miércoles, 20 de febrero de 2019

Miércoles, 20 De Febrero De 2019

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE.UU.

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Hijos, comprended que sólo deseo vuestro bienestar, vuestra salvación. Hoy me gustaría hablaros de los muros. Es necesario que las naciones tengan fronteras que definan su territorio y protejan a sus ciudadanos y sus fortalezas geográficas, así como sus recursos. En tu país,* es necesario construir un muro más visible para proteger a tu nación de una migración masiva desde el sur."

"Sin embargo, hay un muro más importante sobre el que deseo llamar la atención hoy. Es el muro que muchos tienen alrededor de sus corazones. Este muro espiritual no permite que entren Mis Mandamientos ni Mi Amor. Protege la incredulidad en Mí como Creador y Proveedor de todo lo que se ve y lo que no se ve. En el momento del juicio, este muro espiritual se derrumba y el corazón queda al descubierto. Lo que el corazón ha estado protegiendo -cualquier tipo de pecado o falta de perdón- queda entonces al descubierto».

"Un tipo de muro es bueno: protege a los países de la invasión de inmigrantes no cualificados. El muro espiritual que rodea los corazones no es bueno, sino malo. Impide que se busque la salvación. Da falso testimonio de objetivos malvados. Un muro es visible en el mundo. El otro muro -el muro espiritual invisible alrededor de los corazones- no se ve a simple vista. Es visible a través de su abrazo al pecado, sus prioridades en la vida y su amor propio desordenado».

«Prestad atención a lo que he venido a deciros a la Tierra».

* U.S.A.

Lee Romanos 2:13-16+

Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley los que serán justificados. Cuando los gentiles que no tienen la ley hacen por naturaleza lo que ésta exige, son una ley para sí mismos, aunque no tengan la ley. Demuestran que lo que exige la ley está escrito en sus corazones, mientras que su conciencia también da testimonio y sus pensamientos contradictorios les acusan o quizá les excusan en aquel día en que, según mi Evangelio, Dios juzgue los secretos de los hombres por Cristo Jesús.