Mensajes de diversas orígenes
lunes, 4 de octubre de 2021
Aparición del misericordioso Niño Jesús de Sievernich el 4 de octubre de 2021.
Mensaje a Manuela en Sievernich, Alemania.

Veo una gran bola de luz dorada sobre el castaño y una pequeña bola de luz dorada a la derecha y a la izquierda de cada una. Hacen brillar hacia nosotros una luz maravillosa. Ahora la gran bola de luz dorada se abre. Y la luz brilla y forma tres letras: «Ihs». Y sobre el primer trazo de la H, hay una maravillosa cruz.
Ahora el niño Jesús emerge de la luz milagrosa. Ha venido en forma de Praga con una gran corona dorada, pelo corto rizado castaño oscuro, ojos azules. Y lleva la túnica y el manto de Su Preciosa Sangre. La túnica y el manto están bordados con lirios dorados. En Su pecho veo un corazón de oro. Y en este corazón están escritas las letras «Ihs».
En Su mano derecha, el Niño Jesús lleva un gran cetro de oro. Y en Su mano izquierda sostiene el Libro de Oro. Ahora se abren las otras dos esferas y también de ellas nos llega una luz maravillosa. Y de esa luz salen dos ángeles vestidos de blanco.
Toman el manto del Niño Jesús y lo extienden sobre nosotros.
M.: «¡Hasta aquí!»
Todos estamos cobijados por Su manto. Y bajo Su manto veo una hermosa luz dorada y, sí, bajo Su manto, visto desde mí, está el Padre Pío a la izquierda y San Charbel a la derecha.
El Rey del Cielo habla:
"En el nombre del Padre y del Hijo -que soy Yo- y del Espíritu Santo. Amén. - Rocíame».
(Nota propia: Esto es lo que dice el Señor al sacerdote presente que quiere rociar la aparición del Niño Jesús con agua pascual exorcizada en este mismo momento. Esto no lo veo, pues el sacerdote está de pie detrás de mí).
El Niño Jesús sonríe y dice
"Y ahora me acerco a vosotros.
Queridos amigos, tengo que permitir que especialmente los devotos se equivoquen en Alemania. Están construyendo una nueva torre de Babel. Pero Yo soy el Señor. Vengo a vosotros y os guío a través de este tiempo. Soy Jesucristo, el Hijo de David, el Hijo del Padre Eterno que está en los cielos.
En tiempos anteriores, su habla era confusa. En los tiempos modernos, sus pensamientos lo son. Las Sagradas Escrituras son la palabra del Padre Eterno. Sus mandamientos son Mis mandamientos. Aférrate a ellos. Satanás intenta descarriar a las almas. Estáis en tiempo de tribulación. ¡Bienaventurados los que se aferran a Mi Palabra! Examina todo lo que oigas y leas, pues Satanás está tentando a las almas en este mismo momento. Examinad y quedaos con lo que es bueno.
Y como el error es tan grande en tu tierra, pido a las almas bien dispuestas que se consagren a María según el Libro de Oro en esta petición."
M.: «¿Se aplica la consagración a María según el Libro de Oro? ¿Lo he entendido bien?
M.: «Señor, Te pido especialmente por todos los enfermos. Los pongo en Tu Sagrado Corazón y en el Corazón Inmaculado de Tu Santísima Madre. Señor, ten piedad de ellos, ten misericordia de ellos».
Y aprieta Su cetro de oro contra Su corazón. Y se convierte en el aspergill de Su Preciosa Sangre. Y nos rocía con Su Preciosa Sangre.
Al oír esto, el Niño Jesús dice: «En el nombre del Padre y del Hijo -que soy Yo- y del Espíritu Santo. Amén».
El Divino Niño me confía personalmente un secreto.
M.: «Me dijiste que antes, que entonces... eso ya no existirá, porque difunde muchos errores en el mundo. Sí. No sólo en Alemania, también en el mundo».
El Niño Jesús responde: «Te dije que las velas del Zeitgeist se rasgarían».
M.: «Señor, ten piedad de nosotros, ten piedad de nosotros, ten piedad de nosotros y del mundo entero. Ten piedad de nosotros».
Habla el Salvador:
"¡Amad la oración de reparación! ¡Consagraos a Mi Sagrado Corazón y al Corazón Inmaculado de María! ¡Reparad! Sólo mediante la oración, el sacrificio, la penitencia y la celebración de Mi Santísimo Sacrificio en la Cruz, se puede eliminar el error, mitigar el juicio del castigo."
M.: «Señor, tenemos muchas ganas de orar. Lo que Tú nos has pedido, lo haremos con gusto.
Jesús dice: «¿Cuántas almas puedes encontrar?».
M.: «Querido Jesús, San Padre Pío, San Charbel, pensad en nosotros».
El Señor dice:.
"El Padre Pío y Charbel Me han servido completamente. Adiós».
M.: «Adiós, adiós, Señor, adiós».
Rezamos: «Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, sálvanos de las llamas del infierno, conduce a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia. Amén».
El Rey del Cielo nos bendice para concluir:
"En el nombre del Padre y del Hijo -que soy Yo- y del Espíritu Santo. Amén.
M.: «Alabado sea Jesucristo por los siglos de los siglos. Amén».
"Oh Jesús mío, amor mío, oh Jesús mío, Señor Dios, .
oh Jesús mío, amor mío, oh Jesús mío, ven a mí.
Oh Jesús mío, llévate las penas, todo sufrimiento a tu corazón.
Oh Jesús mío, llévate las penas, trae alegría a mi corazón.
Oh Jesús mío, amor mío, oh Jesús mío, Señor Dios, .
oh Jesús mío, amor mío, oh Jesús mío, ven a mí».
El Señor vuelve a la luz. También los ángeles, también el Padre Pío y San Charbel. Las esferas se cierran y desaparecen.
M.: «¡Deo Gratias!»
Sigamos cantando la canción:
"Et verbum caro factum est, et verbum caro factum est, et verbum caro factum est, et habitavit in nobis. "
Origen: ➥ www.maria-die-makellose.de
➥ Acto de consagración total a Jesucristo por manos de María
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