viernes, 24 de marzo de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz, la Madre de Dios y su Madre.

Hijitos, abran sus corazones a Mi Hijo Jesús. Huyan de todo pecado. Jesús es todo para ustedes. Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

Hijos, vengo hoy aquí para invitarlos a la conversión. Aquí en Itapiranga soy enviada por Nuestro Señor Jesucristo para traerles un mensaje urgente y perturbador: ¡conviértanse sin demora! Un gran mal está a punto de caer sobre esta pobre humanidad pecadora. Tomen sus rosarios y recítenlos con gran amor, ofreciéndolos en reparación a Mi Hijo Jesús, por los pecados del mundo.

Quiero que oren el rosario todos los días por la paz mundial y el fin de la guerra. Pronto, actuaré más fuertemente aquí en Itapiranga, con estos Mis mensajes celestiales, porque quiero que todos Mis hijos encuentren una luz, y que ninguno de ellos se pierda eternamente en el camino al infierno. Tengan fe en lo que Me piden. No duden. Entreguen sus problemas y sus anhelos a Mí. Yo soy su Buena Madre Celestial, que los ama mucho, y los coloco a todos dentro de Mi Corazón. Pediré a Mi Hijo Jesús que los llene con las gracias de Su infinita Misericordia, y que los bendiga a todos con la bendición de alegría y gran paz, para que Su paz se derrame sobre ustedes en profundidad.

Hijos, oren, oren, oren. Con la oración obtendrán todo lo que piden. Basta con tener fe.

Aumenten su fe. Oren el rosario, y les prometo que Me uniré a su oración y pediré a Mi Hijo Jesús que conceda sus peticiones, según Su Santísima Voluntad. Yo, la Reina de la Paz, les doy Mi paz y Mis bendiciones. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Nos vemos pronto!