jueves, 28 de abril de 2022

La Amenaza de una Guerra Nuclear del Fin de los Tiempos es Real y Planeada por las Fuerzas Siniestras de los Secuaces de Satanás que Residen entre Vosotros Aquí en la Tierra

Mensaje de Nuestro Señor a Ned Dougherty en Nueva York, EEUU

27 de abril de 2022 @ 8:30 am

Campus de Santa Rosalía, Hampton Bays, Nueva York

Jesús de la Divina Misericordia

Mi querido hijo,

Hoy vengo a ti como Jesús de la Divina Misericordia de los Tiempos Finales, pues quiero recalcar a todos Mis hermanos y hermanas aquí en la Tierra que, en efecto, os encontráis ahora en medio de los Tiempos Finales, tal como predijeron los textos antiguos como palabras del Padre que está en los Cielos.

Hago un llamamiento a todos y cada uno de vosotros para que os pongáis vuestra armadura espiritual para los tiempos que se avecinan, pues éstos son los últimos tiempos de la antigua era que conducen al comienzo de los tiempos de la nueva era -un nuevo cielo y una nueva tierra- para toda la humanidad que reconoce a su Señor y Salvador como su Redentor.

Si permanecéis en el espíritu del Padre Celestial durante estos tiempos, tendréis asegurado un futuro paraíso en los Reinos Celestiales, a pesar de vuestros pecados y transgresiones pasados. No me abandones ni te alejes del Padre Celestial en tu desesperación, pues estoy aquí para concederte la Misericordia Divina del Padre Celestial para purgarte de tus pecados y otorgarte Mi perdón de tus pecados.

Te digo esto porque es de suma importancia en estos Tiempos Finales tan difíciles que te centres en el objetivo de tu viaje aquí en la Tierra, que es tu estado temporal. Aunque esta vida es todo lo que muchos de vosotros reconocéis y conocéis, sois un ser espiritual creado por el Padre que está en los Cielos. Viajas aquí en la Tierra en tu cuerpo físico, pero tu verdadero hogar está en los Reinos Celestiales con el Padre; Su Hijo, Tu Redentor; tu Madre Celestial; y todos los ángeles y los santos en comunión con tus hermanos y hermanas a través de todo el tiempo.

Es importante que sepas estas cosas, porque el diablo -satanás- y sus malvados secuaces se han hecho con el control de este estado terrenal y están empeñados en destruir la creación favorita de Dios Padre: todos vosotros, Sus hijos. Pero ahora podéis contar con la Divina Misericordia del Padre, que os ha concedido a través de Su Hijo, Vuestro Redentor, para aseguraros que vuestro viaje aquí en la Tierra no es en vano. Volveréis a vuestro Hogar Celestial a través de Mi Divina Misericordia para todos y cada uno de vosotros cuando vuestro viaje aquí haya concluido.

Os digo esto ahora porque el viaje aquí en la Tierra es cada vez más difícil.

Las guerras y los rumores de guerra profetizados en estos Últimos Tiempos son cada vez más reales y la amenaza de una guerra nuclear del Fin de los Tiempos es real y está planeada por las fuerzas siniestras de los secuaces de satanás que residen entre vosotros aquí en la Tierra. Es muy importante que todos los hijos de Dios, como poderosos guerreros de la oración, respondan a estas amenazas de guerra mediante la oración poderosa y continua, pues la oración puede derrotar a la peor de todas las guerras derrotando a las fuerzas malignas que las promulgan.

En estos Tiempos Finales, muchos acontecimientos geopolíticos y geofísicos seguirán culminando en lo que parecen acontecimientos imposibles y surrealistas que llevarán a muchos de vosotros a creer que se ha perdido toda esperanza y que no hay salvación de este mundo en una vida después de la muerte.

Justo cuando los acontecimientos futuros parezcan desesperados, habrá un nuevo amanecer para la humanidad, pues el Padre que está en los Cielos ha ordenado a través de Su Hijo, Vuestro Redentor, que intervenga en los asuntos de la humanidad.

El maligno y sus secuaces se enfrentan a una derrota total, pero están empeñados en hacer la vida aquí en la Tierra tan imposible como puedan, porque en última instancia el plan de satanás es destruir a la humanidad y derrotar el plan de Dios para todos Sus hijos.

Tenéis Mi palabra de que el maligno no tendrá éxito, así que poneos ahora vuestra armadura y consagraos a Mi Sagrado Corazón y a la Divina Misericordia del Padre por vuestras almas, porque el Padre del Cielo a través de Su Hijo, Vuestro Redentor, con la intercesión de Vuestra Madre Celestial y de todos los ángeles y los santos prevalecerá al final.

¡Que así sea! ¡Gracias sean dadas a Dios!

Mensaje terminado a las 8:52

Origen: ➥ endtimesdaily.com