martes, 20 de febrero de 2018

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis amados hijos, paz!

Hijos míos, yo, vuestra Madre, os hablo, pero no soy escuchada ni creída por muchos. Vengo del cielo con tanto amor, pero a menudo soy acogida con tanta indiferencia por corazones fríos y endurecidos que no creen en mi presencia maternal entre vosotros.

¿Puede la Madre Celestial olvidar a sus hijos que corren peligro de perderse para siempre? No, hijos míos, nunca olvidaré luchar por vuestra felicidad y salvación eterna. He venido a este pequeño y sencillo lugar en las alturas, para elevaros a Dios y que tengáis el deseo del cielo.

El mundo se dirige a su ruina, y muchos de mis hijos están ciegos, con una vida llena de pecado. El pecado, hijos míos, el pecado os aleja de Dios. No viváis en pecado, liberaos de él cuanto antes, porque grandes acontecimientos cambiarán para siempre la vida de la Iglesia y del mundo. Volved a Dios con un corazón arrepentido, con el propósito de ser buenos, con un corazón limpio y contrito.

Haced penitencia, ayunad, sed hombres y mujeres de Dios, de oración, y el mundo seguirá encontrando el amor y el perdón de Dios.

Aprended a hacer penitencia y sacrificios para que el mundo pueda liberarse de la locura, la muerte espiritual y la falta de fe que ha llevado a muchos a negar al Señor y Su amor.

Italia, Dios te pedirá mucho y cuando su brazo descienda sobre ti, llorarás mucho de Norte a Sur, de Este a Oeste. Reza, reza, reza Italia. Rezad mucho. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.