lunes, 6 de noviembre de 2017

Lunes 6 De Noviembre De 2017

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE.UU.

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Él dice: "Yo soy el Padre del Universo - el Señor de toda la Creación. No hay nada que ocurra en el mundo que yo no haya visto desde el principio de los tiempos y por toda la eternidad. Yo formo cada gota de lluvia y creo cada rayo de sol. Dirijo el camino de la recta razón y cambio cada estación a Mi gran placer».

"El propósito de esta Misión* es influir en los corazones hacia el amor a Mí y el amor al prójimo. Sin esto, el mundo corre hacia la autodestrucción. Es lo que hay en los corazones lo que determina el futuro. El Amor Santo transforma el mundo a su alrededor. Como el Amor Santo es el abrazo de Mis Mandamientos, Yo abrazo a los que eligen vivir en Amor Santo."

"En el mundo estáis viviendo la estación de las decisiones vitales. A menudo, estas decisiones se ocultan en los corazones hasta que se actúa en consecuencia. Vuestra esperanza está en convertir los corazones en Amor Santo antes de que se tomen decisiones inspiradas por el mal."

"Las almas deben saber que hay una guerra espiritual en cada corazón. Lo más importante para ganar esta guerra es que las almas reconozcan la diferencia entre el bien y el mal. Para ello, hay que reconocer el mal. No puedes luchar contra el enemigo si no sabes quién es. En esta guerra espiritual, tu enemigo es todo lo que se opone al Amor Santo. Sopesa cuidadosamente cada pensamiento, palabra y acción bajo esta luz».

* La Misión ecuménica del Amor Santo y Divino en el Manantial y Santuario de Maranatha.

Lee Efesios 6:10-17+.

Por último, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de Su Poder. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis hacer frente a las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de este mundo de tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la Verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el equipo del evangelio de la paz; sobre todo tomad el escudo de la fe, con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.