sábado, 18 de noviembre de 2017

Sábado, 18 De Noviembre De 2017

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, Usa

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Él dice: "Yo soy el Padre de todo el Tiempo. Soy el Creador de todo el Espacio. Soy el Alfa y la Omega. Mi Hijo y Yo Somos Uno». Se necesita cierta profundidad espiritual para apreciar esto. Jesús no experimentó ninguna alegría, ni dolor, ni emoción que Yo no experimentara con Él».

"La humanidad sigue faltando al respeto a Mi Paciencia con su desobediencia. Así pues, debo apartar a un Remanente Fiel para consolar Mi Corazón Doliente y el Corazón Doliente de Mi Hijo, a fin de preparar al hombre para tiempos más difíciles que se avecinan. Es este Remanente el que fue un gran consuelo para Mí y para Mi Hijo a lo largo de Su Pasión. Miré como sólo Yo podía ver hacia los siglos venideros. Vi a los muchos que la Pasión de Mi Hijo no salvaría. Vi toda la indiferencia a Nuestros Esfuerzos y el desprecio a Mis Mandamientos. Hoy, el Remanente está disperso y, en su mayor parte, no identificado como parte de Mi Ejército de la Verdad. Sin embargo, el valiente Remanente sigue librando la guerra contra las mentiras de Satanás, y por ello es blanco de muchos males. A menudo, no son sólo los propios Remanentes los que son atacados, sino también sus familias."

"No perdáis la esperanza, queridos guerreros de la Verdad. Así como fuisteis Nuestro Consuelo durante la Pasión de Mi Hijo, sed Nuestro Consuelo ahora, cuando tantos se apartan de la Verdad. Mantened una Verdad firme e inflexible en vuestros corazones. Sabed que toda Verdad saldrá victoriosa al final».

Lee Sofonías 3:11-13+.

"Aquel día no seréis avergonzados

a causa de las obras con que os habéis rebelado contra mí

porque entonces quitaré de en medio de vosotros

a vuestros altivos exultantes

y ya no seréis altivos

en mi monte santo.

Pues dejaré en medio de vosotros

un pueblo humilde y humillado.

Buscarán refugio en el nombre del Señor,

los que queden en Israel;

no harán ningún mal

ni proferirán mentira alguna

ni se hallará en su boca

lengua engañosa.

Porque pastarán y se echarán

y nadie los atemorizará».