lunes, 26 de febrero de 2018

Lunes, 26 De Febrero De 2018

Lunes, 26 de febrero de 2018:

Jesús dijo: «Pueblo mío, el tema de las lecturas de hoy es ser misericordioso. Yo he sido misericordioso con todos los pecadores perdonando vuestros pecados y muriendo en la cruz para ayudar a salvar a todas las almas que Me aceptan. Quiero que todos Mis fieles seáis misericordiosos con todas las personas que conocéis y con las que os encontráis en la vida. Hay muchas luchas en las guerras y discusiones sobre política y religión. Es hora de tener un tiempo de paz sin juzgar a los demás. Ahora es un momento aceptable para amarme y amar a tu prójimo. La vida es demasiado corta para estar matando a la gente, o pasar el tiempo discutiendo unos con otros. Ayudando a tu prójimo por amor, tendrías un mundo mucho más alegre en el que vivir. Haz lo que puedas para traer paz y alegría al mundo, en lugar del odio del diablo».

Jesús dijo «Pueblo mío, he dado a Mis sacerdotes el don del Orden Sagrado, para que puedan consagrar el pan y el vino en Mi Cuerpo y Mi Sangre. También pueden oír confesiones y absolver a los pecadores de sus pecados. Durante la Cuaresma y todo el año, he estado llamando a tu pueblo para que se arrepienta de sus pecados y cambie sus malos caminos. Estoy esperando que los pecadores vengan a Mí en Confesión con el sacerdote, porque muy poca gente viene a confesarse. El primer paso es conseguir que la gente vuelva a Misa los domingos. El segundo paso es que se acerquen a Mí en la Confesión para que puedan limpiar sus pecados y dejar sus malos hábitos. Si no tenéis el corazón contrito y dolorido, será difícil perdonar vuestros pecados. Prepárate bien para la Confesión, para que seas sincero al buscar Mi perdón. Siempre perdonaré a cualquier pecador arrepentido, pero tú debes dar el primer paso viniendo al confesionario. No temáis Mi justicia, pero Yo siempre consuelo a los pecadores en sus pecados problemáticos. Os amo a todos y morí en la cruz para salvar a las almas del infierno. Aceptadme en vuestro corazón y en vuestra vida, y dejad que Yo os guíe por el camino correcto hacia el cielo».