sábado, 20 de diciembre de 2014

¡Vuestras oraciones obran milagros en este tiempo del fin!

- Mensaje nº 785 -

Hija mía. Mi querida hija. Di hoy lo siguiente a los hijos de la tierra:

No esperéis hasta el último día, pues vuestra conversión no será más fácil, sino que cada día que pase os quedará menos tiempo para vuestra purificación.

Honrad a Mi Hijo y a vuestro Padre del Cielo y empezad a centrar vuestras vidas completamente en Ellos. No debe haber más divagaciones, estáis más cerca del final de lo que creéis. Así que ahora empezad a centrar vuestra vida en Jesús, a complacerle en todo lo que hagáis. Vive con Él y hónralo, porque te queda poco tiempo. Cuando llegue el final, tendréis que haber encontrado a Jesús y confiar plenamente en Él.

Hijos míos. El fin se acerca, y estáis viviendo ciegamente en el humo y el resplandor del diablo. Atrapados en sus velos de niebla, sois ignorantes y ciegos, y se os oculta la verdad. ¡ Puedes cambiar esta condición confesando a Jesús! Así el final será gozoso para vosotros, pero de lo contrario os sobrevendrán la miseria y el sufrimiento.

Hijos míos. Apenas os queda tiempo, ¡así que confesad ahora! Sólo Mi Hijo es el camino hacia una eternidad gloriosa, quien no Le confiese, pronto se perderá.

Hijos Míos. ¡Levantaos y salid de vuestra vida tan «cómoda»! Sólo vuestra purificación os hará libres del pecado y feliz vuestra devoción a Mi Hijo. Aceptad ahora la bendición de vuestro Padre y dejaos dotar de Sus gracias. El Padre os ama a cada uno de vosotros, y aún hay tiempo para vuestra conversión.

Así pues, ¡corred a Jesús y dadle vuestro Sí y entregaos completamente a Él! Os convertiréis en hijos felices del Señor y la alegría entrará en vuestros corazones.

Confesaos ahora, Mis queridos hijos, y no esperéis más. Ya se han hecho los preparativos finales y pronto notaréis la puesta en práctica de los planes malignos.

No aceptéis la marca de la bestia en ningún momento, pues os cerrará las puertas de la gloria. Abrid los ojos, los oídos y el corazón, pues las innovaciones de vuestro mundo están dirigidas a vuestra corrupción.

Así que rezad ahora, amados hijos, contra todo el mal que está por venir . Vuestras oraciones son escuchadas por el Padre, así que no dejéis nunca que cese la oración . Yo, vuestra Santa Madre del Cielo, os imploro, pues vuestra oración obra los milagros en este tiempo del fin . Amén.

Os amo.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.