Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania

 

viernes, 12 de abril de 2013

Ricas gracias

- Mensaje No. 98 -

 

Hijo mío. Querido hijo mío. Yo, tu Madre en el Cielo, estoy aquí para decirte: para todos Nuestros hijos hay una gran recompensa, pues quien acepta un sufrimiento por Mi Hijo y lo hace con alegría, podrá regocijarse en el amor que Mi Hijo le dará.

Hijo mío. Mi Hijo da Sus gracias a todos Sus hijos y también Su amor es el mismo para todos los hijos, pero el que acepta un sufrimiento por Él experimenta esta maravillosa fusión, este amor, bondad y unión inefables con Mi Hijo. Es un momento maravilloso para aquellos que soportan Sus sufrimientos con alegría, porque es como si se convirtieran en uno.

Es esta experiencia la que hace que la aceptación de los sufrimientos por Mi Hijo sea un evento tan maravilloso que incluso en el sufrimiento estas personas siguen siendo felices y más: son felices por estos sufrimientos, porque se han unido a Jesús, Mi Hijo.

Aquellos que aún no han tenido tal experiencia podrían encontrarlo difícil de entender, pero, Mis queridos hijos, siempre piensen en aquellos que han brillado en el sufrimiento, que han asumido el dolor y las cargas y han sido felices haciéndolo. La historia de vuestros santos está llena de estas almas, y todos ellos han tenido esta unión con Mi Hijo.

Es maravilloso estar tan cerca e íntimo de Mi Hijo, pero Nosotros respetamos a cualquiera que no desee esto por sí mismo. No todos Nuestros hijos están hechos para aceptar un sufrimiento por Mi Hijo, así que no desesperes ni temas. Mi Hijo tiene Sus gracias preparadas para cada uno de vosotros, y sabed que vuestra oración hace tanto bien.

Hijos míos. Queridos hijos míos. Amamos a cada uno de vosotros, y cada uno de vosotros nos da alegría con sus oraciones, sus buenas obras, su SÍ a Jesús, Mi Hijo. Quien pueda aceptar el sufrimiento por Mi Hijo, por la salvación también de las almas creídas perdidas, que dé su SÍ a Mi Hijo para ello. Quien no pueda hacer esto, quien no quiera hacer esto, continúe ayudando en la oración y con todo el bien que hacéis.

Yo, vuestra Madre en el Cielo, os llamo a servir a Mi Hijo como podáis, y prometo que vuestros sacrificios serán recompensados. Ricas gracias caen sobre aquellos que sufren con Él, ricas gracias también para aquellos que permanecen fieles a Él, defendiéndolo. Ricas gracias para todos aquellos que oran diligentemente, y ricas gracias para todos aquellos que son perseguidos, torturados, ridiculizados y maltratados en Su nombre.

Hijos míos. El tiempo se acerca a su fin. A todos Nuestros hijos llamamos a la oración, a la aceptación de los sufrimientos de Mi Hijo, al mantenimiento de las Santas Misas y a la fidelidad devota a Mi Hijo.

Desde mi corazón os agradezco por responder a Mi llamada como podáis.

Vuestra amorosa Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

Origen: ➥ DieVorbereitung.de

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