jueves, 27 de julio de 2017

Jueves 27 De Julio De 2017

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, Usa

Una vez más, veo una Gran Llama que yo (Maureen) he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Yo soy el Señor tu Dios - Creador del Universo. Mi venida aquí* para hablar debe ser una señal para ti de los peligros de estos tiempos. En el presente, vuestra nación se ha dividido, no por el bienestar del pueblo ni por la fuerza del gobierno. Está dividida según el bien contra el mal. Tenéis un líder justo, que incluso intenta restaurar la moral en vuestra nación. Está intentando sacaros de la confusión, pero muchos están utilizando la política para dividir su fuerte esfuerzo».

"Si no podéis ver adónde os conducen vuestras opiniones o el efecto que éstas tienen sobre la nación en su conjunto, entonces Mi discurso tendrá poco efecto. Esta nación, así como todas las demás, necesita rezar por la capacidad de discernir el bien del mal. Tal discernimiento es un don. Rezad como nación por este don. Necesito mostraros las arteras tramas subversivas que actúan en vuestro gobierno. No tenéis tiempo que perder en investigaciones innecesarias, investigaciones carentes de propósito».

"Son como un incendio forestal que se extiende por todas partes destruyendo lo que encuentra a su paso. No destruyas. Une y construye».

«Yo, como vuestro Dios y Creador, estoy dispuesto a ayudaros».

* El lugar de la aparición del Manantial y Santuario de Maranatha.

Lee 1 Tesalonicenses 1:3-4+.

...recordando ante nuestro Dios y Padre vuestra obra de fe y trabajo de amor y firmeza de esperanza en nuestro Señor Jesucristo. Porque sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido;

Lee Gálatas 5:14-15,25-26+.

Porque toda la Ley se cumple en una sola palabra: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Pero si os mordéis y os devoráis unos a otros, mirad que no os consumáis unos a otros.

Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos envanezcamos unos a otros, ni nos provoquemos unos a otros, ni nos envidiemos unos a otros.