Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

lunes, 20 de marzo de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, ya no hay tiempo que perder. ¡Los días que están viviendo son muy serios y muy urgentes!

¿Por qué mis hijos todavía son tan indiferentes a estas advertencias celestiales mías? ¿Por qué son tan incrédulos?

Nuestra Señora dirigiéndose a toda la humanidad dijo:

Oh humanidad pecadora, regresen a su Dios. Ustedes no saben y no pueden imaginar lo que puede venir sobre todo el mundo si no hay una conversión total.

Mirándome dijo de nuevo:

El mundo se dirige por el camino de la destrucción y Yo, como su Madre, angustiada por todo lo que puede sucederles, les digo que vengo a advertirles y protegerlos bajo mi Manto Inmaculado, contra todo mal que pueda golpearlos. Oren, oren, oren, esto es lo que les pido. No vengo a pedirles nada más que oración y conversión. Pero ¿por qué todavía no quieren escuchar este llamado mío?

Hijos, oren el Santo Rosario todos los días. Oren mucho también por Brasil, Brasil está en constante necesidad de muchas oraciones. Como ya les he dicho en otro mensaje, un gran castigo está a punto de caer sobre Brasil, así que les pido: oren, hagan muchas penitencias, y vayan a Misa más a menudo.

Aquí en Itapiranga, les doy un fuerte llamado, que es para todo el mundo: no ofendan más a Dios nuestro Señor, ¡que ya está mucho ofendido! Huyan de toda y cualquier impureza. Satanás lleva numerosas almas al infierno, debido a la debilidad de los hombres al ceder a los pecados de la carne.

¡Cómo duele mi Corazón Inmaculado verlos, mis pequeños, ir al infierno! Oren, queridos jóvenes, oren, porque son más las almas de jóvenes las que Yo, hoy, veo perdidas eternamente en el fuego del infierno!

Nuestra Señora dijo estas últimas palabras con gran dolor y tristeza. Pude ver sus ojos que brillaban como si quisiera llorar. Dirigiéndose a mi madre y a mí, la Virgen dijo:

Por eso necesito mucho sus oraciones y su ayuda para ayudar a todos mis hijos que necesitan mi ayuda y mi asistencia. Yo soy la Reina del Mundo y la Reina de la Paz. Oren, oren, oren. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Nos vemos pronto!

Tenemos una mayor responsabilidad, porque a nosotros es a quienes la Madre de Dios nos ha revelado y mostrado tantas cosas. Le pido a Dios todos los días que me ayude, así como a mi madre, a saber cómo corresponder a estas gracias divinas.

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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