Mensajes de Jesús Buen Pastor a Enoc, Colombia
miércoles, 21 de septiembre de 2016
Llamamiento de Jesús El Buen Pastor a Sus Ovejas.
Condeno Toda Práctica Que Intente Interrumpir el Ciclo de la Vida

Mi paz sea con vosotros, ovejas de mi rebaño.
Rebaño mío, la eutanasia es un asesinato. Ningún ser humano puede interrumpir el ciclo de la vida, argumentando que se hace por dolor intenso o conceder una muerte digna a la persona que tiene muerte cerebral o padece una larga enfermedad. ¿Quiénes sois vosotros, mortales, para decidir quién vive o quién debe morir? Dejad de creeros dioses; ¿creéis que podéis interrumpir el ciclo de la vida, pasando por encima de mi voluntad?
Yo os lo digo: Quien interrumpa el ciclo de la vida mediante la eutanasia o la autorización para interrumpirlo es un asesino. Si las leyes de este mundo no le juzgan y no se arrepiente y repara este crimen, cuando llegue a la eternidad, mi justicia divina se encargará de juzgarle y os aseguro que su sentencia será: ¡Muerte Eterna!
¡Condeno toda práctica que pretenda interrumpir el ciclo de la vida! ¿No sabéis, insensatos, que si una persona sufre en este mundo es porque Mi voluntad así lo quiere, para que su alma se purifique y se salve? Yo soy quien da o quita la vida; la vida y la muerte proceden de Mí. Sólo tu Dios tiene el poder de dar o quitar la vida. Cuando un ser humano está en coma o en estado vegetativo por muerte cerebral o padece una larga enfermedad, es porque le estoy purificando en este mundo para que resucite a la gloria eterna y no perezca. No interrumpáis mi Voluntad, porque vuestros pensamientos no son mis pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos.
Hago un llamamiento a todos los profesionales de la medicina, a todos los que legislan leyes contra la vida y a los gobernantes de este mundo, para que dejen de jugar a ser Dios y respeten la vida como un don que viene de Dios. Ningún mortal, por ningún motivo o interés personal, puede interrumpir el don de la vida; hacerlo y no arrepentirse y reparar por ello significará que cuando llegue a la eternidad, su muerte eterna está asegurada.
Rebaño mío, el Nuevo Orden Mundial, dispuesto a establecerse en este mundo tiene como uno de sus objetivos implantar la eutanasia; con ello pretenden quitar la vida a millones de personas. Todo forma parte de un plan orquestado por los emisarios del mal, para disminuir la población mundial. En este macabro plan de exterminio estarán implicados muchos profesionales de la salud y de la medicina, así como muchas clínicas y hospitales, laboratorios, farmacéuticos; entidades gubernamentales y gobernantes de naciones. Quieren librar a la población de ancianos, niños, discapacitados, enfermos y de todos aquellos que sean una carga para los estados.
Rebaño mío, defiende la vida, porque ésta debe estar por encima de todos los intereses y decisiones humanas. El respeto a la vida es un derecho natural, que ningún ser humano puede eliminar o manipular; la vida y la dignidad del hombre deben prevalecer sobre todas las decisiones humanas. Levantaos, pueblo mío, no permanezcáis en silencio; ¡alzad vuestras voces y defended el derecho a la vida como un don de Dios! No permitáis que este vil ultraje contra la vida os arrebate el don más precioso que os he dado: el derecho a vivir y a multiplicaros.
Ovejas de mi rebaño, los emisarios del mal que deciden el destino de la humanidad en sus reuniones secretas tienen como objetivo primordial eliminar a gran parte de la población mundial; según ellos, los más débiles deben morir; sostienen que sólo los fuertes y poderosos deben vivir. Los enfermos, los ancianos, los discapacitados y los niños del Tercer Mundo deben desaparecer. Ya hay campañas de esterilización de la población femenina activa en África y América; su objetivo es reducir la natalidad en estos continentes, para que la población no siga creciendo.
El racismo y la xenofobia, que es la aversión a todo lo extranjero, están aumentando en muchas grandes naciones. La discriminación racial va a causar mucho derramamiento de sangre. En el reinado final de mi adversario, muchas personas de color y muchos extranjeros que viven en las grandes naciones, especialmente los de los países más pobres, serán perseguidos, torturados y hechos desaparecer.
Preparaos, rebaño mío, porque se acercan los días de vuestra purificación. No temáis a los que pueden matar el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede destruir en el fuego tanto el alma como el cuerpo. (Mateo 10, 28) En vuestro camino hacia la eternidad, rebaño mío, os daré la fuerza necesaria para que podáis resistir los días de la purificación. ¿Quién podrá separaros del amor de Dios? Permaneced en la fe y en mi amor. La fuerza de la fe y del amor os conducirá sanos y salvos hasta las puertas de la Nueva Creación.
Mi Paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús el Buen Pastor.
Dad a conocer mis mensajes, ovejas de mi rebaño
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