Revelaciones Marianas a Luz de Maria, Argentina
sábado, 24 de enero de 2015
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Su amada hija María de la Luz

Mi pueblo querido: Los bendigo. Vengo a Mi pueblo, Mis fieles. No vengo para librarlos de los obstáculos cotidianos sino para probarlos para que los Míos sepan que pertenecen a la Vida Eterna. No encontrarán salvación eterna si no luchan contra el pecado y permanecen en Mi Voluntad.
Hija: Veo cuántos pocos están orando en este momento. También veo cómo muchos vienen preparados, recibiéndome sin albergar resentimiento hacia sus hermanos, sin ira ni disgusto. La ira no es buena compañera del hombre; lo lleva a pecados ocultos que pasan desapercibidos pero atacan el corazón.
El necio destruye su propio camino. No olvides que les doy a cada uno lo que desea. No pidáis piedras, para que no recibáis piedras a cambio.
Conocéis Mi Ley, Mi Voluntad. Así seréis juzgados según vuestro conocimiento; de aquellos a quienes se ha dado mucho, también se exigirá mucho. Y en verdad, importante dentro de esta regla está la humildad de la creación humana y el uso adecuado de la razón. La ira conduce a una acción irracional, por medio de la cual el hombre daña no solo a sí mismo sino que es llevado a actuar como un demonio sin buscar razones ni considerar caridad hacia los demás.
La humanidad se ha acostumbrado a la ira. El hombre moderno no piensa. Cuando el ego del hombre está herido, reacciona con disgusto. Si no se siente superior y glorificado, la ira toma control de él y destruye lo que tiene delante.
No olvidéis, Mis hijos, que una persona expresa lo que lleva dentro. No olvidéis que podéis pasar de la ira al odio en un instante.
En este momento hay cada vez más ira; surge como algo inofensivo para el hombre pero entonces el monstruo despierta y se fortalece con sentimientos humanos ulteriores que lo llevan solo a perseguir sus propios intereses.
Vengo y peso no sólo las obras, sino también las acciones de los Míos. De aquellos a quienes les he dado más, exigiré más ya que eso es lo debido.
Hijos queridos, jinetes avanzan contra la humanidad. Los llamo a prepararse y no reaccionar con ira o indiferencia. A través del orgullo desbordante el hombre se vuelve cada vez más sordo a Mi Llamada y menos dispuesto a vivir de acuerdo con Mi Voluntad.
Esta generación está constantemente desordenada; el significado viene y va ya que las criaturas hundidas en pecado principalmente quieren satisfacer sus deseos; se pierden sin considerar la conciencia, olvidando fácilmente Mi Voluntad y ofendiéndome más allá de toda medida.
¡Cuánto debe sufrir el hombre que no escucha Mi Voluntad cuando mira hacia atrás y se encuentra a oscuras después de haber vivido en luz! Los corazones de las personas se han endurecido ya que constantemente actúan solo según su propia voluntad. El pecador no reconoce el pecado porque lo consume continuamente.
Hijos, ¿cuánto tiempo queréis esperar antes de escuchar Mi Llamada? Mis hijos, la ira ha llevado al conflicto entre naciones; han comenzado a odiarse unos a otros con inocentes siendo asesinados sin piedad. El hombre se ha alejado de Mí más de lo que cree; la oración es ridiculizada o considerada innecesaria para acercarme.
¡Qué equivocado está el hombre! Actuar así significa acercarse a la agonía. La persona sufre espiritualmente, lo cual no le lleva a mirar con amor. ¡Cuánto Me duele ver almas en el camino del dolor purificador!
Mis queridos hijos, grandes cambios se avecinan—de todo tipo y también en Mi Iglesia. Muchos de mis cardenales no se aman como hermanos sino que se consideran rivales! ¡Muchos de Mis amados sacerdotes no están guiando a Mi rebaño por el camino correcto!
La sangre está siendo derramada sobre la Tierra, momento tras momento, como si fuera agua…y la humanidad no se inmuta, sino que es movida por su sed de sangre. Mis pobres hijos se han lanzado al mal como las ovejas se lanzan a un abismo. Se desprecia y se utiliza indebidamente la vida con fines científicos...una ciencia que ha abusado del sufrimiento de los inocentes y continúa haciéndolo para que crezcan los estados porque les vende poder.
No es sólo la radiactividad lo que daña a la humanidad y es el gran tentáculo del Anticristo, sino todo aquello utilizado por los gobiernos para destruir las vidas de Mis hijos. La radiactividad no es solo una amenaza, sino también lo creado en laboratorios para eliminar una gran parte de aquellos que pueblan la Tierra. ¡Humanidad obstinada, estáis tomando en vuestras manos lo que es Mi voluntad!
La humanidad continúa sufriendo; los volcanes entran en erupción como resultado y Mis hijos sufrirán. Oren, Mis hijos, oren—Nicaragua va a sufrir. Oren, niños, oren por India; llorará. Oren, niños, por España; sufrirá con dolor. Niños, el agua se está filtrando en la Tierra y Mis hijos van a sufrir; el clima cambiará aún más.
Amados Míos, oren—la oración es necesaria para la humanidad. No desprecien a Mi Madre, recen el Rosario. Les he dado a Mi Madre como madre de todos los pueblos; escúchenla.
Cuando el mal se extiende con gran poder, no desesperen—Yo les protejo y Mis legiones los acompañan. Envío consuelo, amor y esperanza a Mi pueblo para que no sean derrotados sino permanezcan fieles y cada uno se convierta en su propio ángel guardián para que se queden conmigo.
No miren hacia otro lado; no olviden que aquel que ofrece la otra mejilla es Mi hijo. No hagan competencias porque a través de estas, estarán solos.
Amados Míos, pueblo Mío—los amo; no les estoy dando la espalda; envío ayuda desde Mi pueblo. Levanten la vista; les envío Mi amor como maná a Mis elegidos como camino y como Palabra. No teman; no están solos. Los amo. Su Jesús.
Ave María, llena de pureza y concebida sin pecado.
Ave María, llena de pureza y concebida sin pecado.
Ave María, llena de pureza y concebida sin pecado.
Fuente: ➥ www.RevelacionesMarianas.com
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