Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
sábado, 11 de noviembre de 1995
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con vosotros!
Queridos hijos, rezad siempre más. Soy vuestra querida Madre Celestial, que viene a guiaros para seguir el camino que conduce a mi Hijo Jesús.
Jesús me envía aquí para invitaros a un cambio total en vuestras vidas. Rezad más. Convertíos. Mi Inmaculado Corazón arde de amor por todos vosotros. Es vuestro refugio seguro. Consagraos a mi Inmaculado Corazón. Deseo que todos vosotros difundáis a vuestros hermanos y hermanas cuánto mi Inmaculado Corazón rebosa de alegría al veros aquí rezando.
Mis pequeños, no seáis incrédulos, sino perseverad en la oración. Jesús es vuestra paz.
Amad a Jesús y consolad Su Corazón herido de amor por vosotros. No os desaniméis, mis pequeños. Tened coraje. Id con confianza a la casa del Padre.
Reyes por los sacerdotes, los obispos y las almas consagradas a Dios. Rezad, rezad por toda la Santa Iglesia. La Iglesia necesita muchas oraciones y sacrificios. Muchos de mis queridos hijos están en gran necesidad de vuestras oraciones, para que permanezcan firmes en la vocación a la que han sido llamados. Cuentan con vuestras oraciones y sacrificios. Rezad pequeños, rezad, rezad.
El mundo está necesitado de muchas oraciones y sacrificios. Satanás trabaja duro en el mundo tratando de destruir a todos los hijos del Señor. Satanás quiere destruir vuestras vidas mis hijos, así que venid a mis brazos para que pueda protegeros de toda su insidia y todos sus ataques. Soy vuestra Madre Celestial y estoy aquí para defendéros de todo mal.
Liberaos del pecado e id a la confesión, y de esta manera podréis cada día seguir el camino que conduce a la salvación, que es Jesús.
No os preocupéis demasiado por los problemas y provocaciones que atravesáis, sino tened plena confianza en la providencia y misericordia del Señor. Soy vuestra Madre Inmaculada, la Reina de la Paz y la Dama del Santo Rosario, y os bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!
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