Mensajes a Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EEUU

 

lunes, 25 de septiembre de 2017

Lunes, 25 De Septiembre De 2017

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE.UU.

 

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Vengo hoy como Padre amoroso. Vengo, una vez más, a llamar a Mis hijos para que salgan de los brazos del peligro y entren en Mi Corazón Paternal. Es tan fácil volverse complaciente. Un día se desarrolla como cualquier otro. Pronto Satanás te tiene convencido de que el tiempo no avanza y de que todo va bien. No quiere que reconozcas el camino errado que siguen tantos. Así es como aleja a la humanidad de la conversión del corazón».

"Conmigo todas las cosas del corazón son visibles. Yo sólo miro el corazón. Si albergas falta de perdón en tu corazón, no podrás vivir en Mi Divina Voluntad. Debes pedir la gracia de aceptar una actitud de perdón. Si eres demasiado autosuficiente, confiando sólo en tus propias opiniones, entonces has sustituido el amor y la dependencia de Mí por la confianza en ti mismo. Si amas el poder del dinero, la autoridad y el prestigio, has elegido a los dioses del mundo en lugar de a Mí. Todos estos atractivos son un compromiso con la Verdad y con la razón por la que os creé. Sois Míos, cada uno de vosotros. Amadme por encima de todo. Tratad de complacerme. Luego buscad complacer a vuestro prójimo».

"El tiempo avanza: se acercan rápidamente los acontecimientos descritos en el Libro del Apocalipsis. El Primer Sello ha sido roto. La Primera Trompeta está lista para sonar. El Segundo Sello se está desatando. Volveos a Mí».

Lee Apocalipsis 6:1-4+.

Cuando el Cordero abrió uno de los siete sellos, oí a uno de los cuatro seres vivientes que decía como con voz de trueno: «¡Ven!». Y vi, y he aquí un caballo blanco, y su jinete tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo y para vencer.

Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente decir: «¡Ven!». Y salió otro caballo, de color rojo vivo; a su jinete se le permitió arrebatar la paz de la tierra, para que los hombres se mataran unos a otros; y se le dio una gran espada.

Lee Eclesiástico 5:4-7+.

No digas: «He pecado, ¿y qué ha sido de mí?

pues el Señor es lento para la ira.

No confíes tanto en la expiación

que añadas pecado al pecado.

No digas: «Su misericordia es grande

perdonará la multitud de mis pecados».

porque tanto la misericordia como la ira están con él

y su ira descansa sobre los pecadores.

No tardes en volverte al Señor

ni lo pospongas de día en día

porque de repente saldrá la ira del Señor

y en el momento del castigo pereceréis.

Origen: ➥ HolyLove.org

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