domingo, 21 de septiembre de 2014

Mensaje de Nuestra Señora - 168º Aniversario De La Aparición En La Salette - 322ª Clase De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora - En Vivo

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Jacareí, 21 de Septiembre de 2014

Celebración Del 168 Aniversario De La Aparición De La Salette

322ª Promoción de la Escuela de Santidad y Amor de Nuestra Señora

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Mensaje de Nuestra Señora

(María Santísima): "Amados hijos Míos, hoy, mientras conmemoráis Aquí el Aniversario de Mi Aparición en La Salette a Mis dos Pastorcitos Maximino y Melanie.

Vengo a deciros: Yo soy la Señora de La Salette, Yo soy la reconciliadora de los pecadores con Dios. Soy el refugio de los pecadores. Soy el ancla de la salvación. Soy la puerta del Cielo siempre abierta para todos los pecadores que quieran entrar en el Cielo y salvarse eternamente.

A quien entre por Mí, el Señor no lo rechazará. Quien llegue a Dios a través de Mí, será recibido por Mi divino hijo Jesucristo con amor y misericordia.

Os llamo a todos a la conversión, esta conversión que pedí en La Salette, hace más de 150 años y que hasta ahora no he obtenido de Mis hijos, no he obtenido de vosotros.

Quiero vuestra conversión profunda, sincera, con el corazón. Renuncia de verdad al pecado, a Satanás, a todo mal. Para que en tu vida Dios derrame Su gracia, derrame Su Espíritu Santo produciendo en ti muchos frutos de santidad.

Porque no renuncies al pecado, Dios no te da nuevas gracias. Porque no renuncies al pecado, Dios no puede realizar en ti lo que desea. No porque Él no tenga poder para hacerlo, sino porque tú no se lo permites, porque el pecado es un rechazo consciente del alma al amor de Dios, al cumplimiento de la voluntad de Dios en ella.

Renuncia, pues, al pecado, para que Dios cumpla en ti Su plan de Amor y te conceda muchas y resonantes gracias que Él prepara para ti, para que seas santo. Y para que, a través de ti, el mundo entero sea santificado.

Quiero tu conversión constante, perseverante, permanente. Es decir, un cambio que realmente continúe en ti en tu vida a lo largo de los meses y los años, no sólo una mejora pasajera. Por eso quiero que reces con ahínco todos los días, primero por tu propia conversión y luego por la conversión del mundo.

Te recomiendo, a ti que deseas la gracia de la conversión, que recurras a Mis Santos; ellos pueden ayudarte mucho. Haz una novena a ellos por una determinada, por una determinada intención relativa a tu conversión, eligiendo un día de la semana, y reza durante nueve semanas por tu conversión. Verás que los santos te ayudarán mucho, porque ellos más que nadie desean tu conversión y tu salvación por encima de todo.

Reza todos los días Mi Rosario, porque quien Me sirve y Me ama a través de Mi Rosario, no perecerá en el pecado, porque Yo le libraré.

Ya está escrito de Mí en el Antiguo Testamento: Los que Me aman, los que trabajan para Mí, no perecerán. Sí, quien trabaje para Mí, rezando cada día Mi Rosario por Mis Planes, por el Triunfo de Mi Corazón Inmaculado, tendrá vida eterna, no perecerá eternamente. Y quien Me ame a través del Rosario, tendrá de Mí la gracia de la salvación eterna.

Esto puede parecerte muy difícil, pero para Mí, que soy la Madre de Dios, nada es imposible. Pues todo lo que Yo quiero, Mi Divino Hijo Jesucristo lo cumple, porque Me ama como a Su propia Gloria.

Quiero tu conversión, por eso quiero que continúes la penitencia del Ayuno los viernes, y si puedes, también los miércoles. Absteneos de lo que más os guste y os produzca más placer. De este modo, vuestras almas empezarán a sentir la fuerza espiritual para renunciar al pecado y dominar vuestras pasiones y malas inclinaciones.

Así caminaréis Conmigo cada día, paso a paso, por la alta montaña de la perfección, de la que la Montaña de La Salette fue la imagen material perfecta. Yo te ayudaré a escalar esa montaña, que es larga y a veces lleva toda una vida escalarla. Pero los que caminen Conmigo, los que Me tomen de la Mano, no se cansarán en la subida, no les faltarán fuerzas en medio del camino, porque Yo mismo seré su fuerza. Yo seré vuestra fuerza.

Y cuando estéis muy cansados de escalar la montaña de la perfección, muchas veces os llevaré en Mis brazos y haré que el camino de ascenso sea menos doloroso. Felices los que suben por Mí, los que suben Conmigo, los que se dejan llevar en Mis brazos por la perfecta consagración de sí mismos a Mi Corazón Inmaculado, por la perfecta obediencia a Mis Mensajes y a Mi Oración.

Quiero vuestra conversión, por eso os lo digo: Apresura tu conversión mientras Dios aún te conceda gracias y tiempo para ello. Porque pronto cesarán estas gracias extraordinarias que Dios os concede a través de Mis apariciones sobre la Faz de la tierra, y terminará el tiempo concedido para la conversión.

Y ¡ay de aquellos que no estén preparados para el regreso de Mi Hijo! Gritarán, chillarán, pero los oídos de Mi Hijo serán sordos a sus gritos. Entonces Mi Hijo los entregará al poder de los demonios, que harán con ellos las torturas más inauditas e increíbles en las llamas del infierno.

Si no queréis estar entre estos desgraciados, cambiad de vida para estar entre los elegidos, los que brillarán en el Cielo como los Ángeles más que el Sol. Para que entonces pueda reconoceros como de Mi raza y descendencia, y pueda ser verdaderamente glorificado en vosotros.

Lo que dije en La Salette, lo que dije en Akita, en Japón, se hará realidad: Caerá fuego del Cielo, muchas ciudades serán arrasadas, otras serán tragadas por el Mar. Toda la Tierra se tambaleará como una peonza desbocada. Y grandes sufrimientos sobrevendrán a todos aquellos que hicieron oídos sordos a Mis advertencias, y que no quisieron compadecerse de Mis lágrimas, consolando Mi gran Dolor con su oración y su conversión.

Yo soy vuestra Madre y no quiero que sufráis en el futuro, por eso os digo: convertíos sin demora, para que Mis Lágrimas lloradas por vosotros en La Salette, aquí a través de Mis Imágenes y en tantos lugares donde Me he aparecido o manifestado, que esas Lágrimas no hayan caído en vano por vosotros, hijos Míos.

Orad, Yo soy la Madre que repite siempre la misma música, la misma canción: ¡Convertíos! Porque tenéis una piedra en vuestros oídos, tenéis una piedra en vuestros ojos, una piedra en vuestro corazón, que os impide oír Mi voz, ver Mi dolor, comprender el peligro que corréis. Y te impide amarme, amar al Señor con tu corazón contrito, convertido, cambiado, verdaderamente sediento de hacer la voluntad del Señor, Mi voluntad, que sólo es para tu bien, para tu felicidad, para tu salvación.

Reza, sólo a través de la oración podrán salir estas piedras de tus oídos, de tus ojos y de tu corazón. Y de los oídos, los ojos y el corazón de tus hermanos, que avanzan ciegamente por el camino del pecado, por el camino de la perdición.

Rezad, rezad, porque os amo mucho y no quiero que sufráis eternamente en el infierno. Hago todo lo que está en Mi poder por tu salvación. Pero depende de ti lo que Yo pueda hacer para ayudarte. Así que renuncia al pecado, elige al Dios que te ha elegido, abre tu corazón para que Yo pueda ayudarte y pueda llevarte a salvo a la salvación.

Aquí terminaré lo que empecé en La Salette, llevaré verdaderamente Mis Planes a su perfecto cumplimiento. En la persona, en la obra, en la palabra de Mi pequeño hijo Marcos, transmito e irradio cada vez más la gran luz que encendí en La Salette. Y que será cada vez más fuerte cuanto más densas sean las tinieblas del demonio que envuelven todas las cosas.

Aquí, desde Mi Corazón Inmaculado, se ha quitado una espada dolorosísima, que había estado clavada en Mi corazón durante 150 años. Sí, a través de este maravilloso Vídeo que Mi hijo Marcos hizo de Mi Aparición en La Salette, una gran espada de dolor ha salido de Mi Corazón, Lágrimas de Sangre han sido enjugadas de Mis ojos. Muchos de Mis hijos han conocido Mi gran amor mostrado en La Salette. Y por esto, las rosas coronan Mi Corazón que antes fue atravesado por una gran espada dolorosa.

Pero todavía hay muchos hijos Míos que necesitan conocerme, para que conociéndome conozcan al Señor y se salven. Por eso, id, Mis Apóstoles de los Últimos Tiempos, Mis Apóstoles de la Luz. Id a llevar al mundo entero el gran Mensaje de la Montaña, el gran Mensaje de la Montaña de La Salette. Para que Mis hijos, conozcan Mi Amor, corran a Mis brazos donde Yo les guardaré y les salvaré de todos los planes malignos que Mi enemigo tiene para ellos. Y así, el Reino de Mi Hijo vendrá a la Tierra y el Triunfo de Mi Corazón Inmaculado se hará realidad.

Tú eres Mi última esperanza, la última esperanza de la Tierra, no Me defraudes. Confío en ti. Id Yo lucharé con vosotros.

Os bendigo a todos con amor, desde La Salette, desde Lourdes y desde Jacareí".

Transmisiones en directo desde el Santuario de las Apariciones en Jacarei - Sp - Brasil

Emisión «Apariciones Diarias» en directo desde el Santuario de las Apariciones de Jacareí

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