domingo, 4 de junio de 2017

Domingo, 4 De Junio De 2017

Domingo 4 de junio de 2017: (Domingo de Pentecostés)

El Espíritu Santo dijo: «Yo soy el Espíritu de Dios, el Paráclito y el Consolador. Me recibís a Mí, a Jesús y a Dios Padre cada vez que comulgáis dignamente. Cumplo tu deseo de enviarte la lengua de fuego sobre ti, como hice con los apóstoles. Me alegra que Me invoques para que te ayude a dar tus discursos, como Jesús dijo que no te preocuparas por qué palabras pronunciar, porque Yo te las daría. También te ayudo a escribir tus mensajes, igual que inspiré a todos los escritores de la Biblia para que escribieran sus palabras, como en la visión. Sabéis cuánto os amamos a todos vosotros, y Yo soy verdaderamente el Espíritu de amor que os mueve a amarnos a Nosotros y a vuestro prójimo. En el Evangelio leéis cómo un gran viento se dirigió hacia la habitación superior, donde se encontraban los apóstoles y la Virgen. Todos recibieron lenguas de fuego, y los apóstoles pudieron incluso hablar lenguas diferentes que los diversos pueblos podían comprender. Es Mi Espíritu de amor el que entra en todos vuestros corazones para que podáis hablar el lenguaje del amor a Nosotros y a vuestro prójimo. Es el amor en la familia el que engendra hijos, y os inspira a transmitir vuestro amor y vuestra fe a vuestros hijos. Cuando os bendigo, especialmente en la Confirmación, os concedo Mis siete dones para ayudaros a difundir las palabras de salvación a todas las naciones. Id, pues, y Yo os daré verdaderamente las palabras que debéis proclamar en vuestros esfuerzos de evangelización».

Jesús dijo «Pueblo mío, durante unos trescientos años después de Mi muerte, los cristianos fueron asesinados o martirizados por causa de Mi Nombre. Por eso los cristianos buscaban las cuevas de las catacumbas para esconderse de las autoridades. No era fácil llevar una vida cristiana en busca de la salvación de las almas. Hoy en día, hay cierta persecución de cristianos, pero sobre todo en los países árabes. Los cristianos de América son criticados, pero sus vidas no están amenazadas. A medida que se cierren más iglesias, será más difícil encontrar una iglesia para la Misa, por no hablar de los lugares de Adoración. Veréis más críticas y, finalmente, persecución a medida que os acerquéis al tiempo de la tribulación. Habéis visto en visión cómo las autoridades utilizarán guillotinas para martirizar a los cristianos por su fe. Cuando vuestras vidas estén en peligro, llamaré a Mis fieles a Mis refugios e incluso a cuevas. Estos lugares de escondite serán vuestras nuevas catacumbas. Tendré un ángel custodiando cada refugio para que estéis protegidos de cualquiera que intente mataros. Invócame para que te guíe a refugios seguros donde tendrás comida y agua multiplicadas para tu supervivencia. Ver las catacumbas es un anticipo de cómo os esconderéis de las autoridades. Rezad por Mi protección a lo largo de la tribulación venidera».