sábado, 24 de enero de 2015

Mensaje de Santa Luzia

Queridos hermanos Míos, Yo, Lucía de Siracusa vengo hoy de nuevo a deciros: Os amo y grande es Mi Amor por vosotros.

Grande es Mi Amor, por eso estoy a vuestro lado en cada momento de vuestra vida. Reza más porque sólo a través de la oración puedo conducirte por el camino de la salvación y de la paz y protegerte de todos los asaltos de Satanás.

Piensa que el pecado es un mal tan grande que el propio Hijo de Dios tuvo que descender de lo alto, encarnarse y morir en una Cruz para destruir ese mal.

El pecado te separa de Dios para siempre, el pecado pone entre tú y Dios un precipicio insalvable que sólo puede deshacerse con la conversión.

¡Conviértete! Arrepiéntete de tus pecados y reza, pues sólo la oración puede conducirte a la conversión.

Yo, Luzia, no quiero perderte, no quiero que sufras en esta vida y en la eternidad, en la condenación eterna. Por eso te digo Conviértete y reza.

Rezad por la Paz, rezad por la Paz en vuestros corazones, por la Paz en vuestras familias, por la Paz en la Iglesia, por la Paz en el mundo entero.

Ésta es vuestra misión aquí: Sed los intercesores de la Paz junto con la Madre de Dios Reina y Mensajera de la Paz.

A Mis verdaderos devotos que Me aman, que rezan Mi Rosario cada semana, que propagan Mi Vida contenida en la Película que Mi amado Marcos hizo para Mí, y a todos los que Me escuchan ahora, les bendigo generosamente desde Catania, Siracusa y Jacari».