Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU

 

martes, 30 de diciembre de 2014

Martes, 30 De Diciembre De 2014

 

Martes, 30 de diciembre de 2014

Jesús dijo «Pueblo mío, en el momento de Mi nacimiento, el pueblo de Israel llevaba miles de años esperando que viniera el Mesías y les salvara de sus pecados. Por eso algunos de los judíos no podían creer que yo fuera el Cristo, porque no encajaba en sus expectativas sobre el aspecto del Mesías. Vine como el pobre hijo de un carpintero y nací en un establo, en un pesebre. Aun así, soy el Hijo de Dios que vino a salvar a toda la humanidad de sus pecados. A Simeón se le prometió que vería a su Salvador antes de morir. Ana también estuvo orando y ayunando en el Templo durante muchos años, esperando verme. Ambos dieron su testimonio de que Yo era el Salvador esperado, pero no todos les creyeron. Incluso hoy, lleváis mucho tiempo esperando Mi regreso, y os he dicho que viviréis para ver Mi venida. Vendré sobre las nubes en gloria y esplendor para llevar a todos a su juicio. Alégrate de que verás Mi día, igual que Simeón me vio a Mí».

Grupo de oración:

Jesús dijo: «Pueblo mío, en la visión estáis viendo Mi milagrosa Estrella de Belén en los cielos, tal como dirigió a los Magos para que Me encontraran. Yo soy la Luz del mundo y disperso las tinieblas del mal sobre la tierra. Mi estrella señaló el camino hacia Mí, igual que veis estrellas en la copa de los árboles de Navidad. Hay otra Luz que estará en el cielo sobre Mis refugios, y es Mi cruz luminosa que la gente mirará y será sanada. Alabadme y dadme gracias porque dirigiré a Mis fieles a Mis refugios con Mis ángeles».

Jesús dijo: «Mi pueblo, Simeón y Ana estaban pacientemente orando y ayunando en el Templo, mientras esperaban Mi venida. Dieron testimonio personal de su fe en que Yo respondería a sus oraciones para verme como el Mesías. Dieron gloria a su Dios y son testigos de Mi misión en la tierra».

Jesús dijo «Pueblo mío, incluso siendo un bebé, Yo estaba teniendo un efecto en la tierra, porque registráis vuestra historia de los acontecimientos como antes y después de Mi nacimiento. Vine a la tierra como Dios-hombre por Mi Encarnación. Soy el Salvador de toda la humanidad a través de los siglos. Alégrate de que tomé todos tus pecados sobre Mí para poder ser el Cordero sacrificial que os salvara a todos por Mi Sangre. Esta gracia se concede a todas las personas que son bautizadas en la fe cuando su pecado original es perdonado».

Jesús dijo: «Pueblo mío, Mi Santísima Madre desempeñó un gran papel en la historia de la salvación, pues ella y San José fueron los descendientes del rey David en Belén. Cuando recordáis Mi vida, podéis ver cómo todo ha sido planeado por Mi Padre celestial en cada detalle. Cuando conmemoréis Mi nacimiento en Navidad, podéis venir a Mi pesebre como los Magos que Me trajeron sus regalos. Yo formo parte de todas vuestras vidas, pues invito a todos a seguirme al cielo».

Dijo Jesús: «Pueblo mío, no pudisteis celebrar la fiesta de los Santos Inocentes porque cayó en domingo. No olvidéis la triste historia de cómo Herodes mandó matar a todos los niños de Belén en su intento de matarme a Mí. Mis ángeles dirigieron a San José y a nuestra familia a Egipto para evitar a los soldados de Herodes. Incluso hoy, tienes a otros Santos Inocentes en todos los abortos de los bebés no nacidos. Reza para que se detenga el aborto que está desafiando Mis planes para estas pequeñas vidas».

Jesús dijo: «Pueblo mío, igual que la gente no recibió a Mi familia en la posada, no rechacéis a la gente para que la acojáis en su momento de necesidad. Acércate a los pobres para ayudarles con comida y un lugar donde alojarse. Tened compasión de vuestro prójimo necesitado. Cuando todos lleguéis a vuestro juicio, os preguntaré si ayudasteis a vuestro prójimo por amor. Si les disteis de comer, agua, ropa y cobijo, entonces encontraréis vuestra recompensa Conmigo. Pero aquellos, que fueron egoístas y no ayudaron a su prójimo, sufrirán mucho por su inacción, cuando no Me ayudaron a Mí en su prójimo».

Jesús dijo: «Pueblo mío, os he dado este ejemplo del Buen Samaritano para que lo imitéis en vuestras propias buenas acciones. Os doy a todos muchas oportunidades en la vida para ayudar a los necesitados, e incluso para ayudar a las almas del purgatorio con vuestras oraciones y Misas. Incluso cuando hagáis un esfuerzo adicional para ayudar a la gente, os sentiréis bien por haber podido ayudarles, y recibiréis un tesoro en el cielo por vuestras buenas acciones. Cuando llegues a tu juicio, sólo tendrás tus buenas acciones para compensar tus pecados y cualquier reparación debida por tus pecados».

Origen: ➥ www.johnleary.com

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