jueves, 29 de marzo de 2018

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Su amada hija María de la Luz. Jueves Santo

Mi pueblo querido: En cada una de Mis palabras está implícitamente contenido el esencia de Mi Amor.

El óleo de Mi bendición acompaña a todos Mis hijos, especialmente aquellos que sufren por creer en Mí.

A Mi pueblo lo ponen constantemente a prueba para que se desvanezca la llamada de Mi amor. Mis hijos se dejan vencer por el enemigo de su alma con una sola lisonja.

Mi pueblo escucha la voz de Su Pastor, y Él es Amor. (Juan 10:4/11)

La humanidad carece de Amor. En este día debes tomar una firme resolución para mejorar hacia Mi Divino Amor; debes expiar todas las acciones y hechos sin amor; Me ofendieron a Mí y a tus semejantes en vuestras familias, en los lugares de vuestro trabajo, y en todo tiempo y lugar donde os hayáis quedado. Debéis ser embajadores de Mi amor.

Mi pueblo querido: ¡No tomes el camino equivocado! Sin Mi Amor presente dentro de vosotros, no alcanzarás la meta que te he descrito.

En este tiempo el mal obra sin cesar, asentando la falta de amor en uno de vosotros, sin embargo. Sabéis bien que donde falte Mi amor, el mal se aprovecha y causa estragos.

En este tiempo, el mal ataca cruelmente a las familias. Saber que sin Mi Amor presente dentro de las familias, toda la humanidad queda absolutamente desestabilizada.

Os llamo a la bondad con vosotros mismos y vuestros seres queridos, y hacia vuestros semejantes.

No quiero que miréis los rostros humanos, sino que os llamo a reconocerme en el prójimo; así lograréis preservar Mi paz dentro de vosotros y en todo momento. (Juan 14:27)

Sed el mismo Amor que el Mío, sed expertos del amor, y otros lo recibirán además.

En esta noche de dolor deseo que los transforméis todos en un acto constante de amor y difundidlos hacia el futuro.

En esta noche de dolor, en la cual la soledad fue Mi compañera, quiero que la convirtáis en un acto continuo de perdón, unidad, hermandad, y extendédla hacia el futuro.

Sufro por Mi pueblo; sufro por Amor. Agarraos fuerte, no os debilitéis en vuestra fe. Rezad por todo el mundo.

Os bendigo. Vuestro Jesús.

Ave María, llena de pureza y concebida sin pecado.

Ave María, llena de pureza y concebida sin pecado.

Ave María, llena de pureza y concebida sin pecado.