lunes, 27 de septiembre de 2010

Lunes, 27 de septiembre de 2010

Lunes, 27 de septiembre de 2010: (San Vicente de Paul)

 Jesús dijo: “Mi gente, en la primera lectura vieron cómo permití a Satanás quitar muchos animales e incluso los hijos de Job. A pesar de estas pérdidas, Job no se enojó ni pecó contra Dios. A veces tienen problemas con la pérdida de sus posesiones, pero pueden encontrar una manera de reemplazar cualquier cosa que esté defectuosa. Se acerca un tiempo en el que mi gente tendrá que dejar sus posesiones atrás y acudir a mis refugios de protección. Vivir en un refugio puede ser sin dispositivos eléctricos, por lo que será una vida mucho más rústica sin tantos viajes. Ahora viven una vida mimada y cómoda, pero se acerca un tiempo en el que no tendrán tanto entretenimiento, y tendrán más tiempo para la oración. Vivir en un refugio será más como una vida monástica, y los hará como santos. Verán que al quitarles sus juguetes y comodidades, en realidad no los necesitan, y los distraen de su misión en la tierra de servirme. Estén agradecidos de que serán limpiados en preparación para el cielo. Estarán haciendo su purgatorio en la tierra durante la tribulación”.

Jesús dijo: “Mi gente, América está perdiendo la batalla en su competencia por los mercados mundiales como fabricante. Hay tantos factores a favor de los extranjeros que América caerá en una clase de tercer mundo si no se hacen algunos cambios. Las corporaciones se han ido de América en busca de mano de obra barata, menos restricciones ambientales y menos impuestos. Si las leyes se cambiaran para desalentar el campo de juego desigual, entonces la fabricación podría regresar a América. Los controles artificiales de la moneda y la mano de obra casi esclava han permitido a China tomar muchos de sus mercados. América necesita reducir su déficit comercial, reducir los déficits gubernamentales y el gasto excesivo, y tener impuestos razonables antes de tener una oportunidad de sobrevivir. Reducir la importación de petróleo utilizando menos petróleo y comprando menos bienes del extranjero también ayudaría a sus déficits. Incluso detener sus guerras continuas ahorraría a su gente miles de millones de dólares desperdiciados. América también necesita poner en orden su casa espiritual, como detener el aborto y detener la convivencia fuera del matrimonio. Oren para que sus líderes comiencen a trabajar por su gente, en lugar de solo ganar dinero para sí mismos”.