domingo, 23 de noviembre de 2014

¡No confundáis al hijo del mal con vuestro Jesús!

- Mensaje nº 757 -

Hija mía. Mi querido hijo. Escucha lo que Yo, tu Santa Madre del Cielo, tengo que decir hoy a los niños: No os perdáis en mundanidades, pues el final se acerca y no queda mucho tiempo para vuestra preparación. Estad completamente con Nosotros y orad, hijos Míos, ¡porque vuestra oración es muy necesaria!

Hijos Míos. Dios, el Padre de todos nosotros, enviará a Su Hijo por Segunda Vez, ¡pero no habitará entre vosotros, sino que vendrá a conquistaros y liberaros, a redimiros y llevaros al Nuevo Mundo que el Padre, en todo Su amor misericordioso y generosidad, ha creado y preparado para vosotros!

No confundáis al hijo del mal con vuestro Jesús, porque sólo éste se hará pasar por Mi Hijo, subirá a Su trono y se dejará celebrar, y las masas se echarán a sus pies, pero él las hundirá a todas en la perdición, porque es hijo de Satanás y no de Jesús.

Jesús vendrá a redimiros, pero lo hará de forma tranquila y pacífica , es decir, no hará ningún alboroto, ni sobornará con encanto ni con carisma, ni morará entre vosotros, porque Él es Divino, y es Su Divinidad la que os dará la salvación y la redención, ¡no exigiendo reconocimiento y gloria!

Estad advertidos , hijos Míos, pues el que viene y sube al trono no es Mi Hijo. Jesús habita en cada uno de vosotros. Siempre está ahí para vosotros, pero debéis pedírselo y darle vuestro Sí. Al final de los días vendrá a redimiros, ¡pero no os pedirá ningún espectáculo de gloria y reconocimiento y «divinización»!

Así que estate prevenido y aprende a distinguir: Mi Hijo es Santo, es Divino y vuestro Redentor, ¡pero el otro mentirá, sobornará y usará la violencia con aquellos que no se postren a Sus pies y se nieguen a deificarlo!

No tengáis miedo, hijos Míos, ¡pero estad prevenidos! Permaneced fieles a Mi Hijo y esperadle en pureza y amor. Jesús vendrá a redimiros, pero será al final de los días. Amén. Que así sea.

Vuestra amorosa Madre del Cielo y Dios Padre, Creador Todopoderoso y Señor del Cielo y de la Tierra. Amén.