miércoles, 20 de diciembre de 2017

Miércoles, 20 De Diciembre De 2017

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, Usa

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Yo Soy el que Soy. Vengo a ti como Padre Celestial. Hoy tienes un cielo despejado, pues todas las nubes se han disipado. Lo comparo con la conciencia del mundo. Hablo aquí* para despejar los nubarrones de los corazones y aclarar estos tiempos en los que os encontráis. Muchos esperan con ansiedad la llegada del Apocalipsis. Os digo, solemnemente, que ya estáis viviendo en la hora del apocalipsis. Las armas nucleares están en manos del mal. Eso, en sí mismo, basta para poner fin al tiempo, tal como lo conocéis. En California se está produciendo un incendio sin precedentes. Las catástrofes naturales aumentan en número e intensidad. No es la hora de decidir si lo que te digo es cierto. Es la hora de actuar de acuerdo con vuestra decisión de que lo que os digo es verdad».

"Vuestras acciones deben incluir más oración y sacrificios - ayuno si podéis; propagación de estos Mensajes** y aprendizaje de vuestra dependencia de vuestros ángeles. Vive en la Verdad. Así venceremos juntos».

* El lugar de la aparición del Manantial y Santuario de Maranatha.

** Los Mensajes del Amor Santo y Divino en el Manantial y Santuario Maranatha.

Lee Apocalipsis 12:7-12+.

Miguel derrota al Dragón

Se levantó una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y el dragón y sus ángeles lucharon, pero fueron derrotados y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. Y fue arrojado a la tierra el gran dragón, esa serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el engañador del mundo entero, y sus ángeles fueron arrojados con él. Y oí una gran voz en el cielo, que decía: «Ahora ha llegado la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche ante nuestro Dios. Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio, pues no amaron sus vidas hasta la muerte. Alégrate, pues, ¡oh cielo y los que habitáis en él! Pero ¡ay de vosotros, tierra y mar, porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, porque sabe que su tiempo es corto!"