domingo, 2 de octubre de 2016

Llamamiento Urgente de San Miguel al Pueblo de Dios.

¡Las Batallas por tu Liberación son Espirituales y tu Mente es el Campo de Batalla!

Quién es como Dios. Nadie es como Dios. Aleluya, aleluya, aleluya.

Que la paz del Todopoderoso esté con todos vosotros y mi asistencia y protección os acompañen siempre.

Hermanos, soy Miguel, vuestro príncipe y estoy entre vosotros por la gracia y el permiso de mi Padre. No dudéis en llamarme cuando os sintáis atacados; estoy a disposición del Pueblo de Dios. Rezad mi oración de combate durante el día y la noche o cuando más lo necesitéis, porque estos días son ya días de batalla espiritual; Satanás y sus demonios andan sueltos y vagan por el mundo, buscando la forma de que os perdáis.

Hermanos, los ataques a las mentes se han intensificado; mi adversario os está enviando pensamientos de agresión, ira, resentimiento, violencia, impureza y otros pecados de la carne a través de sus dardos de fuego; para haceros caer y que corra la sangre. No desesperes, cuando el dardo llegue a tu mente, repélelo inmediatamente, invocando el poder de la Sangre del Cordero Divino. Invocad a nuestra amada Reina y Señora, invocando a su Inmaculada Concepción; invocad a los Santos y Benditas Almas, o invocadme a mí o a mis hermanos los Ángeles y Arcángeles del Reino de mi Padre.

No olvidéis, hermanos, que antes debéis pedir permiso a Nuestro Padre, cada uno de los que nos invocáis con la oración de Nuestro Padre y si es a mí a quien invocáis, no olvidéis mi grito de guerra: Quién es como Dios. Nadie es como Dios (3 veces). Acudiré en tu ayuda y vendré con mi espada y mi lanza para destruir cada dardo ardiente y cada acción del maligno, para que no caigas en la tentación.

Cuando recibas el ataque, haz lo que acabo de decirte, para que no se apodere de tu mente y contamine tus sentidos. Mi adversario quiere apoderarse de las almas, suprimiéndolas primero en la mente; si tiene el control de tu mente será más fácil apoderarse de tu alma. No entres en su juego, no pienses que no vale la pena tu esfuerzo; recuerda que mi adversario es astuto y es el padre de la mentira. Está buscando que caigas en la tentación para que peques y quedes desprotegido por la gracia de Dios.

Ten siempre presente lo que te digo, porque te recuerdo que las mayores batallas por tu libertad tendrán lugar en tu mente. Reza en todo momento para que, cuando lleguen los días de la gran tribulación, tu mente esté fortalecida por la oración. Leed la Santa Palabra de Dios, que es la Espada del Espíritu, especialmente los Salmos de protección y liberación, para que podáis defenderos de los ataques de mi adversario. No olvidéis llevar puesta vuestra Armadura Espiritual día y noche, y aplicarla a vuestras familias más necesitadas. Las batallas por vuestra liberación son espirituales y vuestra mente es el campo de batalla. Así pues, protege tu mente con toda la armadura de Dios, que te ha sido transmitida a través de nuestro hermano Enoch, para que puedas salir victorioso de la guerra espiritual cada día.

Santo, santo, santo es el Señor Dios del Universo. Los cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu Gloria. Te alabamos y adoramos por siempre, Padre amado.

Tus Hermanos y Siervos, Miguel Arcángel y los Ángeles y Arcángeles del Reino de Dios.

Hermanos, dad a conocer nuestros mensajes a toda la humanidad.