Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
martes, 15 de noviembre de 2016
Fiesta de la Santa Faz

(Marcos): Sí, ¡me alegro de que te haya gustado! Sí, así será. ¿Y la quieres para cuándo? Sí.
La querré. Sí, la querré. Y a esta también la quieres para. Sí, lo haré. ¡Me encanta darte felicidad todos los días! ¡Seguiré haciéndote estos regalos cada día!
Sí. ¿Quieres primero los libros de Mensajes o primero éste? Sí, lo haré.
Vale, lo haré. Sí».
(María Santísima): «Queridos hijos, hoy, cuando contempláis aquí la Fiesta de Mi Rostro materno revelado aquí, vengo de nuevo del Cielo para deciros: Mi Rostro es un Sol luminoso que ilumina la vida de todo hijo que lo contempla con amor, que obedece las palabras que salieron de Sus labios, de Mis labios, y vive estos Mensajes, estas palabras con amor.
Quien obedece Mis Mensajes no camina en tinieblas y su corazón está hecho de luz pura, luz celestial de santidad, de amor a Dios, de pureza, de oración, de gracia divina.
Mi Rostro es un Sol que quien lo mire nunca se perderá en el camino del Cielo, nunca será engañado, nunca será seducido por Satanás, Mi enemigo. Y nunca, nunca se apartará de Mi Divino Hijo Jesucristo, sino que se convertirá en un gran Santo, dará gran alegría y gloria al Corazón de Mi Hijo y al Mío, y también será reconocido ante Dios Padre y los Ángeles, como verdadero hermano de Mi Hijo y verdadero hijo Mío.
Mi Rostro es un Sol luminoso, que todo el que lo ame irradiará la misma luz que Yo. Y esa luz disipará las tinieblas del mal y del pecado de este mundo. Y entonces el reino de Satanás, y Satanás mismo, serán derrotados, derrocados en su propia vida y también en la vida de todos los hombres.
Amad Mi Rostro, difundidlo, haced que todos lo amen para que puedan recibir en Mi mirada y en Mi sonrisa, en Mi Rostro, la Paz, el afecto y el amor que Mis hijos tanto ansían y buscan en las cosas mundanas donde sólo encuentran amargura, decepción, traición y tristeza.
Seguid rezando Mi Rosario cada día, como dije a los Santos, no hay nada que ame más que el Rosario. Y no hay nadie a quien ame más que al hijo que reza y difunde Mi Rosario.
Al hijo que reza Mi Rosario y que lo ama, le daré grandes gracias. Pero al hijo que propague Mi Rosario más allá de rezarlo, y lo enseñe a los demás, por ese hijo haré locuras de amor.
Por eso he hecho tantas locuras de amor por mi hijo Marcos, tantas gracias y milagros aquí. Porque él como Mi hijo Domingos amó Mi Rosario y difundió Mi Rosario como nunca antes.
Especialmente en este tiempo malo y lleno de apostasía en el que vivís, cuando todo el que reza el Rosario es masacrado por burlas, escarnios, críticas y persecuciones de todo tipo.
Y Mi hijo Marcos lo resistió todo, lo soportó todo, se enfrentó a todo, venció a todo y a todos, lo ganó todo y puso Mi Rosario en las manos y en los corazones de tantos millones de Mis hijos. Por eso, por este hijo siempre hice y haré locuras.
¡Feliz aquel que le imite y también propague Mi Rosario!
A todos, a Mi hijito Marcos y también especialmente a Mi hijito Carlos Tadeo bendigo con gran amor. Bendigo a estos Mis apóstoles, Caballeros de Mi Rosario por los que siento un gran amor, un gran afecto y por los que soy capaz de hacer cosas que no podéis imaginar.
A ellos y a todos vosotros, hijos míos, bendigo con amor a Fátima, Beauraing y Jacari».
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