martes, 22 de diciembre de 2015

Llamamiento del Padre Pío de Pietrelcina a los hijos de Dios.

Hermanos, retomen el camino de la redención y no pierdan más tiempo con las trivialidades de este mundo!

Se acerca otra Navidad y solo las personas de buena voluntad saben lo que eso significa; el nacimiento espiritual de Dios en sus corazones. La gran mayoría de la humanidad utiliza estos días para celebrar, derrochar y pecar, sin darse cuenta de que la Navidad es un tiempo para servir, amar, perdonar y hacer regalos a los necesitados. ¡Cuánta plata se desperdicia en esta época con cosas innecesarias, mientras la gran mayoría discuten sobre la pobreza y una gran cantidad de seres humanos no tienen lo necesario para sobrevivir! Millones de niños mueren cada día en países pobres por desnutrición, ¡por la indiferencia de tantos! Violencia, desigualdad e indiferencia que claman al cielo pidiendo justicia en nombre de los más necesitados!

Hermanos, retomen el camino de la redención y no pierdan más tiempo con las trivialidades de este mundo. El día de gran misericordia se acerca a ustedes y la gran mayoría de la humanidad aún sigue adelante en maldad y pecado. El cielo está muy triste por esta humanidad de estos últimos tiempos. Nuestra Señora, los ángeles y nosotros, los bienaventurados, permanecemos en perfecta alabanza y adoración al Padre Celestial; nuestra oración, alabanza, culto y súplica son un clamor general en el cielo, pedimos al Padre la conversión y salvación de esta humanidad.

Hermanos, no duden en llamarme cuando se sientan atacados por el mal, digan así: "Padre Celestial, por intercesión de Tu siervo, San Pío de Pietrelcina, Te rogamos, líbranos de toda guileza del mal. ¡San Pío de Pietrelcina venid a nuestro auxilio y por la gracia de Dios librarnos del mal y de la bajeza! Amén."

También quiero ser un guía espiritual para ustedes, mis devotos; no teman llamarme, estoy a su servicio para darles todo mi apoyo y ayuda espiritual. Mi buen Dios me concedió la gracia en este tiempo estar espiritualmente con ustedes, para ayudarles y asistirles cada día en la batalla espiritual. Oren al Espíritu Santo por discernimiento y pongan a prueba los espíritus, porque quien niega a Jesucristo como Hijo de Dios no es de luz sino de oscuridad.

Lean y mediten sobre la Sagrada Palabra de Dios para que puedan reconocer las señales e indicios de estos tiempos y no se dejen engañar por el rebaño de lobos que ya están buscando personas dispersas para decepcionar y extraviar. El espíritu de engaño ronda a su alrededor, mis hijos, por lo tanto deben estar preparados y conocer la palabra de Dios para poder caminar en verdad que los hará libres.

Pongan en práctica los Diez Mandamientos de Dios y consideren de qué maneras han pecado, luego apresúrense al confesionario. Les digo esto porque en estos tiempos de tanta oscuridad, maldad y pecado, son muy vulnerables a caer en las trampas de los demonios; bien ahora ya saben que los ataques del enemigo del alma se han intensificado y busca hacer perecer el mayor número posible de almas. Los pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión se convierten en ofensas graves y deben tomarlos en cuenta para poder realizar una buena confesión. Por lo tanto reciban la misericordia del Padre y no ofendan a nuestro buen Dios para que puedan alcanzar la alegría de la vida eterna. Su siervo, Hermano Pío de Pietrelcina.

Hagan conocer nuestros mensajes a toda la humanidad.