domingo, 28 de diciembre de 2014

¡La verdad os alcanzará a todos!

- Mensaje nº 795 -

Hija mía. Mi querido hijo. Di hoy a los hijos de la tierra lo siguiente: Los últimos días de vuestra existencia terrena se oscurecerán, la persecución de los que aman a Mi Hijo será aún mayor, surgirán focos de problemas donde se confiaba en la esperanza y la paz, y se instigarán guerras donde os sentíais seguros e «intocables». El poder oscuro se extiende insidiosamente sobre vosotros, pero no lo veis. Para ti todo es «normal», así que trivializas los acontecimientos, ¡para fomentar tu conocimiento!

Mientras cada vez más hijos de Dios experimentan el sufrimiento, vosotros os escondéis en la complacencia. Os cerráis a la verdad, pero, amados hijos, la verdad os alcanzará a todos. No podéis apartarla ni detener su llegada, pero podéis rezar y así mitigar e incluso evitar lo peor.

Así que convertíos definitiva y verdaderamente a Mi Hijo. ¡Vosotros, los cristianos tibios, sois los que más herís el corazón de Mi Hijo!

¡Levántate y permanece junto a tu Jesús! Ayudad a los necesitados y no permitáis que tantos hijos fieles y leales sean asesinados, azotados, perseguidos, torturados, maltratados y masacrados ¡Porque Amáis a Mi Hijo!

Ayudaos unos a otros y rezad unos por otros. ¡Todos y cada uno de vosotros podéis hacer el bien! Ya sea con dinero, con alojamiento, con comida u otra provisión y/o con oración: ¡Todos podéis hacer algo!

Así que levántate, confiesa a Jesús y pídele ayuda a Él y a Nosotros: ayuda para que tu fe se fortalezca, ayuda para perseverar, ayuda para poder rezar, ayuda para ayudar a los demás: Pedid y se os dará.

Hijos míos. No dejéis que el maligno os divida y os separe de Mi Hijo. Debéis ser fuertes y firmes. El final es duro, pero con Jesús no os perderéis. Amén. Que así sea.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

«Levantaos y orad los unos por los otros . Vuestra oración es escuchada, así que usadla por vosotros mismos y por vuestros .

hermanos y hermanas en el Señor . Amén».