Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 17 de junio de 2018

Mensaje de María Santísima

 

(María Santísima): Queridos hijos, ¡estos son los tiempos finales! La guerra entre mi adversario y yo entrará ahora en su fase decisiva. Por ello, el combate será más duro y el choque entre mi poder y el poder de mi enemigo será inevitable.

Por tanto, debéis ser mis verdaderos soldados y prepararos cada vez más para esta gran Guerra Espiritual, que llegará a su fase decisiva. Y entonces, se decidirá el Futuro Eterno de los Pueblos, de las Naciones y también de cada uno de vosotros.

Esta guerra, que siempre ha sido a nivel espiritual con consecuencias en lo material, llegará al punto de ser realmente visible. Sí, hijos míos, llegará el momento del último combate.

Por tanto, debéis estar preparados para lo que debe venir, rezando cada vez más, haciendo cada vez más sacrificios. Alimentando y fortaleciendo el alma con la meditación de mis Mensajes, las vidas y también las meditaciones de los Santos para que en ese momento no os debilitéis.

Ahora que la guerra entre mi adversario y yo va a intensificarse, ya no podéis perder el tiempo con cosas mundanas, ni con criaturas, ni con la búsqueda de vuestros sueños y vuestros deseos, de vuestros placeres. Pero, debéis ser como mis verdaderos soldados:

- Aumentad los cenáculos de oración en todas partes;

- Aumentar la difusión de mis mensajes;

- Aumentar verdaderamente vuestros esfuerzos para salvar más almas.

Y llevar siempre mis mensajes al mayor número de almas, que son lo único que puede salvar a mis hijos y ayudarles en la hora decisiva que llegará pronto para la humanidad.

Mis soldados no pueden dormir, ni perder un minuto con las cosas mundanas.

- Deben concentrarse en mis cenáculos.

- Deben concentrarse en anunciar mi palabra al mundo entero.

- Ahora deben concentrarse en salvar almas y fortalecer la suya propia.

Por tanto, renunciad a todo lo que os aleje de este ideal de vida que es verdaderamente ahora:

- Sed santos;

- Lucha el buen combate;

- Poner fin a la carrera;

- Conquistar la corona de la vida eterna.

Pronto, todo lo que conoces ya no será igual, todo cambiará. Mi Hijo vendrá a renovar todas las cosas, como está escrito. Sólo Él ha determinado y conoce el día y la hora, pero el regreso de mi Hijo está cerca, ¡muy cerca!

Antes de eso, tendrá lugar la batalla decisiva. Satanás, mi adversario, saldrá a la luz con los suyos, yo saldré con los míos, con los Ángeles y con San Miguel.

Y entonces, se librará la Última Batalla de la que sólo uno saldrá victorioso. Y el vencedor, hace 101 años ya sabéis quién será:

Por fin Mi Corazón Inmaculado Triunfará».

El Anuncio desde lo alto de la Azinheira De Fátima se cumplirá y por fin mi pie Inmaculado aplastará a mi Enemigo para siempre. Pero antes de que esto suceda muchos de ambos bandos, de ambos ejércitos caerán y caerán.

Algunos del bando de mi Enemigo vendrán al mío, porque yo los tocaré y los conquistaré.

Pero mi Enemigo vengándose también intentará conquistar a muchos que están de mi lado: los débiles, los egoístas, los perezosos, los que no saben morir a sí mismos, los mundanos, los que en su interior tienen el espíritu del propio mundo, no resistirán.

Los que son obstinados, los que son desobedientes a mi voz.

Los que siempre en todo y por todo buscan pretextos para no obedecer mi voz maternal, están destinados a pasar al ejército del Enemigo. Que con un soplo de la boca de mi Hijo Jesús, con un simple relámpago que emane de mis manos y con el parpadeo de la espada de San Miguel, ese ejército junto con su general serán precipitados para siempre en las llamas eternas.

No os pongáis del lado de este ejército, hijos míos, permaneced en mi Ejército viviendo una vida de Oración, Santidad, Obediencia completa y preparándoos cada vez más para el día de la confrontación final que se acerca.

Antes habrá, hijos míos, la Advertencia, ¡será terrible! Será como ser verdaderamente invadido por un fuego místico, que hará que el alma vea toda su vida conducida sin Dios.

Y causará tal terror que muchos no lo soportarán.

Además, antes de la Última Batalla vendrá esa gran oscuridad que durará 3 días. En esos 3 días, todos los que estén fuera de la Gracia de DIOS, todos los que se hayan negado a seguirme y obedecerme serán apresados por mi Enemigo y arrojados a las llamas eternas.

¡Será horrible, hijos míos! Horrible ser apresados por el Enemigo y arrastrados vivos al fuego eterno.

No seáis de ese número, permaneced en mi ejército que marcha cada día conmigo, siempre hacia adelante, creciendo en el amor a Dios, en la santidad, y luchando por salvar el mayor número posible de almas.

Aumentad los Cenáculos, aumentad la difusión de mis Mensajes.

En el mes de mayo se purificaron más almas que en abril, pero todavía son pocas, no muchas almas.

Por eso debéis rezar por ellas, ¡que ofrezcáis sacrificios para purificar más almas hijos míos! Y que al menos reúna a 1/3 de la humanidad a mi lado para luchar contra el ejército de mi Enemigo, que aunque numéricamente es mayor, es inferior al Mío.

Pues mi Ejército está encabezado por la Mujer vestida de Sol de la que el Señor dijo al principio del mundo con estas Palabras: «Pondré enemistad entre vosotros y la Mujer, entre su descendencia y la suya. Ella te aplastará la cabeza cuando intentes morderle el talón. »

Sí, mi Ejército es numéricamente más pequeño, ¡pero es más poderoso porque está comandado por el Comandante Celestial, el General de los Ejércitos del Señor y posee el arma infalible del Santo Rosario y del Amor!

Sí, aquí, donde hice mi Cuartel General del Ejército, quiero formar a mi alrededor almas valientes, fuertes, intrépidas y completamente consumidas: por el celo, por la gloria de Dios, por la salvación de las almas y completamente imbuidas del Espíritu de lucha y de combate por la salvación de la humanidad.

Que todos los que tengan espíritu guerrero vengan a mi Ejército a luchar: con las armas de la oración, del Amor, por la salvación de la humanidad, para conquistar cada vez más almas para el Señor sacándolas de la vida del mal, del pecado.

¡Y llevándolas a la vida de la Gracia, de la Oración, del Sacrificio, de la Santidad y del Amor!

Sí, entonces, mi Secreto De La Salet se cumplirá verdaderamente, culminando con la Victoria decisiva de la Mujer vestida de Sol, la Bella Señora de todos los Pastorcitos y de todos los Videntes.

Por fin, tendrá su Triunfo completo, su cumbre completa de Victoria y alegría ¡llevando al mundo entero la renovación y el Reino de amor del Corazón Divino de Jesús!

A ti mi amado hijo Marcos, mi valiente guerrero que durante 27 años has luchado conmigo valientemente en mi Ejército, arrebatando más y más almas al Ejército de mi enemigo. Transformando cada vez más a mis hijos en valientes soldados, para luchar con las armas de la gracia, la oración y el amor por la salvación de la humanidad.

Tú que cada día más me ayudas a conquistar más y más el terreno que mi enemigo arrebató al Señor.

Tú que siempre has luchado por mí las 24 horas del día, prácticamente, incansablemente.

A ti te bendigo y te digo hijo mío:

No te desanimes por el desinterés de las almas frías y egoístas, que sólo piensan en sí mismas y piensan en utilizar todo su tiempo sólo para sí mismas, sin escuchar mi Voz, sin prestar atención a mi Plan de Amor.

Estas almas siempre han existido, no debes darles importancia.

¡Sigue adelante por las almas que aún necesitan ser conquistadas y salvadas!

Id adelante por mí, por vuestro Padre espiritual que os he dado precisamente para que sea vuestro consolador, vuestro consolador, para que sea vuestro animador, para que sea también vuestra alegría y vuestro consuelo en la tierra.

Adelante por él, adelante por tantas almas hambrientas que necesitan la Palabra de la Madre del Cielo, la Gracia de Dios.

Adelante por tantas almas que sufren solas en vano y demasiado porque no conocen a la Madre del Cielo y por eso vagan sin saber adónde ir.

Estas ovejas perdidas, heridas, enfermas y casi muertas, atrofiadas, necesitan el alimento que puede salvarlas, el alimento que puede devolverles la Vida, la Vida Eterna.

¡Id! Y llevadles a ellas, a estas ovejas, a estos hijos míos, esta vida en abundancia, con la que os he colmado.

Siempre estaré con vosotros y nunca os abandonaré.

Permaneced celosos, imperturbables, ardientes en el amor por mí, pasando por encima de todo, como siempre os digo, como un tren de alta velocidad.

Los que quieran correr, que corran contigo; los que quieran ser águilas, que vuelen contigo.

Pero tenlo siempre claro: los gorriones nunca podrán acompañar a las águilas. Muchos no querrán acompañarte, porque no son esas águilas. Estas águilas reales, destinadas a volar alto en el Cielo de la Santidad, no porque no quiera, sino porque ellas mismas se han vuelto indignas de ello.

No le des importancia.

¡Adelante! Y da alas a todos los que quieren ser águilas y volar y a menudo incluso llevan sus alas a la espalda, a los que, aunque sean muy débiles, quieren emprender el vuelo más alto del Amor.

Tómalos, tráemelos, como te pedí al principio de las Apariciones, para que verdaderamente mi Corazón tenga a todos mis hijos a mi alrededor, a tu alrededor.

Y entonces, conmigo, que todos proclamen la Victoria del Señor y canten para siempre cuán dulce, cuán eterno y hermoso es Su Amor.

Continúa rezando el Rosario cada día. Por él, siempre más, os transformaré en las águilas reales que volarán alto en el cielo de la santidad y del amor siempre más cantando el Himno del Verdadero Amor al Señor.

A ti hijito predilecto. También a mi hijito amado Carlos Tadeu bendigo con amor ahora y a todos mis hijos que me aman y me escuchan con amor. de La Salette. de Fátima y de Jacareí.

Difunde mis mensajes a 30 personas al día, ¡a 30 almas!

¡Ese es tu objetivo!

¡Más almas deben ser salvadas! ¡Hay que purificar más almas! Hay que salvar a 1/3 de la humanidad.

Al menos, lleva mis mensajes a 30 almas nuevas cada día, para que mi Corazón pueda completar por fin el Plan de Salvación del mundo y de cada uno de vosotros. »

Mensaje Privado De San Geraldo Majella A Su Hermano Predilecto Carloss Tadeu

(Marcos): «Sí, lo grabé todo.

Perfectamente; puedo transmitírselo totalmente, palabra por palabra. Sí. »

Revelación De Nuestra Señora A Su Hijo Predilecto Carloss Tadeu:

«Querido hijito Carlos Tadeo, que sepas que cuando mi Hijo Jesús cayó por tercera vez con la Cruz a cuestas y ya no tenía fuerzas para seguir, fue tendido al suelo.

En ese momento te vio en una visión mística, junto a Mí que le seguía: su futuro amor, su futuro celo, su futuro servicio amoroso a Él, su futuro amor y obediencia a mis Mensajes.

También, su «Sí» dado a la Misión que te di, uniéndote con el alma privilegiada, con el niño que elegí hace 27 años y que es el consuelo de mi Corazón, que es toda mi Esperanza y todo mi amor en la Tierra.

Sí, ese futuro amor y obediencia tuyos consolaron a mi Corazón de Madre, que se compadeció tanto al ver a mi Hijo tendido en el suelo sin fuerzas, reducido a un charco de Sangre y Heridas.

Sí, la Visión de su amor futuro, dio fuerzas a mi Hijo Jesús, le consoló, le reconfortó y le reanimó para seguir adelante y dar los últimos pasos que faltaban para llegar a la cima del Calvario.

Hijo mío, consolaste Nuestros Corazones en aquel momento de Nuestro mayor Dolor. Por eso, todo, todo lo que realmente desees de Nuestros Corazones, que esté de acuerdo con la Voluntad del Padre, te será concedido.

¡Anda! Continúa siendo el consuelo de Nuestros Corazones, Nuestra Alegría.

Continúa siendo el alivio de Nuestra Cruz porque aún hoy Jesús y Yo sufrimos por cada hijo que se aleja de Nuestros Corazones y se pierde.

¡Sí! Continúa siendo nuestro consolador y junto con el que es todo mi amor en la tierra: mi hijito Marcos. sé el gran consolador de Nuestros Corazones así atravesados por la Espada del mismo Dolor.

Hijo mío, todo, todo lo que pidas a mi Hijo Jesús y a mí para esta Tercera Caída te será concedido.

Sí, soy la Señora de los Dolores que sufre por la humanidad, pero en ti y en mi Hijo Marcos soy consolada y amada. ¡Y así en vosotros soy la Virgen del Consuelo, de la Alegría y de la Paz!

Continúa consolando a tu Dios y a tu Madre.

Todo, todo lo que pidáis en vuestras oraciones, Nuestros Corazones os lo concederán. Porque de verdad a vosotros, que tanto nos habéis consolado, os consolaremos siempre con nuestras gracias de Amor.

A vosotros y a todos mis hijos les bendigo de nuevo para que sean muy felices.

Gracias, a todos los que habéis venido.

Gracias, a todos los que trabajan en mi Santuario y se dedican a mí aquí.

Gracias, a todos los que me hacen feliz con su «Sí».

A todos les dejo mi Paz. »

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

➥ www.AparicoesDeJacarei.com.br

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