miércoles, 5 de enero de 2022

María Mujer vestida del Sol

Mensaje a Valeria Copponi en Roma, Italia

Hija mía, vengo a ti como la Madre de Dios, María Santísima. Comprendes muy bien, la Madre de Dios.

Hijo mío, ese Hijo al que todavía se ofende de todas las maneras, en todas las ocasiones, en todos los versos, con la boca, con palabras inhumanas, con blasfemias, ese Hijo mío tan querido, acordaos de los hijos que no lo merecen, ¡ese Hijo es Dios!

Ese Dios que contará todas vuestras ofensas gratuitas, todas las palabras ofensivas que utilicéis para ofender Mi Nombre y el del Universo Creado.

Hijos inmerecidos, pronto seréis llamados a rendir cuentas de todas vuestras malas acciones y entonces deseo que reconozcáis todas vuestras faltas y pidáis perdón a vuestro Salvador, Jesucristo.

Hijos ingratos, arrodillaos ante Jesús Crucificado por todos vuestros pecados y decidíos a pedir perdón desde lo más profundo, acompañando vuestras disculpas con lágrimas de arrepentimiento.

Como Jesús perdonó a los malhechores, así se compadecerá de vosotros, pobres seres humanos, y perdonará vuestros pecados.

Hijitos, sigo intercediendo por vosotros, no puedo perderos, Satanás no puede arrebatarme a mis hijos queridos y adorados, sino vosotros, ayudadme con vuestras buenas obras y vuestras oraciones, verdaderas y sentidas en lo más profundo de vuestros corazones.

Los tiempos son cortos, no os perdáis en los meandros pecaminosos de vuestro mundo terrenal, volved vuestros ojos al Cielo donde Dios os dará el premio que merecéis.

Os quiero hijos míos, no defraudéis mis expectativas, os quiero a todos conmigo.

Os bendigo y os guardo cerca bajo mi manto. Que Jesús escuche vuestras súplicas.

María, Mujer vestida del Sol.

Origen: ➥ gesu-maria.net