domingo, 5 de abril de 2015

Mensaje de la Santísima Virgen María a su querida hija Maria de Luz

Hijos amados de Mi Inmaculado Corazón: Los amo y los llamo a todos para que permanezcan en Mi corazón maternal.

Mis queridos hijos: La misericordia de Mi Hijo no tiene fin, pero deben arrepentirse por las ofensas cometidas y tomar una decisión firme de no ofenderlo más.

Dado que la misericordia de Dios es un signo del infinito amor del Padre hacia el hombre, pronto deben recurrir a ella y aceptar esta gran bendición antes de que se agote el aceite en la lámpara.

El hombre se niega a considerar la Sagrada Justicia Divina y se aferra a un Dios misericordioso que lo perdona todo, incluso los pecados más terribles, sin arrepentimiento por parte del hombre; eso, hijos míos, no es verdad.

Deben creer, aumentar la fe, y esto no surge si el hombre no conoce a Mi Hijo…

La misericordia llega al encontrarse con el hombre, mientras que al mismo tiempo la Justicia Divina espera su momento justo—este último que se opone a la humanidad y se acerca cada instante, conduciendo al caos, destrucción, ira, venganza, avaricia, inmoralidad.

Hijos amados, no crean que la guerra nuclear es ciencia ficción; la provocación trae sufrimiento a la humanidad, los nuevos inventos del hombre para fines bélicos son el flagelo de la humanidad quien experimentará sus efectos de primera mano.

Queridos hijos de Mi Inmaculado Corazón, en este momento no reina el Amor Divino sino un completo individualismo debido a la falta de autocontrol por parte de la humanidad.

Hijos de Mi Inmaculado Corazón: La generación actual ha provocado una revolución mediante la tecnología y la tecnología es la amante de Mis hijos; los mantiene cautivos en sus garras destruyendo la capacidad del hombre para recibir, destrozando así su memoria—no crea sino que obedece a una serie de comandos dirigidos por grandes empresas publicitarias con antecedentes religiosos para servir a la ciencia e ignorar a Mi divino Hijo.

Hijos míos, no han percibido el estudio realizado sobre ustedes para derrotarlos y dividirlos para que la mayoría alberguen deseos perversos para que sean irracionales y paganos.

El instinto del hombre ha entrado en varios líderes religiosos autoproclamados por lo que llaman a sus seguidores a comportarse de manera pagana, blasfemando aquello que no conocen viviendo en una idolatría ilimitada de la buena vida y el dinero.

Pobres hijos que se postran ante el dinero! Cuando esto colapse—irreversiblemente en todo el mundo—será como un efecto dominó donde el dinero se derrumbe sin poder detenerlo; ustedes, Mis Hijos, observarán asombrados cómo demasiados de sus hermanos se convierten en víctimas de enfermedades debido a la falta de medios económicos y el demonio aprovechando ese momento les ofrecerá consuelo a cambio de sus almas. Entonces las legiones del mal tomarán los cuerpos de estos hijos y los venderán por dinero persiguiendo a aquellos que anteriormente fueron sus hermanos. Oren con fe antes de que esta profecía se cumpla.

Hijos míos, profundicen en la Sagrada Escritura para no ofender a Mi Hijo siguiendo a falsos cristianos que recorren el mundo; hijos míos, no corran tras maestros falsos que los aturden y los llevan a seguirlos con ideologías que no están en las escrituras—no olviden que El Reino de Mi hijo es para todos los tiempos y generaciones.

Hoy hay falsos maestros que se llaman cristianos y los conducen a una realidad diferente a la Mía, infundiendo en sus seguidores un culto a esos maestros donde son considerados pequeños dioses. No se engañen, no sean seducidos por estas garras ocultas del enemigo del alma.

El mal vuela como el viento sobre la tierra; ustedes respiran maldad. Solo aquellos que conocen a Mi Hijo y Su Palabra encuentran el camino para alejarse del mal. Aquellos que no lo conocen quedarán atrapados en redes de herejías, sin parecerlo.

El mal alberga un deseo desenfrenado de provocar la persecución mundial de Mis hijos e inocencia tan pronto como sea posible. Los abortos voluntarios se consideran una defensa de la feminidad, perdiendo el sentido de la maternidad y responsabilidad. En la mayoría de los países esta práctica está permitida—ese hombre desprecia el don de la vida; ¿qué puede esperar el hombre de su destino?

Mis hijos han sido severamente infectados con cosas mundanas; no quieren escuchar ni a Mí ni a Mi Hijo, corriendo hacia el abismo como ovejas hacia un precipicio. Experimentan dolor como nunca antes.

Este tiempo de gran lucha espiritual no se siente por aquellos que no luchan por la salvación de las almas—por lo tanto, Mis hijos son llamados locos y perseguidos. Han sido cegados y no ven cómo progresa la guerra contra la humanidad… ¿Dónde encontrarán una paz absoluta?

Queridos Hijos de Mi Inmaculado Corazón: Oriente Medio se está convirtiendo en una fuente de gran confusión; por lo tanto, las naciones vestidas de lino se cubrirán con harapos, dada la confusión que sufren a través de sus intrusos.

Oren, Mis hijos, oren por Argentina—la rebelión tendrá lugar secretamente al amanecer. Oren, Mis hijos, por Europa—será fuertemente desgarrada por los invasores. Oren, Hijos. Oren, Mis hijos, los volcanes continuarán erupcionando violentamente a lo largo de la tierra. Oren, Mis hijos; habrá noticias desde América sobre pérdida de ciudadanos debido al terrorismo.

La Tierra seguirá temblando intensamente a la luz de la fuerza que el sol ejerce sobre ella—alejándose de lo habitual desde dentro del centro de la Tierra.

Espíritus excitados y confundidos se abalanzan contra sus hermanos; la excitación conduce a la ira, y el hombre se convierte en una bestia sin ser un animal.

Hijos de Mi Inmaculado Corazón, conságrense diariamente a Mi Hijo—oren al Arcángel Miguel pero sobre todo cumplan la Voluntad de Dios. La Ley de Dios es y siempre será la Palabra que deben conocer y cumplir. Cada uno debe dedicarse a Mi corazón; oren por lo que no se cumplió en Mi petición para Rusia.

Mis hijos, los bendigo—aquellos que leen esta palabra Mía y la llevan dentro de sus corazones, los bendigo y los protejo con Mi manto. Los amo. Madre María.

Ave Maria, llena de pureza y concebida sin pecado.

Ave Maria, llena de pureza y concebida sin pecado.

Ave Maria, llena de pureza y concebida sin pecado.