Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
lunes, 7 de abril de 2014
Lunes, 7 De Abril De 2014

Lunes, 7 de abril de 2014
Jesús dijo "Pueblo mío, estáis viendo en la historia de Susana del Libro de Daniel cómo la lujuria puede hacer que los hombres deseen a mujeres hermosas, como hicieron estos ancianos. Esto también puede poner de relieve cómo las falsas acusaciones pueden ser una grave injusticia si el inocente no tiene un defensor. Muchos hombres se ven tentados por vuestra sociedad que hace ostentación de la pornografía, o por mujeres que no visten adecuadamente. Muchos de los tuyos también se apresuran a juzgar a las personas por las cosas sin pensar en sus propios defectos. Yo soy el único que puede juzgar a las personas. Puedes aconsejar a la gente si ves que lleva un estilo de vida pecaminoso, pero no la juzgues. Todas las personas tienen que responder ante Mí por sus actos en el juicio. Durante la Cuaresma, todos debéis esforzaros por evitar vuestros pecados de la carne, y evitar los chismes que critican a la gente con razón o sin ella. Tenéis debilidades humanas, pero ayunáis y rezáis para controlar los deseos del cuerpo. Centrándoos más en seguir Mis caminos, podréis desprenderos de esas tentaciones terrenales".
Dijo Jesús: "Pueblo mío, en el Evangelio dije a los acusadores de una adúltera que quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Cuando se fueron, advertí a la mujer que no volviera a cometer ese pecado. Sé que es difícil para los hombres y las mujeres no cometer pecado, por eso instituí el sacramento de la Reconciliación, para que pudierais ser perdonados de vuestros pecados futuros y presentes. No condené a la mujer de su pecado, sino que tomé sobre Mí todos vuestros pecados para que vosotros tampoco fuerais condenados. La justicia de Mi Padre celestial quedó satisfecha, cuando Me convertí en pecado y sufrí por todos vosotros en Mi cruz. Antes de entregar Mi vida en la cruz, nadie podía llegar al cielo, y todos los muertos tenían que sufrir. Una vez que resucité, se abrieron las puertas del cielo para las almas que son dignas. Como un hombre, Adán, trajo el pecado al mundo y todos los efectos de ese pecado, así un hombre, en Mí, trajo la expiación de todos los pecados, y Mi promesa del cielo a los que creen y obedecen Mis leyes. Alégrate, porque Yo cargué sobre Mí todo el castigo de tus pecados, para que pudieras entrar en el cielo. No os ganáis el cielo, porque Yo he ganado vuestra salvación en Mi cruz".
Origen: ➥ www.johnleary.com
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