viernes, 11 de febrero de 2022

Como la cierva anhela las corrientes de agua, así Te anhela mi alma, oh Dios. ¿Por qué te afliges, alma mía, por qué te inquietas en mí? Espera en Dios: Aún podré alabarle, él que es la salvación de mi rostro y mi Dios

Mensaje de Dios Padre a Myriam Corsini en Carbonia, Cerdeña, Italia

«¡Como la cierva anhela las corrientes de agua, así mi alma te anhela a Ti, oh Dios! ¿Por qué te afliges, alma mía, por qué te agitas en mí?

Espera en Dios: aún podré alabarle, él, la salvación de mi rostro y mi Dios».

(Sal 42, 2 y 12)

Dios Padre:

Amadas criaturas Mías, hace tiempo que os he llamado a la obediencia a Mis Mandamientos y a respetar Mis Leyes, pero vais a otra parte, vais buscando lo que no Me pertenece, estáis siguiendo las falsas ideologías de este mundo, a los falsos profetas, los que no os conducen a Mí sino al Maligno, me imitan, se adulteran y promueven nuevas leyes.

Amados hijos, el mundo ha caído en la trampa de Satanás, esta humanidad, ahora cegada por el mal, ya no ve; se deja manejar por la serpiente maldita, la que pronto la arrastrará al infierno.

Este mundo es de pecado, el hombre ya no maneja su propia vida, se deja guiar, su mente se apaga a la reflexión, ... es una marioneta en manos de Satanás.

Mi grito es de salvación hijos Míos, escuchadme, no os abandonéis a la vida mundana, pronto este mundo de pecadores será sepultado en cenizas. Arrepentíos pronto, el tiempo de las cosas terrenales ha terminado, ya no hay nada que planear, las cosas de este tiempo pasarán para dejar sitio a lo nuevo, a una vida nueva, a una generación santa, a un mundo que olerá a sagrado, ... el amor reinará en cada corazón y Dios habitará en ellos.

Estáis a punto de conocer la Nueva Era o los hombres, pero, no todos tendrán acceso a su belleza, a la felicidad que Dios dará a su pueblo elegido.

Sólo un poco más, un breve tiempo y todo será como Dios ha planeado.

Preparaos para su Manifestación, ... ha llegado el momento de que el hombre vea con sus propios ojos a Aquel que le ha creado.

Convertíos, oh hombres, ... no os demoréis para no quedar fuera del nuevo mundo.

Os abrazo, hijos Míos, y os exhorto a volver a Mí.

¡Dios Padre, el Creador!

Origen: ➥ colledelbuonpastore.eu