Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

sábado, 8 de abril de 2017

Sábado después del Domingo de Pasión, Cenáculo.

Nuestra Señora habla después de la Santa Misa Sacrificial en el Rito Tridentino a través de Su instrumento e hija Ana, dispuesta, obediente y humilde.

 

Hoy, 8 de abril de 2017, celebramos con toda reverencia el Cenáculo de la Santísima Virgen después de una Santa Misa Sacrificial Tridentina según Pío V. La Santísima Virgen nos dirigirá hoy unas palabras como señal para el tiempo venidero.

El altar de María estaba adornado con hermosas rosas. Los ángeles y también los arcángeles entraban y salían durante la santa misa sacrificial. Hoy han cantado el Gloria in Excelsis Deo.

Hoy hablará Nuestra Señora: Yo, vuestra queridísima Madre Celestial, Reina de las Rosas de Heroldsbach y vencedora de la Misión Mundial, hablo hoy, a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está enteramente en Mi voluntad y repite hoy sólo palabras que vienen de Mí.

Hoy os he traído al Cenáculo, a la Sala Pentecostal del Espíritu Santo, para compartir con vosotros algunas palabras, como Esposa del Espíritu Santo.

Mis amados hijos, Mi amado pequeño rebaño, Mis amados seguidores y peregrinos de cerca y de lejos Cuánto os amo. Cuánto os he atraído hoy a la Sala Pentecostal del Espíritu Santo para fortaleceros en la verdad y daros apoyo y fuerza en este último tiempo, el tiempo modernista. Cuánto dependéis de la ayuda del Espíritu Santo. Cuántas veces os pido a diario nuevas fuerzas para resistir estas tribulaciones y aflicciones del tiempo presente, que se os avecina. Sólo podréis superarlas con el poder del Espíritu Santo, que os apoya y protege en cada situación.

Algunas cosas, Mis amados hijos, ciertamente no las reconoceréis. Entonces el Espíritu Santo fluirá a través de vosotros con Su poder. Destellos de inspiración atravesarán vuestros corazones y muchas personas despertarán. De repente se darán cuenta de lo que podrían haber hecho mejor en sus vidas o incluso cambiar. Estos destellos del Espíritu Santo les ayudarán a cambiar sus vidas. Algunos aún tienen un tiempo en esta tierra para vivir una vida completamente diferente con el Espíritu Santo en el amor del Dios Trino, en el amor del Dios Trino. Te arrepentirás profundamente y te conmoverás y llevarás una vida completamente diferente. Os asombraréis de lo que el Espíritu Santo ha hecho en ellos.

Yo, vuestra queridísima Madre, quiero que vosotros, Mis amados hijos sacerdotes, os consagréis a Mi Corazón Inmaculado. Entonces recibiréis la protección del Espíritu Santo y podréis ayudar a muchas personas, no sólo en la hora presente, sino también en el tiempo venidero. Como sabéis, esta Iglesia católica de los tiempos modernistas actuales está en su etapa final.

Este Papa manipulado no tiene poder para querer cambiar esta Iglesia Católica. Es inferior a los masones y está sometido a ellos. El cumple sus deseos y no los deseos del Padre Celestial. Una y otra vez les rogaré el espíritu de Dios, que puede conducirles por los caminos correctos, si su voluntad lo permite. Si su propia voluntad se opone, entonces yo, como madre celestial, no puedo pedirles las gracias que necesitan urgentemente. No puedo conducirles al Padre Celestial, puesto que se han puesto en manos de los masones.

Es triste para Mí, como Madre Celestial, porque soy la Madre de todos los hijos de los sacerdotes y no quiero dejar que estos sacerdotes se extravíen. Están ante el abismo y Yo, como Madre Celestial, debo vigilar. Ya he derramado muchas lágrimas por los sacerdotes apóstatas que no quieren arrepentirse. Una y otra vez suplico la conversión de mis hijos sacerdotes. Aún se da el tiempo del arrepentimiento. Aún hay tiempo. Aún se da el gran tiempo de gracia.

Ahora os acercáis a pasos agigantados a la Semana Santa. Esta semana recibiréis muchas gracias. Rezad por ello y vivid este tiempo de gracia, es precioso para todos vosotros.

No os será fácil, pues se os exigen muchos sacrificios, sacrificios aún mayores. Tú, Mi pequeña, has sido dada de alta del hospital en Mi Día de Honor. Seguirás sufriendo un gran dolor, porque el Padre Celestial quiere que hagas expiación por los muchos hijos de los sacerdotes que aún no se han salvado y que todavía no están preparados para arrepentirse. Les pedirás misericordia y te fortalecerás, no en tu fuerza humana. Ésta disminuirá y aumentará la Fuerza Divina.

Recuerda que eres una persona débil. En esta debilidad te apoyaré y también te sostendré. A todos os rogaré el Espíritu de la Verdad, especialmente en esta semana de gracia. Sed valientes y creed en el amor del Dios Trino, que os lo pide todo y que podéis aceptar este amor, que mostréis gratitud en este tiempo de gracia y de amor.

Así os bendigo en la Trinidad con poder especial, con todos los ángeles y santos, en la Trinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Sed bendecidos, amados y protegidos en la Trinidad. Amén.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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