Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 9 de mayo de 2010

Cenáculo de Conmemoración del 93º Aniversario de las Apariciones de Nuestra Señora en Fátima - Portugal, a los Tres Pequeños Pastores - Lucía, Francisco y Jacinta

 

(Nuestra Señora informó en el Cenáculo del 2 de mayo de 2010 la venida del Pequeño Pastor Francisco para darnos Su Mensaje)

MENSAJE DE PASTORINHO FRANCISCO

"Queridos Hermanos, YO, FRANCISCO, Francisco Marto, pastor de FÁTIMA, vengo a traerles paz, a traerles el amor y la gracia del Señor y de María Santísima para inundar sus almas y sus corazones con este amor y para esta paz.

Vengan, ustedes, Mi hermano, ustedes que Me escuchan y Me oyen, ustedes que han sido atraídos por la Señora del Rosario y de la Paz a este Lugar Bendito que, para Mí, para Todos los Santos en el Cielo, es más querido que todo el mundo con sus tesoros y bellezas. Ustedes que han sido atraídos aquí, ustedes que han sido amados con un afecto, con una predilección sin igual, ustedes que han sido objeto de la misericordia y benevolencia del Altísimo, ustedes que han recibido la gracia de estar aquí, de escuchar estos Mensajes, una gracia que tantas naciones y pueblos quisieron y no recibieron, ustedes que han recibido este favor del Señor, abran su corazón, Desechen todo amor propio, todo apego a su voluntad, toda rebelión y desobediencia, desechen toda vanidad y toda sed de los honores y alegrías de este mundo, para que finalmente en su corazón haya lugar para la gracia de Dios, para el amor de Dios y para Su paz que quiere llenarlos completamente hasta rebosar para llenar y saciar otras almas con paz.

Sigan mis ejemplos, pues Yo, junto con mi hermana Jacinta y mi primo Lucía, hemos amado mucho al Señor y a la Señora del Rosario. Si Me siguen, los transformaré en una verdadera copia de Mí, reproduciendo en ustedes Mis sentimientos, Mis virtudes y Mi propio amor, para que con Él puedan amar a Dios y a la Santa Virgen con un corazón puro, totalmente desapegado de la tierra, completamente volcado a las cosas celestiales.

Vengan y aprendan de Mí a estar en silencio en los insultos, en las injurias.

Vengan y aprendan de Mí a recibir en paz las injusticias, los dolores y los sufrimientos y a ofrecerlo todo al Señor por la salvación de los pecadores que están extraviados y solo pueden ser salvados si hay un gran poder de expiación, sacrificio y suplica en su intención. Y no hay manera de rogar al Cielo con más violencia que ofreciendo sufrimiento, sacrificio, con amor.

Vengan, aprendan a llevar su cruz como Yo la llevé, ofreciéndola para salvar a toda la humanidad y a tantas almas que cada día arriesgan perder la gracia de Dios y caer en pecado. Con esta fuerza mística y sobrenatural, ofrecida por ustedes al Señor, la fuerza de la oración y del sacrificio, podemos evitar que muchas almas caigan en las garras de Satanás y que muchas otras que Él ya tenía como suyas sean liberadas de sus garras y de su mala influencia.

Vengan tras Mí, mi amigo y hermano, aprendan a glorificar al Señor y a amarlo como Él quiere ser amado. Él quiere ser amado con hechos, no tanto con palabras. Él espera de ustedes obras de amor, de generosidad, de entrega, de total abnegación, de completa consagración de todo su ser a Su amor.

Ustedes no fueron creados para ustedes mismos, ni para el mundo con sus entretenimientos, vanidades, tesoros y riquezas. Ustedes no fueron creados para el mal, sino que fueron creados para ser una imagen y semejanza perfecta del Señor y para glorificarlo con su amor, con su vida y con sus obras en medio de las criaturas y las naciones.

Deben, por lo tanto, regresar a lo que es su vocación original: ser una imagen y semejanza perfecta de Dios. Para ello, desechen de ustedes todo lo que deforma esa imagen perfecta, todo amor propio, del mundo y de las criaturas, todo apego desordenado, toda la sombra de vanidad, orgullo, egoísmo, frialdad y dureza de corazón. Síganme por el camino de la inocencia, síganme por el camino de la santidad y pondré Mi Mano en la suya y los guiaré con pasos seguros, firmes y ciertos, constantes y vigorosos, cada vez más adelante por el camino del verdadero amor y de la verdadera santidad.

¡No teman en el sufrimiento! El Señor siempre estará con ustedes como siempre estuvo conmigo y así con la Señora del Rosario y de la Paz nunca me abandonó, Ella tampoco los abandonará a ustedes. ¿No ven que Sus apariciones a Mí, a Lucía y Jacinta en Fátima hace tantos años y también aquí en este lugar, a Marcos, durante casi veinte años ya son la prueba más grande de Su amor por ustedes? ¿Qué madre seguiría buscando a su hijo durante tantos años, durante tantas décadas e incluso siglos, si no lo amara de una manera ardiente e incluso casi loca?

Esta Madre existe. ¡Es la Virgen María! Y en sus apariciones viene a buscarlos, a amarlos, a sanarlos, a liberarlos del mal, a luchar para llevarlos al cielo, a la salvación! Por lo tanto, crean de una vez por todas en Su amor, desprecien todo lo que no es Ella, todo lo que no es Su amor, todo amor que no es Su amor y entréguense de una vez por todas en los brazos de este amor abrumador que quiere comunicarse a ustedes, que quiere encenderlos, consumirlos completamente hasta que no quede nada del hombre viejo en ustedes, para que nazca una nueva criatura renovada en Dios. Láncense en los brazos de esta Madre y verán cuántas maravillas hará en ustedes, tal como lo hizo en mí, en mi hermana Jacinta y en mi primo Lucía. Si abren su corazón y se entregan completamente a ella, verán que en su alma surge una paz duradera, una alegría indestructible y una felicidad inmortal que ni el mundo, ni el diablo, ni ninguna criatura jamás podrán robarles o destruir dentro de ustedes.

Agarren el Rosario. ¡Régalo fervorosamente todos los días como Yo lo he rezado! Por el Rosario he adquirido todas las virtudes, por el Rosario he superado todos los sufrimientos y dificultades, por el Rosario he superado todos los problemas internos y externos, por el Rosario he llegado al Cielo. Y si Me siguen por el camino del Rosario, rezándolo con amor, meditando atentamente en las lecciones que les da, si lo aman más que a su propia vida, les prometo: a la hora de la muerte les extenderé, les arrojaré mi Rosario y los levantaré, los levantaré a Mí en la gloria del Cielo!

Los bendigo, mi amigo y hermano, ustedes que Me escuchan ahora, quienes leen estas palabras, quienes escuchan mi voz, los amo y en este momento escribo su nombre en mi corazón. Oraré por ustedes sin cesar, y no cesaré hasta verlos a su lado postrados en adoración ante el trono del Altísimo y ante el trono de la Bienaventurada Virgen alabándola y glorificándola por toda la eternidad.

Marcos paz. Paz para todos. Paz para ustedes, mi amado hermano".

Gran Pausa

(Marcos:) "-Sí, sí. ¡Nos vemos pronto! Lleven muchos abrazos míos a Jacinta y Lucía, ¿sí?! (Pausa)

*inmorable: imperishable, perenne

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

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