Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
lunes, 15 de abril de 2019
Lunes, 15 De Abril De 2019

Lunes, 15 de abril de 2019
Jesús dijo «Pueblo mío, en el salmo se habla de no tener miedo, sino de tener siempre confianza en Mí. Vuestra esperanza es estar Conmigo para siempre en el cielo. Al entregarme tu voluntad, puedes compartir lo que tienes con los demás, tanto en donaciones de dinero, como compartiendo tu fe con los demás. Te acuerdas de otra ocasión en que Marta se quejó de que su hermana María no la ayudaba a compartir las cosas de la hospitalidad. Le dije a Marta que María había elegido la mejor parte de escuchar Mi Palabra, y que no se la quitaría. En el Evangelio de hoy, María lavó Mis pies con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. Luego derramó aceite precioso sobre Mis pies, en señal de Mi sepultura. Esta vez reprendí a Judas, que quería que se vendiera el aceite para dar el dinero a los pobres. Le dije que siempre tenéis a los pobres con vosotros, pero no siempre Me tenéis a Mí con vosotros en la carne. Judas sólo quería dinero para sí, pero a María no se le negaría el favor de ungirme. Recordáis cuando lavé los pies de Mis apóstoles como ejemplo para que todos vosotros fuerais servidores de los demás. Estáis aquí en la tierra para conocerme, amarme y servirme. Aprended de estas lecturas a no tener miedo, y seguid adelante y difundid Mi Buena Nueva de Mi Resurrección. Traer almas a Mí por amor, es tu tarea más importante, para que más almas puedan amarme y ser salvadas del infierno. Para venir al cielo debes arrepentirte de tus pecados, y negar tu vida dejando que tu voluntad siga Mi Voluntad en todo lo que hagas. Tráete a Mí con buenas obras en tus manos, y tendrás tu recompensa en el cielo».
La Madre Cabrini dijo: «Mis queridos hijos, estoy feliz de estar presente entre vosotros a través de los ojos de mi estatua. Me invocáis en vuestro «sí» para que vele por vuestros hijos, vuestros nietos y vuestros bisnietos. Yo les guiaré y rezaré por ellos en el cielo. Sé que tienes una de mis estatuas en tu dormitorio. Te agradecería que bajaras mi estatua a tu capilla y colocaras bajo ella una de mis reliquias de tela. Cuando me invoques para que ayude a la gente, entregaré tu petición a Mi Jesús. Gracias por venir a mi santuario, y acuérdate de rezarme todos los días por tus intenciones».
Origen: ➥ www.johnleary.com
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