Revelaciones Marianas a Luz de Maria, Argentina
lunes, 25 de noviembre de 2019
Mensaje del Santo Arcángel Miguel a Luz de María

Pueblo de Dios: Yo, el Príncipe de las Hostes Celestiales, vengo en nombre de Dios para advertirte.
Los continuos terremotos que sacuden la tierra están obligando al pueblo a escuchar los mensajes del Cielo. Sin embargo, las criaturas humanas no podrán admitir que ya fueron previamente advertidas. No bajarán sus cabezas y ni siquiera se arrodillarán ante las palabras del Altísimo.
La rebelión del hombre es la causa de que ignore por completo el valor de la vida. Pero también, la aversión hacia la Santísima Trinidad ha llevado al hombre a creer que logró sobrevivir solo sin Dios y que no necesita a su Señor y Dios. Pero pronto el hombre experimentará su purificación a través los tentáculos oscuros del Comunismo y a través del Anticristo y sus secuaces hasta que comience a reflexionar sobre sí mismo y sus acciones, viendo que se está ahogando en sus pecados. Solo entonces volverá a Dios.
Cuando el hombre es rebelde y está lejos de Dios, también lo son sus deseos e impulsos tormentosos. Por eso te pido libremente que des vuelta atrás y no finjas esta conversión porque es fácil tomar el camino equivocado. Falsas enseñanzas ya se han extendido entre algunos hijos escogidos de Nuestra Reina y Madre dentro del Pueblo de Dios causando la pérdida eterna de muchas almas.
¡Mantente firme! El Espíritu de Dios te ilumina para que llegues al conocimiento, pero no a ese conocimiento pretendido por el mundo, sino a aquel en el cual cada hijo de Dios debe actuar.
Tienes una Madre que lleva todo Su amor maternal en su corazón y a quien siempre puedes recurrir cuando la necesites. ¡No subestimes tal privilegio!
Las fuerzas del mal han conquistado la tierra, y la mayoría de los gobernantes pertenecen a esta élite global. Ellos son quienes están causando que algunos hijos escogidos de Nuestra Reina y Madre trabajen contra la Iglesia de nuestro Rey y Señor Jesucristo con mentiras y calumnias. Pueblo de Dios, la persecución se está intensificando y debes estar preparado para ella. Tu fe debe ser fuerte y firme y debes ponerte la armadura del amor y la obediencia para que siempre cumplas los mandamientos y preceptos de Dios que forman la base del Cristianismo.
Ha llegado el momento en que debes expresar sin vacilación, con verdad tu pertenencia a la Santísima Trinidad y a nuestra y vuestra Reina y Madre del Cielo y Tierra.
Reza hijos de Dios, reza porque los volcanes están despertando.
Reza por Italia e Indonesia, ya que tendrán que sufrir aún más de lo que ya sufren.
Reza Hijos de Dios, reza, porque los terremotos aumentan particularmente durante este período y toda la tierra se ve afectada; de un extremo a otro.
Reza hijos de Dios, reza, pues la violencia se extiende entre vosotros como una plaga.
Pueblo de Dios, el hombre arde por dentro, llamas de desobediencia y rechazo de la protección de Dios lo consumen. Ahora cree que la astucia y las mentiras de Satanás son verdaderas.
Pueblo de Dios, Satanás prepara una trampa para vosotros pero será frustrada por el poder sobre todo poder: El Poder de Dios (cf Mt 28, 18; Heb 1,2-14; Fil 2,9-11). Aquellos que desatiendan los mandamientos de Dios lamentarán, suspirarán, se sentirán impotentes y desearán morir cuando vean qué grandes pecados han cometido. ¡Presta atención Pueblo de Dios! Esto es solo el comienzo de vuestro sufrimiento!
**En este terrible tiempo de sufrimiento te traigo como Legado de la Santísima Trinidad este Sagrado Rosario:**
† En nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Credo (Profesión de Fe)
Examen de Conciencia.
Primer Misterio: Que la humanidad se llene de la virtud de la fortaleza.
En la cuenta grande: Padre Nuestro
Inmediatamente después, todavía en la misma cuenta: "Santísima Trinidad, envía a Vuestras Hostes Celestiales para que protejan a la humanidad y se apresuren a ayudarla, de modo que destruyan todas las malas intenciones y ayuden al pueblo a alinear sus mentes y pensamientos con Vos."
En las cuentas pequeñas (rezar 10 veces): “Divina Sabiduría, desciende del Trono de la Trinidad y guíanos por el camino de la verdad y bondad.”
Aspiración: "Sé mi fortaleza y mi poder."
Segundo Misterio: La vida del hombre no se llenará de ira.
En la cuenta grande: Padre Nuestro
Inmediatamente después, todavía en la misma cuenta: "Santísima Trinidad, concede a tu pueblo paciencia para que la ira y sus efectos indebidos no llenen sus corazones y la humanidad permanezca segura del daño."
En las cuentas pequeñas (rezar 10 veces): “Divina Sabiduría, aleja el mal de la humanidad y las trampas de los demonios. Preserva a las criaturas humanas del combate espiritual y todo sufrimiento.”
Aspiración: "Sé mi fuerza y mi poder."
Tercer Misterio: Que la humanidad sea bendecida por la Santísima Trinidad, y que cada hombre sirva a su prójimo.
En la cuenta grande: Padre Nuestro
Inmediatamente después, todavía en la misma cuenta: "Que la ecuanimidad llene a la humanidad para que la corrección de sus actos y obras dé testimonio ante los hijos de Dios."
En las cuentas pequeñas (rezar 10 veces): “Divina Sabiduría, ayúdanos a no olvidar nuestros valores y nuestra fe y que nuestras acciones sean siempre correctas, para que sirvan para aumentar el honor y la gloria de Dios.”
Aspiración: "Sé mi fuerza y mi poder."
Cuarto Misterio: Que la humanidad elija ganarse el favor de Dios y así rechace el mal.
En la cuenta grande: Padre Nuestro
Inmediatamente después, todavía en la misma cuenta: "Santísima Trinidad, son los sabios en espíritu quienes encuentran el favor de Dios con sus actos y obras, lo adoran y le rinden homenaje en nombre de todas las criaturas humanas."
En las cuentas pequeñas (rezar 10 veces): “Divina Sabiduría, ayuda a que toda la humanidad se vuelva hacia Ti, sabiendo que eres un Dios gracioso y misericordioso que es juez justo, encontrando favor solo con aquellos que creen.”
Aspiración: "Sé mi fuerza y mi poder."
Quinto Misterio: La vida del hombre no debe estar llena de ira.
En la cuenta grande: Padre Nuestro
Inmediatamente después, todavía en la misma cuenta: “Santísima Trinidad, ayuda a que tu amor sea aceptado por todas las personas para que la honestidad, el respeto y la buena voluntad prevalezcan entre tu pueblo. Que actúen según Tu ejemplo y vivan en unidad con Tu corazón.”
En las cuentas pequeñas (rezar 10 veces): “Divina Sabiduría, el Amor de Dios es la fuente de todo bien. Inflama los corazones de tu pueblo con tu amor, para que abandonen sus intereses humanos, cese la discordia entre ellos y cada persona sea un espejo de tu amor en espíritu.”
Súplica: "Sé mi fuerza y mi poder."
En las primeras tres cuentas:
“Divina Trinidad, que la paz de Dios llene los corazones de aquellas personas que no poseen la gracia del discernimiento.”
“Divina Trinidad, que el Espíritu Santo nos llene con su amor."
"Divina Trinidad, la sabiduría de nuestra Santísima Madre, que supera todo entendimiento, venciéndonos y cumpliéndonos."
Reza la Salve Regina en honor a la Muy Santa Reina y Madre.
Ofrenda: “Divina Trinidad, que tu bondad sea siempre el motor de nuestras vidas. Ayuda a que la humanidad muestre el arrepentimiento necesario para detener el progreso del mal en la tierra. Guíanos para que nos arrepintamos y seamos como Tú, oh Madre. Para que nos convirtamos en fieles discípulos y embajadores de tu amor.”
Ofrece esta oración sinceramente y termina con un breve silencio espiritual. Amén.
Sé bendecido/a con el Amor de Dios.
¿Quién es como Dios?
¡Nadie es como Dios!
Santo Arcángel Miguel
Ave María, llena de gracia y concebida sin pecado.
Ave María, llena de gracia y concebida sin pecado.
Ave María, llena de gracia y concebida sin pecado.
**Letanía a la Santísima Trinidad**
V: Pedimos: Que el amor de Dios nos llene. A: Santísima Trinidad, te rogamos, escúchanos.
V: Que toda criatura humana se convierta en templo del Espíritu Santo. A: Santísima Trinidad, te rogamos, escúchanos.
V: Para que preservemos la unidad en el Señor. A: Santísima Trinidad, te suplicamos, escúchanos.
V: Para que tu pueblo permanezca fiel hasta el fin. A: Santísima Trinidad, te suplicamos, escúchanos.
V: Para que se erradique el mal en toda criatura humana. A: Santísima Trinidad, te suplicamos, escúchanos.
V: Para que nos hagamos dignos de los dones del Espíritu Santo. A: Santísima Trinidad, te suplicamos, escúchanos.
V: Para que seamos un pueblo en Ti. A: Santísima Trinidad, te suplicamos, escúchanos.
V: Para que los corazones de los hombres se conviertan en fuentes de bendición. A: Santísima Trinidad, te suplicamos, escúchanos.
V: Para que los corazones, las mentes y los pensamientos del pueblo sean transformados por tu bondad. A: Santísima Trinidad, te suplicamos, escúchanos.
V: Por entendimiento, esperanza y compasión en los hombres. A: Santísima Trinidad, escúchanos.
V: Por una fe inquebrantable y para que el pueblo siempre se trate con amabilidad. A: Santísima Trinidad, escúchanos.
V: Por un espíritu firme. A: Santísima Trinidad, escúchanos.
V: Por infinita misericordia. A: Santísima Trinidad, escúchanos.
V: Ante la traición del mal. A: Envía tus ángeles a nuestra protección.
V: Ante las calumnias del mal y su persecución. A: Envía tus ángeles a nuestra protección.
V: Ante nuestra debilidad. A: Envía tus ángeles a nuestra protección.
V: Ante nuestra tibieza y la de nuestros hermanos y hermanas. A: Envía tus ángeles a nuestra protección.
V: Ante los celos que han caído sobre nuestro espíritu. A: Envía tus ángeles a nuestra protección.
V: Ante la injusticia y las leyes injustas. A: Envía tus ángeles a nuestra protección.
V: Ante el dominio de los poderosos. A: Envía tus ángeles a nuestra protección.
V: De la muerte eterna, A: líbranos, oh Santísima Trinidad.
V: De la ominosa proximidad del demonio, A: líbranos, oh Santísima Trinidad.
V: De posesión y manifestaciones del mal, A: líbranos, oh Santísima Trinidad.
V: De la muerte eterna, A: líbranos, oh Santísima Trinidad.
V: Del hambre de poder y de nuestro orgullo y arrogancia, A: líbranos, oh Santísima Trinidad.
Santísima Trinidad, gloria sea a Ti por siempre jamás. Amén.
Ante tanta grandeza te suplicamos humildemente que mantengas listas las Huestes Celestiales para nosotros, para apresurarse en nuestro auxilio cuando nos necesiten. Te pedimos, con tu poder omnipotente ahuyentes los poderes diabólicos que amenazan nuestra vida y nuestra salvación. Amén.
Fuente: ➥ www.RevelacionesMarianas.com
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