lunes, 19 de octubre de 2020

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

A Su Amada Hija Luz De Maria.

Mi Querido Pueblo:

MIS hijos no pierdan la fe cuando se enfrenten a la embestida del MAL.

Aquellos de MIS hijos que han unido sus fuerzas con el mal y que han sido abrumados por él, tienen los rostros cubiertos de amargura y depravación.

MIS Hijos Me Ven Y Me Sienten Lejano, No Porque Me Haya Apartado, Sino Porque No Me Buscan, Me Rechazan, Me Consideran Anticuado Y OBSOLETO. Cambian la Tradición para hacerla mundana y no espiritual... ¡Discierne!

Todo lo que signifique conversión es odiado por el mundo y la carne. El Diablo busca cómo causar miedo en Mi Pueblo para que abandone Mis Iglesias, manteniéndolo así alejado, incapaz de recibirme.

La historia de Mi Pueblo se está repitiendo en este tiempo en el que vive en la incertidumbre, la incredulidad, la indiferencia, la codicia y la inseguridad, y Mi Palabra está siendo adulterada para entregarte al Diablo.

No Esperéis Las Señales Que Se Han Anunciado Para Cambiar; Las Señales Están Ahí Delante De Vosotros Y No Las Reconocéis. Estáis Esperando A Que El Panorama De Mi Voluntad Os Indique El Momento, Y Sin embargo Aquí Es Donde Ya Os Encontráis.

Mi Pueblo Predica Con Sus Obras Y Acciones A Aquellos Que No Me Conocen. Les Llevan El Pan De Mi Palabra, Instruyéndoles Para Que No Sean Condenados A MUERTE , portadores del mal, para que ofrezcan heroicamente la máxima resistencia a las artimañas del Diablo.

Mis fieles tienen la seguridad de que Yo les ayudaré. Mi Santísima Madre permanece atenta a sus súplicas y Mis Legiones Angélicas van delante de los Míos, no para que no sufran, sino para que no pierdan la Fe ni la Vida Eterna. Son duramente tratados y despreciados por el mundo, y los gobernantes mantienen un silencio condenatorio hacia ellos, así como los responsables de Mi Iglesia peregrina.

La economía mundial está llegando a su punto de mayor colapso (1), por lo que los poderosos entrarán en acción, culpándose unos a otros, hasta que comience la guerra en medio de las acusaciones, y como una enfermedad contagiosa se extenderá de institución en institución, sin perdonar a Mi Iglesia.

Éste es el tiempo de la batalla del Diablo contra la Luz...

El día será noche y la noche será día... (cf. Amós 8:9).

Insistís en decir que habéis esperado demasiado el cumplimiento de las Profecías, y sin embargo no estáis preparados...

La hora que el hombre ha traído sobre sí mismo se acerca a vosotros sin obstáculos en su camino. Por ello, Mi Madre y Yo pedimos vuestras oraciones para que lo que pueda mitigarse se mitigue, y para que lo que no sea mitigado por la Voluntad Divina sea un crisol para Mi Pueblo, para que se convierta.

Rezad, hijos, rezad, otra enfermedad está cobrando fuerza y se extenderá.

Rezad, hijos, rezad por América. La ofuscación revelará lo que se ha ocultado y la gente se agitará, provocando el caos y la muerte.

Rezad, hijos Míos, la tierra seguirá temblando (2), llamando al hombre al arrepentimiento. Varios países en los que ha aparecido Mi Madre se verán gravemente sacudidos. Os llamo particularmente a orar por México, donde el mal ha sido introducido por algunos de sus gobernantes, entregando esta Nación al Diablo.

Rezad, hijos Míos, rezad. Oriente Medio se va a volver poderosamente beligerante.

Rezad, hijos Míos, rezad. Las mentes de los que han participado en guerras anteriores se han puesto en marcha. La agitación del Diablo anticipa el malestar que se avecina para toda la humanidad.

Hijos míos, pueblo mío:

No quiero que estéis inquietos, sino en estado de alerta, preparados para la CONVERSIÓN. Mi Santo Remanente está siendo elegido dentro de las naciones de entre los pobres y sencillos de corazón, entre los que tienen verdadera Fe. El Diablo viene con sus artimañas para haceros caer en sus tentáculos; sed mansos y astutos para que no os haga perder vuestras almas.

«Muchos son los llamados, pocos los elegidos». (Mt 22,14).

Rezad dentro y fuera de tiempo, poned en práctica diaria el testimonio de ser Mis hijos.

Uníos a Mí, refugiaos en el Corazón Inmaculado de Mi Madre :

«REINA Y MADRE DEL FIN DE LOS TIEMPOS, Sácame de las garras del MAL».

Yo te bendigo. Te Amo.

Tu Jesús

SALVE María Purísima, Concebida Sin PECADO

SALVE María Purísima, Concebida Sin PECADO

SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO