jueves, 11 de mayo de 2017

Jueves, 11 de Mayo de 2017

Jueves, 11 de mayo de 2017

Jesús dijo «Hijo mío, al leer todos los relatos de Mis discípulos viajando de ciudad en ciudad en los Hechos de los Apóstoles, reconociste una historia familiar en tus propios esfuerzos de evangelización cuando viajas de estado en estado. Mis discípulos habrían llegado más lejos y más deprisa, si hubieran tenido vuestros coches y aviones de hoy. Te envío, hijo mío, a compartir Mi Palabra con todas las personas que encuentres. Da gracias por tener este don de Mis locuciones interiores que compartes y anima a la gente en la fe. Mis palabras son directas y siempre llegan para salvar almas por amor y no por miedo. Tengo muchos mensajeros guiando a Mi pueblo con advertencias similares de estar preparados para la tribulación venidera. No os preocupéis por las fechas, pero tened vuestras almas siempre preparadas para encontraros Conmigo en un alma pura, para que estéis listos para Mi experiencia de Advertencia. Los acontecimientos serán cada vez más graves, pero no tengáis miedo porque Yo os protegeré y os ayudaré a superar las pruebas. Si te encuentras con situaciones demoníacas, reza tu oración de San Miguel, e invócame para que te envíe a Mis ángeles para que te defiendan. Sigue adelante y predica Mi Buena Nueva a todas las naciones. Puedes darme las gracias por haber llevado tu coche al taller».

Grupo de oración:

Jesús dijo: «Pueblo mío, conocéis a los masones de alto nivel que pertenecen al pueblo de un solo mundo. Algunos de ellos incluso adoran a Satanás y llevan a cabo sus planes. También hay masones infestados en el Vaticano, y serán decisivos cuando Mi Iglesia se divida entre la iglesia cismática y Mi remanente fiel. Rezad mucho por vuestro Papa y la jerarquía del Vaticano».

Jesús dijo: «Pueblo mío, invito a Mis fieles a construir Mi Iglesia evangelizando a las almas para que se bauticen. La verdadera Iglesia son las personas que vienen a compartir en Mi mesa eucarística. Yo soy la piedra angular sobre la que descansa Mi Iglesia. Mis creyentes son los que difunden Mi Buena Nueva e invitan a la gente a venir a Mí para ser iniciados en la fe con el Bautismo. Trae a tus hijos, nietos y bisnietos a la Iglesia para que se bauticen. Puedes animarles a venir todos los domingos a Misa, porque forma parte de Mi Tercer Mandamiento honrarme todos los domingos».

Jesús dijo: «Pueblo mío, Mi Santísima Madre os recuerda que recéis al menos tres rosarios cada día para que vuestras oraciones constantes puedan ayudar a salvar a todos los miembros de vuestra familia. Son Mis guerreros de la oración los que tienen la gran responsabilidad de seguir rezando por los miembros de su familia, incluso por los que no vienen a la Misa dominical. Sigue dando buen ejemplo a tu familia en tus rosarios diarios y en las Misas dominicales. Tened cuidado al hablar para que vuestra familia no os oiga decir palabrotas o poneros violentos. Llevad una buena vida cristiana para que no parezcáis hipócritas».

Jesús dijo: «Pueblo mío, habéis visto daños por inundaciones, tornados e incendios en Florida. Algunas personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, y necesitan vuestra ayuda y vuestras oraciones. Tu pueblo debe darse cuenta de que algunos de estos desastres naturales son un castigo por vuestros pecados. Algunos de los tuyos Me ignoran y los ateos ni siquiera creen que Yo exista. Reza para que estas personas vengan a Mí y no se pierdan en el infierno. Estáis celebrando el centenario de Fátima, y los niños tuvieron una visión del infierno. Si vierais cuánto sufren las almas en el infierno, esto os serviría de inspiración para evangelizar al mayor número posible de almas. Cada alma que salvéis del infierno os lo agradecerá eternamente».

Jesús dijo: «Pueblo mío, habéis tenido guerras a lo largo de la historia del hombre, y las armas que fabricáis son más mortíferas que nunca. Vuestras armas nucleares son las más peligrosas en manos de quienes se plantean utilizarlas. En Japón, durante la Primera Guerra Mundial, pudisteis ver lo despiadado que fue el envenenamiento por radiación de la población. Incluso el gas sarín y otros gases venenosos también están infligiendo muchas muertes a la población de Siria. Sigue rezando para que cesen todas las guerras, pero tu país debe proporcionar una defensa a tu pueblo».

Jesús dijo: «Pueblo mío, vuestra sociedad se ha vuelto muy dependiente de la electricidad para hacer funcionar vuestras calefacciones, luces, hornos y aires acondicionados. Necesitáis electricidad para que funcione Internet y vuestro sistema bancario. También sois vulnerables a los cortes de electricidad, que pueden deberse a muchas causas. Sería prudente tener algunos medios de reserva para calentar vuestras casas con leña, propano, etc., y algunas velas o lámparas de aceite para la luz. También deberíais tener almacenados algunos alimentos extra para no morir de hambre en un apagón prolongado. Es sólo cuestión de tiempo que se destruya la electricidad, por lo que debes pensar en tener agua, alimentos y combustibles para tu supervivencia. Los constructores de Mis refugios se están preparando para la vida independiente, cuando Yo multiplique tus necesidades. Estad preparados para partir hacia Mis refugios cuando os dé la orden».

Jesús dijo: «Hijo mío, se te dieron instrucciones para que leyeras los mensajes de la Santísima Madre que se dieron en Fátima entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. También viste el plan de Paz de la Santísima Madre para detener las guerras. Esta información se puede encontrar en Internet, y sería útil que leyeras estos mensajes porque son apropiados para tu época, como lo fueron en 1917. Quizá quieras enumerar el plan de Paz de la Virgen después de este mensaje».

Plan de Paz de Nuestra Señora:

Conságrate al Corazón Inmaculado de María. Ofrece tus tareas diarias como sacrificio en reparación por nuestros pecados y los de los demás. Reza el Rosario todos los días. Viste el escapulario marrón. Realiza los cinco Primeros Sábados (Confesión, Comunión y Rosario) con 15 minutos de meditación sobre los Misterios del Rosario. Haz visitas al Santísimo Sacramento.

Reza las oraciones de Fátima de Nuestra Señora:

«Oh Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman».

«Oh Santísima Trinidad, yo te adoro. Dios mío, Dios mío, te amo en el Santísimo Sacramento».

«Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Te adoro profundamente. Te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido. Y por los infinitos méritos de Su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, Te suplico la conversión de los pobres pecadores.»