Mensajes al Refugio Sagrada Familia, EEUU
martes, 10 de junio de 2014
Ven Santísima Trinidad Sólo con tus palabras

Mi hijo más amado este es tu Jesús de Amor y Misericordia. Hijo mío, sé que no te gusta escribir, pero Mis hijos necesitan leer la verdad a menudo en estos días. Sabes cómo has tenido que corregir a algunos de tus hijos, una y otra vez, día tras día tras día. Así es como se siente tu Padre del Cielo. Muchos, o la mayoría de Nuestros hijos necesitan ser corregidos día tras día. No queremos perder a ninguno de Nuestros hijos. Tú eres un padre como nosotros y no quieres perder a ninguno de tus hijos. Por eso sigues corrigiéndolos y rezando por ellos todo el tiempo. Eso es lo que hace un buen padre por sus hijos. Un buen padre les ayuda físicamente cuando necesitan ayuda. Así es como debe ser.
Os he dicho muchas veces que el padre es la cabeza y la madre es el corazón de una familia. El padre debe ser quien corrija y discipline a sus hijos y la madre debe ser quien dé la mayor parte del amor a sus hijos. Así lo ha dispuesto Dios. No hay ningún padre que tenga la capacidad de hacer ambas tareas. Cuando uno u otro de los padres no hace estas tareas o las cambia por las del otro, lleva a los hijos a una zona gris en la que los hijos no conocen la verdad real. El hombre tiene que ser el que corrige y la mujer debe hacer la mayor parte del amor. Esto da a los niños todo en blanco y negro y mantiene a los niños en un estado mental estable para vivir y conocer la verdad. Hoy en día, con todos los divorcios, la mayoría de los niños no tienen ni idea de cómo deben reaccionar ante las distintas cosas. Ya os he dicho antes que el padre no tiene que ser perfecto y la madre tampoco. Pero si el padre es la cabeza y la madre el corazón, la mayoría de los niños saldrán bien. Con dos hombres o dos mujeres criando a los hijos, como una pareja homosexual, sus hijos tienen muy pocas posibilidades de sobrevivir, a menos que alguno de sus abuelos o alguien más dé un paso adelante con ayuda del Cielo para llevar a los niños por el buen camino.
Todos estos problemas son problemas generacionales del pasado que tienen que ser sanados para que Mis hijos puedan vivir en paz. Tu Dios no está culpando a nadie de todos estos problemas del mundo, sólo te está enseñando cuáles son los problemas y lo que Nuestros hijos necesitan saber para ser felices y salvar sus almas. Sé que muchos pondrán el grito en el cielo por este mensaje de la verdad, pero Mis hijos están muy perdidos.
Como te he dicho, la gracia del Cielo se está derramando como nunca antes sobre la tierra, y Mis hijos pueden tomar y utilizar esta gracia sólo por pedirla. Sabía que esta generación se encontraría en tal desorden que he estado guardando muchas gracias para esta generación sólo para pedirlas. Cada generación sigue empeorando a causa de los pecados del pasado que siguen acumulándose de una generación a otra. La única forma de que esto se detenga es si Me das a Mí, tu Dios, tu libre albedrío para que lo utilice en tu favor y entonces podré ayudarte más.
Doy a cada uno libre albedrío para hacer lo que quiera, pero si no lo utilizas sabiamente puedes acabar en el infierno. Si Me dejas ayudarte a controlar tu vida y Me das tu libre albedrío y tratas de vivir en Mi Divina Voluntad, todo te resultará mucho más fácil. Yo quiero ser tu Padre y María quiere ser tu Madre, pero tienes que dejar que tu Padre te corrija y discipline y que Mi Madre te ame con todo Mi amor para que tu vida cambie. No es que Yo no os quiera tanto como Mi Madre, pero es trabajo del padre disciplinar a Sus hijos y parecer siempre el malo hasta que los hijos crecen y entonces lo entienden y le dan las gracias porque ven que estaba haciendo el trabajo más duro de los dos al corregirles y disciplinarles. Esto es todo por ahora, una lección que la mayoría de Mis hijos no comprenden. Ama a Jesús y a Mi Padre.
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