas. Vuelve, pues, Graciosísimo Abogado, Tus Ojos de misericordia hacia nosotros, y después de este nuestro destierro, muéstranos al bendito Fruto de Tu Vientre, Jesús. Oh clemente, oh amorosa, oh dulce Virgen María.
V. Ruega por nosotros, oh Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
V. Oremos, oh Dios, cuyo Hijo unigénito, con su vida, muerte y resurrección nos ha comprado la recompensa de la vida eterna. Concédenos que, meditando estos misterios en el Santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, imitemos lo que contienen y obtengamos lo que prometen por el mismo Cristo, Nuestro Señor. Amén.
V. Recemos juntos un «Padre nuestro», un «Ave María» y un «Gloria» por las intenciones y el bienestar del Santo Padre.
R. Padre nuestro... Ave María... Gloria a todos...
V. Ofrecemos este Rosario al Sagrado Corazón de Jesús, por medio del Corazón Inmaculado de María en unión con San José, por la restauración del sacerdocio en la tradición de la fe y por todos los inconversos. Haz de nosotros Tus humildes instrumentos de Amor Santo.
V. María, ¡protege nuestra fe!
V. Nuestra Señora de Guadalupe,
R. Ruega por nosotros.
V. María, Refugio del Amor Santo,
R. Ruega por nosotros.
Esta oración fue dada por la Santísima Madre: "A continuación os digo que Satanás huirá ante la invocación: “María, Refugio del Amor Santo, ruega por nosotros”. Este título es en sí mismo un Refugio Espiritual. Cuanto más perseveres en pronunciar esta pequeña jaculatoria, más profundamente te llevaré a Mi Corazón. Que esté siempre en tus labios». (5/15/97)
V. Niño de Praga,
R. Ten piedad de nosotros.
V. San Miguel, San José, Santa Teresa, San Juan Vianney, San Padre Pío y el Arzobispo Gabriel Ganaka
R. Ruega por nosotros.
V. Recemos la Oración de María, Refugio del Amor Santo.
R. María, Protectora de la Fe, cobija mi fe en Tu Corazón Inmaculado - Refugio del Amor Santo. En el Refugio de Tu Corazón y unida al Sagrado Corazón de Jesús, Tu Hijo, protege mi fe de todo mal. Amén.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
Misterios del Rosario
Dictado por Nuestra Señora, 1986
- Misterios gozosos -
Anunciación
Aquella noche, tan lejana, estaba sola, sumida en la oración. Una gran luz entró en Mi pequeña habitación iluminándola más que cualquier lámpara. De esta luz salió un Ángel de Dios - Su bondad emanaba de su ser. Me sorprendió, pensando al principio que había venido a reprocharme, pero sus palabras fueron tranquilizadoras. Me dijo que había encontrado el favor de Dios. Siguió su mensaje para Mí, y no pude decir otra cosa que «sí», pues desde Mi primer recuerdo fui obediente a Dios en todas las cosas. Habló de Mi prima y luego se fue, dejando Mi humilde habitación bastante vacía y abandonada. Pido, pues, a toda la humanidad que sea obediente a la voluntad de Dios en su vida con toda humildad. ¡Alabado sea Dios!
Visitas
Fui rápidamente a casa de Mi prima Isabel después de recibir el mensaje del Ángel. Aunque el viaje fue bastante arduo, sabía en Mi corazón que al verla recibiría la confirmación de todo lo que Me había dicho el Ángel. En efecto, a mi llegada me dijo que la criatura que llevaba en su vientre había saltado de alegría cuando me acerqué. Era muy anciana, pero estaba encinta. No me cabía duda de que había recibido un gran regalo de Dios. Empoderada por el Espíritu Santo, hablé desde mi Corazón, hablando de las generaciones venideras y del gran milagro que Dios estaba trayendo a la tierra a través del poder del Espíritu Santo.
Querido pueblo, al rezar este misterio, te pido que reflexiones sobre un Dios tan grande que puede responder a todas las oraciones. Pues todo es posible por medio de Dios. Perfeccionad vuestra vida de oración y acudid a Él con fe expectante. Él siempre responderá a Su manera, en Su tiempo. ¡Alabado sea Jesús!
Nacimiento
Es imposible describir en términos terrenales la alegría y el sobrecogimiento de aquella noche. Todas las cosas que precedieron a este feliz acontecimiento provocaron angustia. El viaje tan largo y penoso, la separación de nuestras familias, la falta de morada adecuada a nuestra llegada a Belén. Sin embargo, cuando Mis ojos contemplaron el semblante de Mi Hijo Infante, tan recién llegado del Cielo, no pude recordar ninguna de las pruebas. Él era todo santidad. En Su presencia, nuestro exiguo entorno desaparecía de mi vista. Sentí la presencia del Cielo en la tierra. Podría haber elegido venir al mundo en el palacio de un rey, compartiendo todas las comodidades del mundo. Sin embargo, no fue ésa su elección, pues Él no era de este mundo. Su reino estaba con Su Padre en el Cielo. Mientras crecía, nunca eligió el mundo ni sus placeres, sino que mantuvo siempre los ojos puestos en el reino de Su Padre.
Por eso pido a todos los que recen este misterio de Mi Rosario, que recen por este mismo espíritu de desprendimiento. En efecto, esta gracia es vital para la salvación. Los que adoran las cosas de este pobre mundo no pueden decir verdaderamente que Mi Hijo es lo primero en sus vidas. En Su omnisciencia, Él conoce los corazones de todos los hombres y no acogerá en Su reino a los que Le pongan el último en sus corazones. ¡Alabado sea Jesús!
Presentación
Cuando recuerdo este misterio, la Presentación de mi Hijo en el templo, tengo sentimientos encontrados. Recuerdo los muchos días de oración y sacrificio que lo precedieron. José y yo queríamos que nuestro Hijo fuera bendecido de la manera más especial. Entonces nos pusimos en camino para que, según la costumbre judía, llegáramos al templo cuando Él tuviera la edad apropiada. Llevamos con nosotros una sencilla ofrenda de algunas aves. Lo bendijeron después de presentarlo al sacerdote. Varias veces, mientras estábamos en la escalinata del santo templo, se nos acercó un hombre de algunos años, que se llamaba Simeón. En un momento dado, pidió sostener a Mi Hijo Amado, y al hacerlo habló muy proféticamente. Dio gracias a Dios por haberle perdonado ese momento, y luego Me dijo que también Mi Alma sería atravesada por una espada. En efecto, supe enseguida de lo que hablaba, pues Mi Cruz durante el resto de Mi vida fue el conocimiento del futuro de Jesús. Sabía que Él sufriría una muerte tortuosa, de la que Yo sería testigo. Sabía que su hora más oscura sería iluminada por Su resurrección. A la vez, me entristecía y me llenaba de paz saber que Él, a quien sostenía en Mis Brazos, redimiría a la humanidad. Guardé todas estas cosas en Mi corazón, meditándolas mientras cuidaba de Mi Divino Hijo. Joseph y yo partimos hacia casa, reflexionando ambos en silencio sobre los acontecimientos del día. Más tarde, José me habló en voz baja de lo que había dicho Simeón, con la esperanza de calmar Mis temores. Pero Yo, con la sabiduría que Dios me había dado, sabía que se acercaba el día en que sufriría de verdad como también lo haría Mi Hijo. Era la Cruz que debía soportar durante 33 años.
Encontrar a Jesús en el Templo
Cuando Jesús tenía doce años, José y yo le llevamos a Jerusalén para celebrar un día santo. No íbamos solos, sino que viajamos con un gran número de familiares y amigos. De camino a casa empecé a buscar a Mi Hijo Amado entre el grupo con el que viajábamos. Al principio, estaba segura de que le descubriría escondido en un rincón durmiendo o hablando de Dios Padre a Sus primos y amigos. A medida que pasaban las horas, me sentía cada vez más angustiada. José decidió que volviéramos enseguida a Jerusalén, temiendo que le hubieran dejado atrás.
Ahora faltaban muchos días de viaje para regresar. El calor era agobiante y aumentaba mucho nuestra carga. Cuando nos acercamos de nuevo a Jerusalén, José sugirió que buscásemos primero en el templo, pues era el lugar que más agradaba a Mi Hijo.
Era el final de la tarde. Las sombras ya se alargaban. Mientras subíamos los enormes escalones de piedra del templo sagrado, sentí una gran paz. Incluso desde los escalones superiores podíamos oír Su voz resonando en las grandes cámaras de piedra. José le encontró de pie en medio de varios hombres eruditos que hablaban profundamente sobre los escritos de un profeta de épocas pasadas. Mi corazón se inundó de alegría cuando Él volvió a poner Su Mano juvenil en la Mía.
Le hablamos de la gran preocupación que nos había causado, a pesar del largo viaje de vuelta. Nos preguntó si no sabíamos que debía ocuparse de los asuntos de Su Padre. Le di vueltas y más vueltas a esto en Mi corazón durante muchos años. Sí, se ocupaba de los asuntos de Su Padre, pero aún no era el momento. Él, en Su gran y sobrecogedor amor a Dios, no podía esperar a compartir con los demás Su infinito conocimiento. Aquel día fue un acto de amor, no un acto de desobediencia.
Jesús regresó con José y conmigo a nuestro humilde hogar. Nunca fue desobediente con nosotros, sino humilde en todo. Creció bajo nuestra atenta mirada hasta alcanzar la madurez.
- Misterios Dolorosos -
Agonía en el Jardín
Mientras estuve en la tierra, no estuve presente durante la agonía de Mi Divino Hijo en el huerto, y no vi Su gran angustia ante la idea de que se acercaba Su muerte. Como Su Madre, sin embargo, sentí dentro de Mi propia Alma una tristeza apremiante que consumía todo Mi Ser. Sabía que Él pensaba a menudo en las injusticias que Le acaecerían durante los últimos meses de Su vida.
Ahora, en el Cielo, poseo todo el conocimiento y puedo relataros los acontecimientos tal como tuvieron lugar. Mi Hijo, consciente de la muerte violenta que iba a sufrir por toda la humanidad, llevó a Sus once Apóstoles a un jardín cercano, con el propósito de orar. Judas no estaba presente, pues ya se ocupaba de su trabajo sucio. Los Apóstoles estaban muy cansados y se durmieron, pero Mi Hijo Amado no notó nada de lo que le rodeaba una vez que se envolvió en la oración. Vio cada golpe de la flagelación. Sintió el peso del travesaño sobre Sus Hombros. Conocía cada músculo y nervio que sería cortado por los clavos. Vio la pecaminosidad de la humanidad, no sólo en aquel momento, sino también en el futuro. Vio las atrocidades de la guerra y el terrorismo, la degradación del cuerpo humano, el odio que el hombre guardaría en su corazón hacia sus hermanos. Por último, vio a las muchas almas tibias que Le conocieron en algún momento de su vida, pero eligieron, y siguen eligiendo, al mundo antes que a Él. Llegados a este punto, se dirigió al Padre y le pidió que pasara de Él la copa del sufrimiento. Pero finalmente, con una profunda resignación a la Voluntad del Padre, dijo: «No se haga mi voluntad, sino la Tuya».
Os digo que nadie en la Tierra ha sufrido ni sufrirá angustia mental como Mi Hijo en el Huerto de Getsemaní.
La flagelación de Jesús en la columna
Yo misma fui testigo de ello. Mi Hijo Amado fue conducido por los soldados al patio. Le trataron con especial dureza. Le encadenaron las muñecas en lo alto de una columna, de modo que Su Carne se tensó y se laceró más fácilmente. Le despojaron de Sus vestiduras. Los látigos utilizados no eran látigos ordinarios. Estaban diseñados para desgarrar y desgarrar la carne de la víctima. Había un soldado a cada lado de Jesús y se turnaban para atacar Su Sagrada Carne. En total, sufrió más de 5000 heridas. Cuando todo terminó, quedó de pie sobre un charco de Sangre. Por pudor, volvió a cubrirse y se lo llevaron dejando tras de sí huellas ensangrentadas. Para entonces, Su Cabeza palpitaba por la deshidratación. Cómo deseaba consolarle. Estaba tan desconsolada al verle. Los soldados, que conocían bien su oficio, se habían detenido justo antes de dejarle inconsciente. Así que ahora, en Su Divinidad, conocía bien cada dolor que aún le esperaba.
Te pido que le consueles con la oración y la penitencia. Gracias.
Coronación de Jesús con espinas
Los soldados no se contentaron con la brutal flagelación que infligieron a Mi Hijo Amado. Ahora cubrieron Su Cuerpo con un manto como para un rey, todo ello con un gesto de burla. No sabían que tenían ante sí al Rey de Reyes. Le hicieron una corona de espinas que crecían cerca de Él. Estas espinas eran mucho más largas de lo que imaginas. Colocaron Su corona sobre Su Sagrada Cabeza y procedieron a inclinarse ante Él, burlándose de Su realeza. Golpearon la corona de espinas con largas varas, forzando así estos instrumentos de tortura en Su Sagrada Cabeza. Esto hizo que la Sangre Preciosa fluyera por Su Rostro hasta Sus Ojos, bloqueando así Su visión. Pero Él los amaba tanto. Sí, Él amaba profundamente incluso a aquellos que Le atormentaban. Lo soportó todo con gran humildad. Podría, con un suspiro, haber llamado a todas las Legiones de Ángeles en Su ayuda, pero eligió sufrir humildemente por toda la humanidad.
Jesús lleva su cruz
Mi Amado Hijo, Su Carne desgarrada y arrancada de los Huesos, recibió ahora, en Su estado debilitado, el travesaño de la Cruz para que lo llevara sobre Sus Hombros. Todo Su ser temblaba de debilidad. Su visión estaba ahora nublada por el incesante flujo de Sangre producida por la corona de espinas. Más tarde me dijo que continuamente veía pasar ante Él, mientras soportaba el peso de la Cruz, a los millones de almas tibias para las que Su sacrificio significaría tan poco.
Pero Él siguió adelante, tanto por los soldados como por Su amor eterno a toda la humanidad. Hubo caídas agónicas hasta que otro fue presionado para ayudarle. Cuando me encontré con Él, apenas podía mirarle a los ojos, pues no quería que viera mi gran angustia, aunque seguro que la sentía. Su mirada era de resignación y al mismo tiempo de compasión por Mí. Cayó muchas veces en este camino de expiación por los pecadores, y cada caída le debilitaba más y más. Finalmente llegó a Su destino. Allí se sentó y, con gran angustia, elevó una oración al Padre. En todo lo que sufrió, mostró una gran paciencia.
Crucifixión de Jesús
Pusieron una especie de arnés a Mi Hijo para que fuera conducido como un animal. Este arnés agravó las Heridas que sufrió durante la flagelación. Le dieron el gran travesaño para que lo llevara sobre Sus Hombros desgarrados y con mucho asco y desprecio fue conducido al Gólgota.
Una vez allí, Le soltaron y le permitieron sentarse sobre una roca mientras Le preparaban la Cruz. Ahora se retorcía las Manos y miraba hacia el Cielo como si pidiera ayuda desesperadamente. En un momento dado, le colocaron sobre la Cruz todavía en el suelo para ajustarla a Su Sagrado Cuerpo. Le taladraron en la madera los agujeros para los clavos. Una vez hecho esto, volvieron a llamarle para que se tumbara en la Cruz y Su Sagrada Carne fuera atravesada por los clavos.
Sintió los golpes de los mazos incluso antes de ser golpeado, y mucho después. Se hizo algún ajuste con dos de Sus Miembros, que no alcanzaron los agujeros preparados para los clavos. También sufrió como si estuviera en el potro, pues Su brazo y Su pierna fueron dislocados de sus órbitas.
Ahora se erigió la Cruz. No era muy alta, yo podía tocar Sus Pies. Pero no me atrevía a poner un dedo sobre Su Carne torturada. Mientras colgaba en agonía, los soldados, sin saberlo, echaron a suertes Su pobre trozo de ropa. Eran tan indiferentes e inconscientes de su acto.
El cielo se oscureció. Muchos espectadores empezaron a marcharse. Mi Hijo habló poco, pero cada palabra tenía un gran peso. Se dirigió a San Juan y a Mí. Supe mientras me hablaba que no era sólo a Juan a quien me entregaba como Madre, sino a toda la humanidad. Lo acepté de buen grado.
Hacia la última hora de Su vida, apenas podía moverse, respirar, y Su habla era bastante ronca, aunque todavía lo bastante clara como para entenderla. Al asumir los pecados de la humanidad, se sintió abandonado por el Padre. Al final, renunció a Su Espíritu.
Ahora la tierra empezó a temblar y a agitarse como si suspirara por su pérdida. Aún así, esperé mientras un extranjero venía a reclamar Su Cuerpo para enterrarlo. Cuando soltaron Su forma flácida de la Cruz y la bajaron a Mis Brazos, lloré de dolor. No pude retenerle todo el tiempo que deseaba debido a lo avanzado de la hora. Me lo quitaron.
- Misterios Gloriosos -
Resurrección de Nuestro Señor
Sentí en lo más profundo de Mi Alma que Mi Hijo resucitaría de entre los muertos. Sin embargo, aquel primer Domingo de Pascua, todavía estaba sumida en las miserias del Viernes Santo y Mi Corazón ansiaba Su presencia. Salimos hacia el sepulcro temprano, cuando salía el sol. Algunos llevaban aceites con la esperanza de preservar mejor Su Cuerpo, ya que había sido preparado para el entierro con gran prisa el viernes anterior. Mis compañeros me adelantaron cuando pasábamos junto al Gólgota. Me detuve en el lugar marcado por la Cruz de la que había sido sacado. Había un agujero vacío que marcaba el lugar donde una vez estuvo, nada más.
Mi Corazón ardía dentro de Mí; tanto anhelaba verle. Estaba sumida en la oración cuando una Mano Me tendió la mano. Era Su Mano, herida por Sus enemigos. Su Rostro se mostraba en resplandor Celestial. Sonrió mientras Mis lágrimas llenaban Sus Heridas. Dijo: «La Victoria es Nuestra». Sólo permaneció unos instantes más. Comprendí que aún tenía una misión que cumplir. Desapareció tan rápidamente como había venido. Mi Corazón se alegró mientras proseguía Mi camino hacia la tumba lleno de la alegría de la Resurrección. Toda alabanza al Dios vivo y verdadero. Toda alabanza a Jesucristo. ¡Aleluya!
Ascensión al Cielo
La Ascensión se llevó a cabo de forma silenciosa, como todos los milagros de Dios. No hubo grandes fanfarrias, ni despedidas llorosas. Caminábamos hacia la ciudad de Betania. Cristo se detuvo y se volvió hacia nosotros. Su Cuerpo parecía radiante como el sol. Sus Llagas brillaban con la gloria de Dios. Levantó la Mano en una última bendición y nos miró con mucho amor. Lentamente, se alejó de la tierra. Mientras ascendía hacia el Padre, una nube se reunió bajo Sus Pies. Parecía luminiscente. Pudimos ver Sus Manos extendidas que parecían abrazar toda la tierra mientras el Cielo se abría para Él. El Padre, lo sé, le recibió con alegría victoriosa. Nosotros, los que quedamos atrás, no sentimos tristeza en aquel momento, sino alegría y paz en el corazón. Estábamos todos a la vez en presencia de dos seres Celestiales. Nos instaron a continuar nuestro camino, y así lo hicimos.
Descenso del Espíritu Santo
Estábamos todos reunidos en una gran sala: los Apóstoles, los amigos de Jesús y yo incluido. Muchos estaban asustados temiendo que les esperara el mismo destino que sufrió Jesús. Había muchos corazones confusos y corazones que simplemente echaban de menos Su presencia física.
Estábamos en oración cuando el aire de la sala empezó a agitarse, aunque el aire de fuera permanecía bastante quieto. Este soplo de aire se convirtió en una suave brisa y empezó a moverse entre la multitud allí reunida. Algunos de los que tocaba caían como dormidos. A medida que este Soplo del Espíritu se acercaba a cada Apóstol, aparecían sobre sus cabezas lenguas de fuego, y luego se hundían en el suelo como muertos. Yo misma dormí en el Espíritu durante bastante tiempo, y mientras descansaba, vi a Mi Amado Hijo sonriéndome, sentado en Su trono a la derecha del Padre. Mi Alma estaba tan impregnada de amor por Él que no podía moverme.
Cuando todos empezamos a volver en sí, nos dimos cuenta de que ése era el regalo que Mi Hijo había prometido enviarnos: el Santo Paráclito, Mi Esposa Divina. Aquellos, que habían estado afligidos por Su presencia, se levantaron llenos de alegría. Toda confusión se desvaneció ante la presencia de la sabiduría y el conocimiento, pues ahora se revelaban verdades hasta entonces ocultas. El Espíritu vivificó ahora los corazones de los Apóstoles devorando su miedo. Irrumpieron en las calles proclamando la buena nueva. Cuando hablaban, todos comprendían el mensaje, cualquiera que fuese su lengua materna. Tal fue el comienzo de la esposa de Cristo, la Iglesia universal. ¡Alabado sea Jesucristo!
Asunción de María a los cielos
Mientras estaba a la mesa con muchos de los amigos de Jesús, sentí, como a menudo, un gran deseo de estar con Él. Esta vez el sentimiento era mucho más fuerte que nunca. No podía oír ni hablar, pues Mi Alma anhelaba Su Divina Presencia. Por fin, sentí que Me invadía una gran paz, y me dormí en el Espíritu, esta vez para no despertar jamás. Mi alma ascendió rápidamente a Su Reino Celestial, y una vez más, pude regocijarme en la luz de Su Presencia.
Ahora bien, Mi querido Hijo no iba a permitir que Mi Cuerpo inmaculado sufriera los estragos de la tumba. Llamó a Su lado al Arcángel Gabriel y a Mi amado Ángel de la Guarda y les ordenó que recogieran Mis restos corporales y los escoltaran al Cielo. Cuánta alegría, cuánta euforia experimenté en Mi alma al ver Mi cuerpo en reposo llevado sobre las alas de los Ángeles al Cielo. En la puerta del Cielo, San José y Jesús se pusieron en lugar de los Ángeles y llevaron este Santuario Virginal a través de las puertas del paraíso. Allí, en medio de las alabanzas de todos, Mi alma y Mi cuerpo volvieron a ser uno.
Qué gracia, qué sublime don Me concedió. Ahora aparezco en cuerpo y alma por toda la tierra, llevando mensajes de reconciliación y de paz, mensajes que Mi Hijo pone en Mis Labios para toda la humanidad. Toda alabanza al Altísimo.
Coronación de María como Reina del Cielo y de la Tierra
Desde que Dios Padre consideró así Mi Inmaculada Concepción en Su gran majestad, se me concedieron muchas gracias. Fui Su Hija obediente encontrando repulsivo cualquier agravio. Fui para Cristo Hijo una morada Inmaculada, una Madre amorosa. El Espíritu Santo encontró en Mí una Esposa muy dispuesta a aceptar los designios de Dios sobre Mí.
Así pues, tras Mi Asunción al Cielo, Dios, en Su gran bondad, eligió coronarme Reina del Cielo y de la tierra. Soy la Mediadora de toda Su Gracia. Soy Corredentora de la humanidad. Conduzco a todos hacia Mi Hijo Amadísimo, para que participen de Su reino. No faltará nadie que venga a Mí con corazón sincero. ¡Toda alabanza a Jesucristo!
Misterios del Rosario
Dictado por Nuestra Señora, 1995
- Misterios gozosos -
Anunciación
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, la Llama de Tu Corazón que es Amor Santo no te permitió decir «NO» al ángel Gabriel. Sumerge nuestros corazones en esta Llama, Santísima Virgen. Ayúdanos a ser siempre instrumentos voluntarios de Dios.
Visita
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, viajaste para visitar a Tu prima Isabel porque creíste en el mensaje que el ángel Gabriel te trajo del Cielo. Ruega por nosotros, para que nuestras vidas sean viajes de fe a través del mensaje del Amor Santo.
Nacimiento
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, fuiste rechazada en la posada cuando Tu Hijo estaba a punto de nacer. Ayúdanos a no apartarnos nunca de Ti y de Jesús. Ruega con nosotros por los que le rechazan en el mundo y no le abren su corazón.
Presentación
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, Tú presentaste a Tu Hijo niño en el templo por respeto a la tradición. Mantennos fieles a la Iglesia de Tu Hijo y a la tradición de fe que nos ha transmitido Juan Pablo II.
Encontrar a Jesús en el Templo
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, estuviste separada de Tu Hijo durante tres días y lo buscaste apenada. Ruega con nosotros, querida Madre, por los que se han alejado de la Iglesia, para que también ellos se entristezcan por su pérdida de fe.
- Misterios Dolorosos -
Agonía en el jardín
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, Tu Hijo sufrió agonía al pensar en la Voluntad de Dios. Se rindió a la Voluntad del Padre y un ángel vino a consolarle. Ruega por nosotros para que aceptemos las cruces de nuestras vidas como Voluntad de Dios, y para que comprendamos que también a nosotros se nos dará el consuelo y la gracia para llevarlas.
Azotes en el pilar
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, aunque inocente e inmerecido, Tu Hijo se sometió a la flagelación. No se defendió. Ayúdanos a buscar el bien mayor y no siempre nuestra propia comodidad en el mundo.
Coronación de espinas
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, Tu Hijo fue escarnecido y coronado de espinas porque la gente no creía en Él. Ruega por nosotros, Madre de Dios, para que defendamos valientemente la tradición de la Iglesia y la santidad a través del Amor Santo, aunque no sea aceptado popularmente.
Llevar la Cruz
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, Tu Hijo llevó Su Cruz por amor a nosotros. Querida Madre Santísima, ruega para que aceptemos nuestras cruces por amor a Jesús. Su Cruz se hizo pesada por el peso de nuestros pecados. Nuestras cruces se hacen más pesadas cuando no nos rendimos a ellas.
Crucifixión
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, Tu Hijo murió en el Calvario y se hizo Víctima Eterna en el altar del mundo. Te rogamos ahora, querida Madre, que la creencia en Su Presencia Real aumente en todos los corazones del mundo.
- Misterios Gloriosos -
Resurrección
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, sufriste al pie de la Cruz, sólo para alegrarte cuando Tu Hijo resucitó de entre los muertos. Ayúdanos a sufrir las tribulaciones actuales como preparación para Su Segunda Venida.
Ascensión
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, Tu Amado Hijo regresó al Cielo victorioso sobre el pecado, para ocupar Su lugar a la derecha del Padre. Ayúdanos, mientras oramos contigo, querida Madre, a ver que nuestro hogar está en el Cielo. El Cielo es la herencia de los santos. Entonces ayúdanos en nuestra propia santidad personal en el momento presente.
Descenso del Espíritu Santo
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, humildemente Te pedimos que pidas a Tu Esposo Celestial que inunde nuestros corazones con todo don, con todo fruto. Luego pedimos Tus oraciones para ser fieles apóstoles del Amor Santo en un mundo incrédulo.
Suposición
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, fuiste llevada al Cielo en cuerpo y alma porque Tu Amado Hijo no quiso que Tu purísimo cuerpo sufriera la corrupción de la tumba. Ahora, en el Cielo, Te pedimos que nos mires, Madre querida. Mantennos puros bajo el manto de Tu protección. No permitas que nuestros corazones sean corrompidos por el mundo.
Coronación de la Bienaventurada Virgen María
Dolorosísimo, Siempre Inmaculado Corazón de María, Tú eres la Reina del Cielo y de la tierra. Solemnemente, Te suplicamos desde este valle de lágrimas. Haz que el Amor Santo reine en todos los corazones para que podamos comenzar el reinado victorioso de Tu Corazón Inmaculado aquí en la tierra.
Misterios del Rosario
Dictado por San Miguel, 21 de marzo de 1998
- Misterios Gozosos -
Anunciación
Santísimos Corazones Unidos de Jesús y María, cuando el ángel anunció la concepción de Jesús, Su pequeño Sagrado Corazón se formó bajo el Corazón Inmaculado de María. El Amor Santo y Divino se unieron. Ruega con nosotros para estar unidos a Ti, Jesús y María, a través de nuestro «sí» al Amor Santo.
Visita
Santísimos Corazones Unidos de Jesús y de María, Juan el Bautista fue santificado en el seno de su madre al ser visitado por los Corazones Unidos. Santificadnos ahora, queridos Corazones Unidos, mientras recorremos el camino del Amor Santo.
Nacimiento
Santísimos Corazones Unidos de Jesús y María, el Amor Divino vino al mundo en un entorno humilde. El Rey hizo Su trono en un pesebre. Ayúdanos a ver que nuestro mayor tesoro debe estar en el Cielo y no en ninguna riqueza o poder de la tierra.
Presentación
Santísimos Corazones Unidos de Jesús y de María, la espada del conocimiento que atravesó el Corazón de María debía atravesar Tu Sagrado Corazón una y otra vez, Jesús. Ruega por nosotros para que utilicemos nuestro intelecto para ganar almas para Ti a través del Amor Santo.
Encontrar a Jesús en el Templo
Santísimos Corazones Unidos de Jesús y de María, cuando Jesús se perdió, Tú lo buscaste, María, hasta que lo encontraste. Reza ahora con nosotros para que todas las almas que están perdidas y vagan por el mundo te busquen a Ti, Jesús, hasta que se unan a Ti.
- Misterios Dolorosos -
Agonía en el jardín
Dolorosísimos Corazones Unidos de Jesús y de María, al unísono aceptasteis la Voluntad Divina. Ayudadnos a aferrarnos a Vos por el Amor Santo, para que también nosotros aceptemos la Voluntad Divina en nuestras vidas.
Azotes en el pilar
Dolorosísimos Corazones Unidos de Jesús y de María, sufristeis como uno solo. Tu carne fue arrancada de Tus huesos, Jesús, mientras Tu Madre sufría los dolores contigo. Ruega por nosotros cuando suframos dolores físicos, para que también los ofrezcamos por los pecadores.
Coronación de espinas
Dolorosísimos Corazones Unidos de Jesús y de María, aunque separados por el espacio, Tu humillación se sintió vivamente en el Corazón de Tu Madre, Jesús. No Te defendiste. Tu Madre también guardó silencio. Ayúdanos a sufrir las humillaciones en silencio.
Llevar la Cruz
Dolorosísimos Corazones Unidos de Jesús y de María, Caíste y resucitaste, Jesús, como Tú deseas que nos elevemos por encima de nuestras culpas. Fuiste despojado de Tus vestiduras y de Tu dignidad. Tu Madre permaneció junto a Ti. Ruega para que seamos capaces de despojarnos del amor propio. María, permanece a nuestro lado.
Crucifixión
Dolorosísimos Corazones Unidos de Jesús y María, al expirar en la Cruz, Jesús, nos diste a Tu Madre. El Amor Divino nos dio el Amor Santo. Ahora, a través del Amor Santo, Tu Madre nos conduce de nuevo a Ti.
- Misterios Gloriosos -
Resurrección
Triunfantes, Corazones Unidos de Jesús y María, en la Resurrección salisteis victoriosos de la muerte. Rezad para que comprendamos que nuestra muerte es realmente el comienzo de nuestra nueva vida con Vuestros Corazones Unidos en el Cielo.
Ascensión
Corazones Triunfantes y Unidos de Jesús y María, Tu Ascensión, Jesús, nos dejó con los corazones llenos de esperanza: esperanza de que nosotros también alcanzaremos nuestro hogar Celestial. Ayudadnos a orar siempre, María y Jesús, con corazones llenos de esperanza.
Descenso del Espíritu Santo
Triunfantes, Corazones Unidos de Jesús y María, por la Divina Voluntad el Espíritu Santo vino al mundo para habitar en cada corazón. Tu Corazón Inmaculado es el Esposo del Espíritu Santo, Madre mía. Abre hoy nuestros corazones, para que Tu Esposo Celestial nos llene y nos guíe con santa audacia.
Suposición
Triunfantes, Corazones Unidos de Jesús y María, porque anhelabais estar una vez más unidos a Vuestro Hijo, María, fuisteis llevados en cuerpo y alma al Cielo. Ruega por nosotros para que estemos unidos a Dios por el Amor Santo.
Coronación
Triunfantes, Corazones Unidos de Jesús y María, Tu victoria es completa en el Cielo. Oramos Contigo por Tu victoria en cada corazón a través del Amor Santo. Entonces el Reino de Dios reinará en la tierra como en el Cielo, y viviremos en el Amor Santo en la Nueva Jerusalén.
Misterios del Rosario
Dictado por Jesús, abril de 2000
- Misterios gozosos -
Anunciación
Jesús dice: «La entrega de María a la Divina Voluntad de Dios une por primera vez en el mundo el Amor Santo y Divino».
Visita
Jesús dice: "Mi Madre creyó en el mensaje del ángel y partió de prisa para la visita con Su prima. Vivió para cumplir la Divina Voluntad de Mi Padre».
Nacimiento
Jesús dice: "El Verbo se hizo carne y habitó entre todos los hombres. El Verbo surgió por mandato del Padre Eterno. El Verbo encarnado es la Voluntad de Dios».
Presentación
Jesús dice: "María y José vivieron en obediencia a la Voluntad Divina y, por tanto, a quienes tenían autoridad sobre ellos. Cooperaron voluntariamente con la tradición al llevarme al templo para ser bendecido».
El Templo
Jesús dice: "El fuego del Amor Divino dentro de Mi Pecho me impulsó a permanecer en el templo para hablar y enseñar. Yo ardía en Amor Divino. No podía pensar en otra cosa que en Mi Padre del Cielo».
- Misterios Dolorosos -
Agonía en el jardín
Jesús dice: "Sufrí la Agonía en el Huerto por los que se obstinaban en sus opciones contra su propia salvación. Vi el gran número de almas que caerían en su perdición a pesar de Mi sacrificio».
Azotes en el pilar
Jesús dice: «Sufrí la mortificación de la Flagelación por los que cometen pecados de la carne».
Coronación de espinas
Jesús dice: "Me sometí a la Coronación de Espinas por los que tienen un corazón orgulloso. Éstos son aquellos cuyos pensamientos, palabras y acciones están centrados en sí mismos."
Llevar la Cruz
Jesús dice: "Llevé la Cruz con gran amor en Mi Corazón por los pecadores. Cada paso era para más almas. Cada caída fue por los tibios. Mi última caída fue por los sacerdotes tibios».
Crucifixión
Jesús dice: "La presencia de Mi Madre al pie de la Cruz Me dio fuerza para abrazar la Cruz. Mi Madre intercederá por todos aquellos que busquen fuerza para abrazar sus propias cruces».
- Misterios Gloriosos -
Resurrección
Jesús dice: "Abrí la puerta del Cielo a todas las personas, a todas las naciones, mediante Mi vida, muerte y Resurrección. Mi oración de hoy es que cada alma abra la puerta de su corazón al mensaje del Amor Santo."
Ascensión
Jesús dice: "Dejé a Mis apóstoles y a Mi Madre con la promesa de permanecer con ellos hasta el final de los tiempos. Por eso, comprended que sigo con vosotros en el misterio de la Eucaristía, el Pan de los Ángeles. Reconóceme revestido de este atuendo».
Descenso del Espíritu Santo
Jesús dice: "El Espíritu Santo descendió de repente sobre los apóstoles, donde estaban reunidos atenazados por el miedo. Dejad que el mismo Espíritu Santo actúe hoy en vuestros corazones. Abrid vuestros corazones a la santa audacia. Proclamad desde lo alto de los tejados y desde lo más profundo de vuestros corazones el mensaje del Amor Santo y Divino."
Suposición
Jesús dice: "Mi Madre fue llevada en cuerpo y alma al Cielo porque desde el momento de Su concepción el amor de Su Corazón era sin mancha. En Ella no había ira, celos ni falta de perdón. Su Corazón es la Santa y Divina Voluntad de Dios. Imita el Amor Santo de Su Corazón ahora, en este momento presente».
Coronación de María como Reina del Cielo y de la Tierra
Jesús dice: "Como Reina del Cielo, Reina de la tierra, Mi Madre espera la llegada al Cielo de cada uno de Sus hijos. Las miríadas de ángeles que asisten a María se postran a Sus pies. Mientras María se desplaza por el Cielo, los ángeles sostienen el brazo que lleva su cetro de amor, y portan Su manto, colocándolo suavemente alrededor de Ella donde viene a pararse."
Meditaciones del Rosario
Dictado por el Ángel de la Guarda de Maureen
14 de septiembre de 2001
(Tras el atentado terrorista del 11-S en EEUU)
- Misterios gozosos -
Anunciación
Dijiste «sí» al ángel sin que te costara nada, Madre Santísima. Ayúdanos a decir «sí» a la voluntad de Dios para nosotros en cada momento presente. Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros.
Visita
Viajaste para visitar a Tu prima y asistirla en su necesidad. Protégenos en nuestros viajes de cualquier ataque terrorista. Corazón Doloroso e Inmaculado de María, Ruega por nosotros.
Nacimiento
No pudiste encontrar una morada adecuada para el nacimiento de Tu Hijo, María. Sin embargo, Jesús, acurrucado en Tus brazos, debió de sentirse seguro. Ayúdanos como nación a sentirnos seguros una vez más. Corazón Doloroso e Inmaculado de María, Ruega por nosotros.
Presentación
Tu corazón fue atravesado por una espada, María, para que los pensamientos de muchos quedaran al descubierto. Nuestros corazones están traspasados hoy, Madre Santísima, al ver el mal que había detrás de estos ataques terroristas. Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros.
Encontrar a Jesús en el Templo
Cuando Jesús se perdió Le buscaste afligida, Madre Santísima. Muchos se han perdido hoy como consecuencia de este ataque a nuestro país. Te pedimos que asistas a los que los buscan y a los que los esperan con la gracia de Tu corazón. Corazón Doloroso e Inmaculado de María, Ruega por nosotros.
- Misterios Dolorosos -
Agonía en el jardín
Jesús, agonizaste por los que no se volverían a Ti a pesar de Tu muerte en la cruz. Jesús, Te pedimos que tengas misericordia de los terroristas que no se volverán a Ti. Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros.
Azotes en el pilar
Te arrancaron la carne de los huesos, Jesús. Muchos sufrieron heridas en estos atentados terroristas. Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros.
Coronación de espinas
Tantos sufren angustia mental por estos actos de violencia sin sentido, Jesús. Ayuda a esta nación en su duelo. Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros.
Llevar la Cruz
Aceptaste Tu cruz con paciencia, Jesús. Ayuda a nuestra nación a llevar con paciencia esta pesada cruz. Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros.
Crucifixión
Al abrazar Tu cruz, Jesús, oraste por Tus enemigos. Ayúdanos a perdonar a nuestros enemigos y a rezar por ellos. Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros.
- Misterios Gloriosos -
Resurrección
Ayúdanos como nación a resurgir de las cenizas de esta tragedia. Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros.
Ascensión
Ascendiste a Tu trono en el Cielo, Jesús, victorioso sobre la muerte. Desde Tu trono, lleva al Cielo a todos los que han perecido en esta tragedia. Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros.
Descenso del Espíritu Santo
Nuestros cuerpos están destinados a ser templos del Espíritu Santo. Inspira a todas las personas y a todas las naciones para que respeten la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros.
Suposición
María, fuiste asunta al Cielo en cuerpo y alma porque Tu corazón era intachable ante Dios. Por favor, reza para que el corazón de nuestra nación se vuelva irreprochable ante Dios anulando el aborto. Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.
Coronación
Desde Tu trono en el Cielo, María, puedes ver en todos los corazones. Revélanos a nuestros enemigos. Inspira a los líderes de nuestra nación para que reconcilien el corazón de esta nación con Dios. Corazón Inmaculado de María, Ruega por nosotros.
Los Misterios Luminosos del Rosario
Dictados por Jesús el 2 de noviembre de 2002
Bautismo de Jesús
Cuando estaba a punto de comenzar Mi ministerio público, recibí un bautismo en el río Jordán. El cielo se abrió y el Espíritu Santo descendió sobre Mí. Hoy, los Cielos se abren de nuevo. Esta vez El Fuego del Amor Divino se derrama sobre la tierra buscando envolver cada corazón con un Pentecostés de Amor. Cada uno debe hacer de la difusión de esta Llama su misión personal.
Boda en Caná
Mi Madre no guarda en Su Corazón ninguna petición que no Me entregue y deposite en Mi Sagrado Corazón. En todas las cosas María es la Perfecta Intercesora y Abogada. Cuando el alma se dirige a Ella con una necesidad, Ella le añade Su propia oración y Me la entrega. Mira este signo que hice en el banquete de bodas como señal de que Nuestros Corazones están, en verdad, unidos.
Proclamación del Reino
Mi Misericordia y Mi Amor son uno; son Divinos, Perfectos y Eternos. Nunca fallan. El alma que confía en Mi Amor y en Mi Misericordia es la que puedo perdonar. El Reino comienza en cada corazón que empieza a creer en Mi Amor y Misericordia. Así es como tiene lugar la conversión del corazón. Esta es Mi Victoria.
La transfiguración
La alegría del milagro de la Transfiguración tuvo lugar para anclar a los apóstoles en la fe. En los lugares de las apariciones auténticas de Mi Madre, como la del Amor Santo, abundan los milagros para apoyar el mensaje que se da. Los que se atreven a dudar de una aparición corporal deben asombrarse, pues, ante el relato de la Transfiguración, donde Moisés y Elías aparecieron a ambos lados de Mí. ¡Ten fe!
La Institución de la Eucaristía
Di Mi Cuerpo y Mi Sangre en la primera Eucaristía, y los doy continuamente hoy en todas las Misas del mundo. Este sacramento es fuerza para el viaje a través de las Cámaras de Nuestros Corazones Unidos. Con demasiada frecuencia, Mi Amor y Mi Misericordia quedan desatendidos. Soy ignorado y apartado en las Iglesias. Soy blasfemado por quienes Me reciben indignamente. Soy recibido tibiamente por la mayoría, e incluso por algunos sacerdotes. Reza este misterio en desagravio a Mi Corazón Eucarístico.
Leer más sobre los Aposentos de los Corazones Unidos
Reflexión sobre el Rosario
De una visión del 7 de octubre de 1996, Fiesta del Santo Rosario
Después de la Comunión, la vidente tuvo la siguiente visión. Vio un rosario con el cordón roto. Las cuentas se desprendían del extremo del cordón y caían al espacio. Luego las cuentas desaparecieron. Oyó decir a la Virgen «Estos son los Rosarios que tenéis tiempo de rezar pero que nunca rezáis».
Después vio un rosario que sólo tenía unas pocas cuentas. La Virgen dijo: «Estos son los Rosarios que rezáis entre grandes distracciones».
Después vio un rosario lleno de cuentas. Rodeaba el globo terráqueo. Nuestra Señora dijo: "Éstas son las oraciones que rezas de corazón. Con ellas puedo convertir a los pecadores. Deseo que hagáis de vuestras oraciones oraciones globales. Rezad por todos los pecadores. Así podré unir a todas las naciones a Mi Corazón Inmaculado».
Reflexión sobre el Rosario
Santo Tomás de Aquino, 7 de octubre de 2002
Santo Tomás de Aquino se acerca. Se inclina ante el sagrario y dice: «Alabado sea Jesús».
"La Santa Madre me ha enviado para hablaros del Rosario. Algunas personas -incluso dirigentes de la Iglesia- lo toman a la ligera. Pero el poder del Rosario no ha cambiado a lo largo de los siglos. Si se rezara más, el aborto sería reconocido como lo que es. La aceptación del aborto por parte de los dirigentes de cualquier país lo pone en peligro, pues sólo este pecado provoca guerras, catástrofes naturales, confusión política y colapso económico."
"La devoción al Santo Rosario pone al alma bajo la protección de la Santísima Madre, un lugar en el que cualquiera debería buscar estar en estos tiempos. Llevar el rosario contigo es una señal para Satanás de que perteneces a María».
"La meditación de los misterios del Rosario acerca el alma a Jesús y la aleja del pecado. El Rosario es un arma decisiva contra el reino de Satanás en este mundo».
«Una vez que el alma comienza el rezo diario del Rosario, la Santísima Madre le persigue, buscando su santidad y un compromiso más profundo con la oración.»
«Haz que esto se sepa».
El Rosario de la Familia
Nuestra Señora, 19 de abril de 2008
Nuestra Señora: «Deseo que las familias vuelvan a unirse bajo el estandarte del Santo Rosario».
Prayers and messages are taken from the books "Triumphant Hearts Prayer Book 2nd Edition" and "United Hearts Book of Prayers and Meditations", which you can download here.
Orígenes:
Oraciones, Consagraciones y Exorcismos
La Reina de la Oración: El Santo Rosario 🌹
Oraciones diversas, Consagraciones y Exorcismos
Oraciones de Jesús Buen Pastor a Enoc
Oraciones para la Preparación Divina de los Corazones
Oraciones de la Sagrada Familia Refugio
Oraciones de otras Revelaciones
Oraciones de Nuestra Señora de Jacarei
Devoción al castísimo Corazón de San José
Oraciones para unirse al Amor Santo
La Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María
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