Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
jueves, 2 de enero de 2014
Mensaje Del Ángel Mariel - 195ª Promoción De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora - En Vivo

http://www.apparitionstv.com/v02-01-2014.php
Contiene:
Trezzena De La Señora Rosa Mística, Día 02
Meditaciones De Los Santos Sobre La Santísima Virgen María
Letanías Del Santísimo Nombre De Jesús
Aparición Y Mensaje Del Ángel San Mariel
Jacareí, 02 de Enero de 2014
Fiesta Del Santísimo Nombre De Jesús
195ª Clase De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora
Mensaje Del Ángel San Mariel
(Ángel San Mariel): "Amados hermanos Míos, Yo, Mariel, os bendigo hoy y os doy la paz.
Rezad más, rezad más en este nuevo año que amanece. Que la Oración sea alegría para vosotros. Que la Oración sea vida para vosotros, y que realmente sea vuestra vida.
Quien reza mucho, se salva; quien no reza, se condena.
Rezad más, rezad con el corazón para que Dios pueda derramar realmente Su gracia en vuestras vidas.
Renunciad cada vez más a todo pecado, porque os separa de Dios, os hace perder la salvación y el Cielo, y os arroja a las llamas eternas del infierno.
Apresurad vuestra conversión, queda poco tiempo para la humanidad. Está terminando de caer en las profundidades del abismo de su pecado, de su rebelión contra Dios y Sus mandamientos, y de su negativa a volverse hacia Él. El Gran Castigo no tardará en llegar.
Por tanto: Reza, conviértete, apresura tu conversión, para que en el terrible momento en que se manifieste la Justicia Divina, seas hallado inocente ante el Señor. Y así podréis ser protegidos por Nosotros, los Santos y los Ángeles de todos los Castigos que caerán sobre los pecadores, especialmente sobre aquellos que han vivido en pecado, seguros de que nunca serían alcanzados por la Justicia de Dios.
Yo, Mariel, estoy contigo en cada momento de tu vida. Te bendigo, te cubro con Mis alas y te protejo de todo mal.
No quiero que sufras en el futuro, por eso te digo Convertíos, para que seáis declarados inocentes en el momento en que la Justicia del Señor se manifieste contra este mundo rebelado contra Él y amigo de Satanás y del pecado.
A todos en este momento, bendigo con amor y especialmente a ti Marcos, el más ardiente y querido amigo de los Santos Ángeles".
(Marcos): «Hasta pronto».
Transmisiones en directo desde el Santuario de las Apariciones en Jacarei - Sp - Brasil
Emisión diaria de «Apariciones» en directo desde el Santuario de las Apariciones de Jacareí
Lunes a Viernes, 21:00 horas | Sábado, 14:00 horas | Domingo, 09:00 horas
Entre semana, 09:00 Pm | Los sábados, 02:00 Pm | Los domingos, 09:00Am (Gmt -02:00)
03 de Enero - Día de Santa Genoveva - Mensaje dado al Vidente Marcos Tadeu en las Apariciones de Jacareí Sp Brasil
http://gloria.tv/?media=120960
Jacareí, 12 de Diciembre de 2010
Capilla Del Santuario De Las Apariciones De Jacareí/Sp
Celebración Del Aniversario De Las Apariciones De Guadalupe Al Vidente Juan Diego En México En El Año 1531
Mensajes De San José Y Santa Genoveva En Este Día
Comunicados Al Vidente Marcos Tadeu
(San José): "Mis amados hijos, Mi Amadísimo Corazón os bendice hoy de nuevo y os da la paz. Así como fui llamada por Dios, para que junto con la Virgen Inmaculada recibiera al Hijo de Dios en la tierra la primera vez, en Su primera venida, así también, fui designada por Dios para preparar al mundo para recibirlo en Su segunda venida que ya está próxima.
Preparad vuestros corazones para recibir al Señor que vuelve a vosotros en gloria, junto con la Virgen Inmaculada, preparaos para recibirle Conmigo y a través de Mí.
Preparaos Conmigo para recibir al Señor que vuelve a vosotros en gloria, viviendo una vida de total intimidad Conmigo, en la oración, en el sacrificio, en la penitencia, en la meditación continua de Mis Mensajes y, sobre todo, creciendo cada vez más en vuestra confianza y total dependencia de Mi gracia y de Mi amor de Padre.
Preparaos Conmigo para recibir al Señor que vuelve a vosotros en gloria, buscando siempre más conformar vuestra voluntad a la Mía, que es siempre la del Señor, renunciando a vosotros mismos, entregándoos completamente en Mis brazos paternales, para que Yo pueda siempre más, haceros crecer en la entrega total de vosotros mismos a Dios y a Su plan amoroso, haceros crecer cada vez más en el amor, en la bondad, en la entrega de vosotros mismos a Mí, a los planes del Señor y al mismo tiempo al cumplimiento perfecto de los mandamientos del Señor.
Preparaos Conmigo para recibir al Señor que vuelve a vosotros en gloria, haciendo que vuestra vida sea cada vez más una constante imitación y seguimiento de la Mía, para que crezcan y se impriman en vosotros las mismas virtudes que había en Mi alma: Humildad, Obediencia pronta y ciega, Amor, Caridad, Fortaleza, Prudencia, Templanza, Justicia. Para que vuestras almas cada vez más idénticas a la Mía sean aptas, para cumplir lo que el Señor ha diseñado para vosotros, que es Su «Plan de Amor», plan al que fuisteis llamados desde el instante en que nacisteis, y al que estáis llamados a colaborar para la perfecta glorificación y triunfo de la Santísima Trinidad en vuestras vidas, para el triunfo del bien sobre el mal, de la gracia sobre el pecado, de la luz sobre las tinieblas en la vida de tantos hermanos vuestros, de tantas naciones y en el mundo entero.
Preparaos Conmigo para recibir al Señor que vuelve a vosotros en gloria, siguiéndome por el camino del amor, de la humildad, del silencio, de la consagración total a Mi Corazón Amantísimo, entregándome toda vuestra vida, todo vuestro ser, con todas vuestras potencias, para que Yo sea verdaderamente: el Maestro, el Padre, el Guía y el Refugio seguro de todas vuestras almas. Vence al demonio con la oración, con el amor, procurando no parlamentar con él sobre tus pecados pasados, procurando no parlamentar con él sobre tus miserias, porque él intenta de este modo abatirte y demostrarte muchas veces que tu pecado es aún mayor y más poderoso que la gracia purificadora y regeneradora del Señor. Véncelo: despreciándolo, ignorándolo, no escuchando sus argumentos, y dirigiendo siempre más y más tus ojos hacia mi Corazón amantísimo, que, en un instante, como por encanto, puede transformarte y regenerarte, si estás dispuesto, si cooperas con mi gracia, si eres dócil a lo que te digo.
Escucha los ecos de Mi Amadísimo Corazón, que te dice: Dios está por encima de ti. Dios lo es todo, y el pecado en comparación con Él no es nada. Y Él, con la fuerza de Su diestra que transformó a una Virgen en Madre y la conservó intacta incluso después del parto, sin perder nada de Su integridad, puede transformaros en verdaderos y grandes santos, para Su mayor gloria, satisfacción y alegría. Por eso, confiad en Mí siempre más, entregaos a Mí siempre más mansamente, y Yo os consolaré en todo momento, os iluminaré, os esclareceré y os haré fuertes para vencer todas las asechanzas de Satanás.
Continuad haciendo Mi Hora todos los domingos, esta Hora os transformará en copias perfectas de Mí mismo, y hará que tengáis siempre más y más los sentimientos y el amor de Mi propio Corazón amantísimo en vosotros.
Os bendigo a todos generosamente en este momento, desde Belén, desde Nazaret y desde Jacareí.
Paz Marcos, la paz sea contigo".
(Santa Genoveva): "Amados hermanos míos, yo, Genoveva, sierva de Dios, sierva de la Virgen Inmaculada, esclava de Cristo, vengo hoy a daros la paz y la gracia del Señor, el Mensaje que Él os envía y del que me ha encargado que os haga oír y comprender.
La Segunda Navidad del Señor está cerca, preparad, enderezad todos los caminos y senderos para recibirle, pues el Rey ya está de regreso y quiere que Sus súbditos, Sus palacios, estén preparados para recibirle triunfante entre vosotros.
Enderezad y preparad los caminos del Señor, que vuelve a vosotros en gloria para dar a cada uno según sus obras. Cada uno será juzgado por el mal que haya hecho, por el bien que no haya hecho o por las buenas obras que haya realizado a pesar de lo que diga el mundo, a pesar de lo que diga la carne, a pesar de lo que diga el enemigo de Dios. Cada uno será recompensado según la obra que haya hecho, y no serán las palabras las que prevalezcan, sino la verdad de las obras, los frutos que cada uno haya producido. Por tanto, santificad vuestro tiempo, haciendo buenas obras de santidad para mayor gloria del Señor, para mayor perfección de vuestras almas, para que cuando Él vuelva os dé el salario, la recompensa merecida, y podáis entrar en las nupcias del Esposo y del Cordero y gozar con Él por toda la eternidad.
Enderezad y preparad los caminos del Señor, embelleciendo cada día más vuestras almas con las flores de las virtudes, perfumando cada día más vuestras almas con el incienso de la oración profunda, ardiente e íntima con el Señor, haciendo cada día más fuertes y robustas vuestras almas con la práctica de los Mandamientos, con la meditación de la Palabra del Señor, de Su Ley, de Sus Mensajes, y purificando cada día más vuestras almas con los actos de: mortificación, penitencia, ayuno y abstinencia. Para que podáis enderezar de verdad los caminos torcidos de vuestros corazones y de vuestras almas, para que el Rey de la Gloria venga a vosotros, entre en vuestras almas, se siente en el trono de vuestros corazones y reine en vosotros para siempre.
Enderezad y preparad los caminos del Señor, haciendo cada vez más de vuestra vida donación y consagración total al «Plan de Amor» al plan misericordioso del Señor que os ha sido revelado aquí en estas Apariciones desde hace tantos años, para que así vuestras vidas sean un camino recto, cierto y directo hacia el Señor que vuelve a vosotros para llevaros con Él y haceros entrar en Su Reino de amor, paz, gracia y felicidad sin fin preparado para los justos y para Sus apóstoles fieles desde el principio de los tiempos.
¡Yo estoy contigo! ¡Actuad! ¡Corre! ¡Caminad! Haced como yo, id a todas partes, a todos los corazones, a todas las almas, enderezando los caminos del Señor, preparando los corazones para recibir al Señor que viene cada día: en la oración, en la meditación de los Mensajes, en la gracia ordinaria de cada día. Y que Él venga pronto a vosotros, que vivís en estos tiempos, de forma extraordinaria, en Su gloria universal, para que así la Tierra reciba verdaderamente al Señor que viene con amor, tal como la Virgen Inmaculada y José estaban preparados y aptos para recibirle. Que vosotros también lo estéis, preparados y aptos para recibirle, y que estéis listos en todo momento para recibirle, porque no sabéis el día ni la hora en que vendrá, ¡sólo que estará «presto» listo!
Yo estoy contigo, te acompaño, te ayudo, te fortalezco, te amo y te cubro con Mi santo manto. Este Santuario de las Apariciones de Jacareí, que Nosotros los Santos y los Ángeles del Cielo amamos más que el mundo entero, es para vosotros un gran Cenáculo donde estáis preparados para el Segundo Pentecostés, es un nuevo Belén donde estáis preparados para el segundo Nacimiento del Señor que será en Su Gloria sobre las nubes del Cielo con Sus Ángeles y Santos, así que abrid vuestros corazones, no endurezcáis vuestros corazones a la gracia, porque Yo os digo: Estas son las últimas Apariciones, la última llamada del Altísimo para que el mundo se convierta, una vez terminadas estas Apariciones Dios no volverá nunca a este mundo para llamarlo a la conversión, sino que vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos y dará a cada uno según sus obras. ¡Conviértete! Enderezad los caminos del Señor.
A todos, Yo, Genoveva, os bendigo ahora y especialmente a ti Marcos, amigo de los Ángeles y de los Santos, predilecto del Altísimo y de la Inmaculada Concepción y sobre todas vuestras Medallas y sobre vosotros derramo ahora Mi bendición."
(pausa)
(Marcos): «Hasta pronto».
Mensaje de Santa Genoveva
"-¡Amados hermanos Míos! Yo, Genoveva, sierva de Dios, sierva de la Virgen Inmaculada, sierva de Cristo, vengo hoy a daros la paz y la gracia del Señor, el Mensaje que Él os envía y del que me ha encargado que os haga oír y comprender."
La Segunda Navidad del Señor está cerca, ¡preparad, enderezad todos los caminos y senderos para recibirle, pues el Rey ya ha emprendido el camino de regreso y desea que Sus súbditos, que Sus palacios estén preparados para recibirle triunfante en medio de vosotros!
Enderezad y preparad los caminos del Señor, que vuelve a vosotros con gloria para dar a cada uno según sus obras. Cada uno será juzgado por el mal que haya hecho, por el bien que no haya hecho o por las buenas obras que haya realizado a pesar de lo que diga el mundo, a pesar de lo que diga la carne, a pesar de lo que diga el enemigo de Dios. Cada uno será recompensado según la obra que haya hecho, y no prevalecerán las palabras, sino la verdad de las obras, los frutos que cada uno haya producido. Por tanto, santificad vuestro tiempo, haciendo buenas obras de santidad para mayor gloria del Señor, para mayor perfeccionamiento de vuestras almas, para que cuando Él vuelva os dé, el salario, la recompensa merecida y podáis entrar en las nupcias del Esposo y del Cordero y gozar con Él por toda la eternidad.
Enderezad y preparad los caminos del Señor, embelleciendo cada día más vuestras almas con las flores de las virtudes, perfumando cada día más vuestras almas con el incienso de la oración profunda, ardiente e íntima con el Señor, haciendo más fuertes y robustas vuestras almas con la práctica de los Mandamientos, con la meditación de la Palabra del Señor, de Su Ley, de Sus Mensajes, y purificando cada vez más vuestras almas con los actos de: mortificación, penitencia, ayuno y abstinencia. Para que podáis enderezar verdaderamente los caminos torcidos de vuestros corazones y de vuestras almas, ¡para que el Rey de la Gloria venga a vosotros, entre en vuestras almas, se siente en el trono de vuestros corazones y reine en vosotros para siempre!
Enderezad y preparad los caminos del Señor, haciendo cada vez más de vuestra vida donación y consagración total al «Plan de Amor», al plan misericordioso del Señor que os ha sido revelado aquí en estas Apariciones desde hace ya tantos años, para que así vuestras vidas sean un camino recto, seguro y directo hacia el Señor que vuelve a vosotros para llevaros con Él y haceros entrar en Su Reino de amor, paz, gracia y felicidad sin fin, preparado para los justos y para Sus apóstoles fieles desde el principio de los tiempos.
¡Yo estoy contigo! ¡Actuad! ¡Corre! ¡Caminad! Haz como Yo mismo hice, ve a todas partes, a todos los corazones, a todas las almas, enderezando los caminos del Señor, preparando los corazones para recibir al Señor que viene cada día: en la oración, en la meditación de los Mensajes, en la gracia ordinaria de cada día. Y que Él vendrá pronto a vosotros, que vivís en estos tiempos, de forma extraordinaria, en Su gloria universal. Para que, de este modo, la Tierra reciba verdaderamente al Señor que viene con amor, tal como la Virgen Inmaculada y José estaban preparados y aptos para recibirle. Que vosotros también lo estéis, preparados y aptos para recibirle y que estéis listos en todo momento para recibirle, pues no sabéis el día, ni la hora en que vendrá, ¡sólo que estará «presto» listo!
Yo estoy contigo, te acompaño, te ayudo, te fortalezco, te amo y te cubro con Mi santo Manto.
Este Santuario de las Apariciones de Jacareí, que Nosotros los Santos y los Ángeles del Cielo amamos más que el mundo entero, es para vosotros un gran Cenáculo donde estáis preparados para el Segundo Pentecostés, es un nuevo Belén donde estáis preparados para el segundo Nacimiento del Señor que será en Su Gloria sobre las nubes del Cielo con Sus Ángeles y Santos. Así que abrid vuestros corazones, no endurezcáis vuestros corazones a la gracia, porque Yo os digo,
¡Estas Son Las Últimas Apariciones! La Última Llamada Del Altísimo Para Que El Mundo Se Convierta. Cuando terminen estas apariciones, Dios no volverá a este mundo para llamarlo a la conversión, sino que vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos y a dar a cada uno según sus obras. ¡Conviértete! Enderezad Los Caminos Del Señor.
A todos, Yo, Genoveva, os bendigo ahora y especialmente a ti Marcos, amigo de los Ángeles y de los Santos, predilecto del Altísimo y de la Inmaculada Concepción y sobre todas vuestras Medallas y sobre vosotros derramo ahora Mi bendición."
Santa Genoveva, la virgen gloriosa, famosa por sus milagros, nació en el año 422 en Nanterre, cerca de París. De sus padres, Sebero y Geronesia, recibió una esmerada educación, base sólida de su futura santidad. Tenía siete u ocho años cuando los dos obispos Germano de Auxerre y Lupo de Troyes pasaron por Nanterre, camino de Inglaterra, país todavía pagano, donde iban a dedicarse a la obra de propagar la fe. Una gran multitud se reunió en torno a los dos apóstoles, pidiéndoles su bendición. Genoveva y sus padres también estaban presentes. San Germán, por inspiración divina, se encontró con la muchacha y, dirigiéndose a Severo y Gerogneva, les dijo: "Dichosos vosotros por poseer a esta muchacha. Será grande ante Dios y atraídos por su virtud, muchos pecadores abandonarán el camino del pecado y seguirán a Jesucristo." A Genoveva le dio el consejo de huir de la vanidad del mundo y buscar la felicidad en la práctica de las virtudes. Luego le dio una medalla de cobre con la imagen de la cruz y le dijo: "Toma esta medalla, como recuerdo mío. Nunca te pongas oro, plata o piedras, ni en el cuello ni en los dedos, porque a menos que desprecies el adorno mundano, nunca alcanzarás la belleza eterna."
Genoveva con los años progresó en virtud y santidad. A diferencia de los demás niños, huía de las diversiones y vanidades profanas; el deseo de ver, de ser vista, tan propio de su sexo, y finalmente la conveniencia o familiaridad con personas de otro sexo, el pernicioso señuelo del pecado, eran completamente desconocidos para Genoveva. Su único placer era visitar la iglesia. Cuando una vez, un día de fiesta, la madre de Genoveva, que iba a la iglesia, no quiso que su hija la acompañara, dijo llorando: «Con la gracia de Dios, quiero cumplir la palabra que di a San Germano; iré a la iglesia, para merecer el honor que me prometió». En un arrebato de ira, Geronica golpeó a su hija en la cara. Su castigo fue la ceguera, que duró 21 meses. Al cabo de este tiempo recuperó la vista, lavándose los ojos tres veces con el agua que Genoveva había sacado de la fuente y bendecido con la señal de la cruz.
A los quince años, Genoveva hizo voto de castidad, de manos del obispo de París, y recibió el velo sagrado. Desde aquel día, la penitencia y la mortificación ocuparon gran parte de su tiempo, pues bien sabía que la flor más delicada de la pureza de corazón no puede desarrollar su encanto en una vida ociosa y cómoda. Su comida era pan de cebada, su bebida agua de manantial, su lecho la tierra. A pesar de su vida santa y retirada, no podía escapar a la lengua viperina de la calumnia y la malicia. Genoveva no se turbó, sino que se llenó de la satisfacción de poder sufrir algo por el nombre de Jesús. Una vez que hubo pasado por el crisol del sufrimiento, su santidad brilló aún más. Dios avergonzó a los calumniadores por los grandes milagros que realizó a través de Su humilde sierva. El fantasma del hambre, que diezmaba a la población de París, retrocedió ante las oraciones de Santa Genoveva. Los parisinos temblaban, a la espera de ver la ciudad arrasada por la fuerza irresistible de las hordas de Atila. Genoveva los tranquilizó, prediciendo un cambio en los planes del temido «azote de Dios». De hecho, Atila se vio obligado a sacrificar grandes ventajas y a desviar las oleadas devastadoras de su ejército. Estos y otros hechos de interés público hicieron que todos vieran en Genoveva un alma grande, privilegiada por Dios.
El propio rey Childerico la tenía en gran estima. A petición de la Santa, concedía a menudo la amnistía a los acusados, condenados a muerte. Clodoveo, por iniciativa de Genoveva, construyó una iglesia, dedicada a San Pedro y San Pablo.
Genoveva profesaba una tiernísima devoción a la Santísima Virgen y a los santos Martín y Dionisio. Hizo construir un templo en el lugar donde San Dionisio había derramado su sangre, en testimonio de la fe. Genoveva murió a la edad de 89 años.
La ciudad de París la venera como patrona. En épocas muy críticas, la capital de Francia ha experimentado la valiosa protección de su defensora. En 1130 apareció una epidemia llamada «el incendio», que convirtió la ciudad en un gran hospital y causó muchas muertes. El pueblo aterrorizado elevó oraciones públicas pidiendo clemencia al cielo. Ya había unos 1.400 enfermos en París, cuando la población decidió organizar una gran procesión, en la que se llevaron las reliquias de Santa Genoveva. La procesión tuvo lugar y la epidemia se extinguió como por arte de magia.
Las reliquias de la Santa fueron quemadas en el año 1793 y su iglesia transformada en panteón.
* * * * * *
Reflexiones:
De la vida de Santa Genoveva, las doncellas y los jóvenes pueden aprender que, para conservar la inocencia, no hay medios más adecuados que éstos: evitación de las ocasiones de pecar, amor al trabajo, devoción a la oración y aversión a las diversiones profanas. Los jóvenes que dan toda la libertad a los sentidos, especialmente a los ojos; los jóvenes que se sienten a gusto en compañía de gente mundana; los jóvenes que se entregan con avidez a las diversiones, por muy licenciosas y peligrosas que se consideren; los jóvenes que no rezan y califican la oración de ocupación inútil; si no han perdido ya la inocencia, no están lejos de ello. Ojalá todos los jóvenes quieran aceptar el consejo del Espíritu Santo que dice: «Hijo mío, cuando los pecadores te llamen, ¡no les hagas caso!» El veneno del pecado se oculta a menudo en las cosas que más nos agradan y que halagan nuestros sentidos. En la práctica de la virtud, sin embargo, se depositan la tranquilidad de la conciencia, el sosiego del espíritu, la amistad con Dios y muchas veces la salud del cuerpo y la felicidad aquí en la tierra.
Orígenes:
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