Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
martes, 1 de mayo de 2012
Martes, 1 de mayo de 2012

Martes, 1 de mayo de 2012: (San José, el trabajador)
Jesús dijo: “Mi gente, en el Jardín del Edén, Adán y Eva cometieron el pecado original al tomar el fruto del árbol prohibido porque escucharon las mentiras del diablo. Como consecuencia de su pecado, fueron expulsados del Jardín del Edén, y tuvieron que trabajar con el sudor de su frente para ganarse la vida proporcionando su alimento y refugio. Desde este evento temprano, hombres y mujeres han estado trabajando también por su pan de cada día. Solo en los últimos años se ha obligado a las mujeres a trabajar fuera del hogar en el lugar de trabajo general. El trabajo ayuda a proporcionar las habilidades necesarias para ayudar a todos en las necesidades diarias de cada persona. Con su trabajo, ayudan a otras personas en su lucha por la supervivencia. Los agricultores les proporcionan los alimentos para comer, y muchos otros trabajadores les proporcionan otras necesidades. Su compensación laboral les ayuda a comprar alimentos, casas y automóviles para su sustento. Les recuerdo a las personas que están aquí en esta tierra para conocerme, amarme y servirme. Así que acumular mucha riqueza no es su objetivo principal. Mantengan todo en perspectiva compartiendo su riqueza y su tiempo para ayudar a sus vecinos con buenas obras.”
Jesús dijo: “Mi gente, cuando uno de sus amigos se ve afectado por un derrame cerebral o cáncer, rápidamente van a ver a esa persona y lo consuelan con su presencia. Han visto cómo he curado a muchas personas en el Evangelio, y fue la fe de la gente en mi curación la que los curó. Sigan rezando para que sus amigos puedan ser curados con mi gracia y su fe en mí para curarlos. Pídeme que envíe a mis ángeles para consolarles y ayudar a sus amigos en el camino hacia la recuperación. Han ayunado y rezado novenas por la curación, así que pueden hacerlo de nuevo por los eventos recientes en sus vidas. Confíen en que puedo permitir una recuperación más rápida y detener que cualquier cáncer empeore. La vida y su salud son un regalo precioso, y es cuando se ven a sí mismos o a otro con un problema de salud que se dan cuenta de la fina línea entre la salud y la enfermedad o la incapacidad. Oren por su propia salud y por la de sus seres queridos, especialmente aquellos que están enfermos o han sufrido un derrame cerebral.”
Origen: ➥ www.johnleary.com
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